Miguel cree que los otros imputados sacaron a Marta del contenedor
La prisión le informó por error de que tenía intervenidas sus comunicaciones · El presunto asesino reiteró su versión del contenedor cuando sabía que le grababan
Miguel Carcaño, el presunto asesino de Marta del Castillo, insiste en que arrojó el cuerpo a un contenedor próximo a su vivienda de la calle León XIII, por lo que sospecha que, al no haber sido hallado el cadáver, los otros imputados pudieron sacarlo y llevarlo a otro lugar. Ésta es la hipótesis que plantea Carcaño en una conversación grabada en la prisión, aunque el principal imputado ya sabía que tenía intervenidas sus comunicaciones porque en la cárcel de Morón le notificaron por error el auto del juez autorizando esos pinchazos.
La transcripción de esas conversaciones ponen de manifiesto que Miguel considera que la única explicación de por qué no fue hallado el cuerpo en el vertedero de Alcalá está en que el menor de 15 años y su amigo Samuel Benítez Pérez pudieron sacarlo del contenedor a partir de las 22:50, cuando él ya estaba en la vivienda de su novia en Camas, informa Efe. Puede que "se hayan puesto de acuerdo para echarme el marrón a mí", asegura Miguel en la conversación.
En otro momento, el presunto asesino se muestra preocupado por la incertidumbre respecto al paradero del cadáver. "Lo único que quiero es que aparezca, me da igual que me caigan cinco años más, pero que esto termine ya". Miguel admite en otra de las conversaciones la veracidad del testigo que le observó empujando una silla de ruedas la noche del crimen, aunque asegura que su vecino "se equivoca de hora", ya que éste sostiene que le vio sobre la 01:30 y, según Carcaño, ese encuentro se produjo mucho antes. Después del intento de suicidio que protagonizó en la cárcel de Morón de la Frontera, Carcaño reconoce que tiene un "agobio muy grande", según otra de las escuchas. "Si no me linchan, me van a apuñalar", añadió el principal imputado como motivo para querer quitarse la vida.
Fuentes de la defensa de Miguel aseguraron ayer, no obstante, que el joven no ha pedido el traslado del centro penitenciario por motivos de seguridad, ya que "no ha sido amenazado ni se siente atemorizado y los funcionarios le tratan con normalidad y corrección". Miguel está "tranquilo y perfectamente integrado en la prisión", donde realiza labores de limpieza y está acompañado en todo momento por un preso de confianza.
Miguel Carcaño compareció ayer ante el juez de Instrucción número 4, Francisco de Asís Molina, quien le requirió su patrimonio para hacer frente a la fianza de 250.000 euros que ha impuesto a los cuatro imputados. Miguel comunicó al juez que el piso de la calle León XIII donde se produjo el asesinato es suyo, aunque está hipotecado, y le informó de que percibe una pensión de orfandad de casi 600 euros y de que es dueño de un ciclomotor, efectos que podrían ser embargados para garantizar la indemnización a los familiares.
El juez requerirá hoy la fianza a la novia del hermano y el martes a Samuel Benítez, que sigue preso.
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