Lipasam tiene previsto instalar a lo largo del año quioscos para fomentar la separación de residuos y evitar que este tipo de materiales se arrojen al resto de contenedores. Serán once puntos limpios, uno en cada distrito de la ciudad. Se trata de espacios cerrados con bocas de vertido que se comunican interiormente con contenedores o recipientes de almacenamiento. El proyecto aún se encuentra en la fase de diseño. La partida reservada alcanza los 350.000 euros. "La idea es tener más puntos para que aumente el reciclaje", indicó Juan Espadas.

Los tipos de residuos que podrán recogerse serán pequeños electrodomésticos, chatarra electrónica, móviles, baterías pequeñas, cargadores, o libros (para el intercambio entre ciudadanos), tóner y cartuchos de tinta, aceite vegetal usado, cápsulas de café de aluminio y plástico, CD, DVD y cintas de vídeo y audio, así como neumáticos pequeños, pilas, cristal (espejos, ventanas, vaso), jeringuillas y agujas. También envases vacíos contaminados, lamparas de bajo consumo usadas, termómetros de mercurio o radiografías, y material fotográfico. Los quioscos contarán con wifi y placas fotovoltaicas para su suministro, y estarán disponibles para los ciudadanos las 24 horas del día todo la semana.

Estos futuros puntos limpios de pequeñas reducciones tienen limitados el número y la cantidad de residuos que pueden recoger, por lo que quienes quieran deshacerse de residuos de mayor tamaño deben desplazarse a los cuatro que ya existen en la periferia de la ciudad. En el 2017 se recogieron más de 24.000 toneladas de residuos y entraron más de 470 ciudadanos al día. Abiertos de lunes a sábado, los puntos limpios disponen de diferentes depósitos para los residuos de gran volumen que no se deben tirar en los contenedores ubicados en las calles. Una vez depositados, todos los residuos son entregados a diferentes gestores para su tratamiento, destacando que más del 93% de los mismos se destinan a su reciclaje y valorización.

El diseño recuerda a los urinarios públicos.

Otra de las apuestas de este año es la mejora de los sistemas de recogida de residuos subterráneos que empezará en el centro de la ciudad con una inversión de 415.000 euros para ampliar la capacidad, reducir el impacto visual y mejorar la estética de los contenedores. Se aplicará en la Alameda de Hércules, Santa María La Blanca y la Plaza del Pumarejo. "Para todas estas mejoras es necesaria la aprobación del presupuesto. En el caso de Lipasam entendemos que genera consenso y unanimidad, puesto que no ha habido ni una sola enmienda sobre las transferencias que este gobierno ha planteado y sólo en el primer documento de presupuesto alternativo de una formación se reducía la aportación municipal. Es importante que todos los grupos sean conscientes de que votar no supone impedir que aumenten las transferencias y que se realicen más inversiones, situación que sólo perjudica a los ciudadanos", explicó el alcalde.

Una tercera línea de inversión es continuar con el desarrollo de acciones para ampliar y renovar la flota de vehículos de la empresa de limpieza. De hecho, el primero de los contratos se ha licitado por un importe de 1,4 millones de euros para la adquisición de 11 vehículos barredoras (cinco de media capacidad y seis pequeñas de aspiración). Se trata de equipos de barrido mecánico que vienen a reforzar a los existentes, de forma que se pueda garantizar una mayor disponibilidad de manera habitual. Estos se irán sustituyendo de forma paulatina por equipos similares en servicio que presentan obsolescencia por su antigüedad.