Manos Unidas Sevilla ha presentado este miércoles su campaña anual que este año gira en torno a la injusticia climática que están sufriendo las poblaciones más vulnerables. Bajo el lema El efecto ser humano. La única especie capaz de cambiar el planeta, se hace un llamamiento sobre cómo el clima está repercutiendo en derechos básicos como la alimentación, el agua potable, la salud, una vida digna o un entorno saludable. La presentación ha tenido lugar en el Arzobispado de Sevilla, y ha contado con la presencia de la presidenta-delegada de Manos Unidas Sevilla, María Albendea; y la misionera María del Valle Chías, religiosa de Jesús-María, que ha expuesto su experiencia de colaboración con Manos Unidas en Haití; además del arzobispo, monseñor José Ángel Saiz.

La capacidad de Manos Unidas de cambiar la vida de millones de personas en todo el mundo solo es posible gracias a miles de colaboradores, socios y voluntarios que dedican su tiempo, sus capacidades y su dinero a esta causa.

Con los datos de 2022 en la mano, Manos Unidas Sevilla agradece el apoyo de 3.184 socios y 243 voluntarios repartidos por toda la Archidiócesis hispalense. Gracias a ellos, puso en marcha 24 proyectos (14 en países de África, América y Asia), con los que apoyó a 230.910 personas. En términos económicos, hablamos de 1.104.779 euros de recaudación, de los cuales, más del 98% proviene de donaciones privadas.

Reto 2024

A esta presentación de la campaña, hay que sumar el acto organizado este miércoles, a las 18:30 de la tarde, en el colegio Portaceli que contará con varios testimonios y con la actuación del grupo Hakuna.

Además, el próximo 11 de febrero, coincidiendo con la Jornada Nacional de Manos Unidas, está prevista la celebración de la eucaristía en la Parroquia de San José, en San José de la Rinconada, presidida por el vicario para la Zona Norte, Enrique Barrera. Será retransmitida por Canal Sur TV.

A estos eventos hay que añadir el concierto benéfico de marchas procesionales, previsto para el 2 de marzo, a las siete y media de la tarde, a cargo de la Banda de Música Alba de Tomares, en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús.

Mención aparte merece la iniciativa Once razones para acabar con el hambre’ que organiza Manos Unidas de la mano de la ONCE, promoviendo un sorteo especial el 11 de febrero “para un futuro inclusivo”.

Estas acciones buscan, en definitiva, cumplir el reto 2024 propuesto por Manos Unidas en su 65 Campaña: “Alcanzar un planeta sostenible, sin pobreza, sin hambre ni desigualdad”. Juntos podemos lograrlo.

Ante la desigualdad climática

“Todas las acciones nocivas contra el planeta tienen un efecto directo en las poblaciones vulnerables que viven de la tierra, incrementando la pobreza, el hambre y la desigualdad. A pesar de ello, desde Manos Unidas, creemos que somos la única especie capaz de revertir ese mismo efecto. Lo hemos llamado El efecto ser humano”. Así explican desde la oenegé católica esta nueva campaña de concienciación que coincide, además, con el 65 aniversario de la organización.

“El ser humano con su modo de vida está transformando el planeta -continúan-. Las consecuencias negativas de estos cambios son visibles en todo el mundo, pero se sufren más en unos lugares que en otros. Los cambios en los patrones del clima, la pérdida de cosechas, la escasez de agua, los incendios forestales, los fenómenos meteorológicos extremos… afectan sobre todo a los más empobrecidos. Manos Unidas se moviliza también ante esta forma de desigualdad”. Y lo hace apelando a la capacidad para cambiar el mundo -en este caso, para bien- que tiene el ser humano, y trabajando en soluciones concretas para problemas específicos.

Un ejemplo de ellos son las actuaciones que lleva a cabo Manos Unidas Sevilla en las comunidades indígenas de Palmira, en Ecuador. Allí, 38 asentamientos tendrán acceso a agua de calidad mediante la mejora de seis sistemas de agua potable, que contribuirán también a la equidad y a la higiene básica. Este proyecto va acompañado del fortalecimiento de las capacidades de gestión en administración, operación y mantenimiento de los organizadores locales, así como de la promoción de buenas prácticas de higiene y buen uso del agua en las familias y las escuelas con el apoyo de la Universidad local.

El agua potable es también una necesidad en Kumba, en el suroeste de Camerún, donde la oenegé católica desarrolla un proyecto para llevar este bien esencial a la barriada de Fiango. Concretamente se construirá un pozo y un sistema de agua que beneficiará a los 7.400 habitantes y, especialmente, a los pacientes del Hospital diocesano de esta zona, cuyo sistema de agua “es insuficiente y muy deficiente”.

Por otro lado, la mejora de la salud materno infantil es el eje del proyecto que Manos Unidas Sevilla promueve en doce centros rurales de salud del distrito de Jashpur, en el estado de Chhattisgarh (India). Así, desde la oenegé se capacitará a 36 trabajadoras sanitarias de estos centros, incluyendo formación en nutrición materno-infantil y la elaboración de un estudio de línea de base. Se estima que un total de 24.000 personas se verán beneficiadas de forma indirecta por este proyecto.

Estos son solo algunos ejemplos del trabajo que realiza Manos Unidas para cambiar el planeta, con la mirada puesta en aquellos que más sufren su deterioro. A todo ello se suma la importante labor de educación para el desarrollo, concienciación e información que promueve la organización en España. Un trabajo con el que pretenden trasladar a la sociedad la injusta situación de los pueblos del Sur.