Plaza Nueva · José Núñez Castain

"El PA era un partido muy simpático, pero no nos votaban"

  • Rojas-Marcos lo 'fichó' en 1987, en 1991 lo hizo delegado de Urbanismo, donde lo mantuvo la alcaldesa Becerril. Cuatro años en el Gobierno andaluz y único diputado andalucista en la Carrera de San Jerónimo

Séptimo de once hijos, José Núñez (Sevilla, 1950) pasó por el Ayuntamiento, la Junta y el Congreso y volvió a la Universidad y a la arquitectura. Vive entre Madrid, Cazalla y Sevilla, donde le trae Abril, su nieta.

-Ha pasado por tres poderes...

-Yo soy experto en coaliciones. Con Alejandro de alcalde, con Soledad de alcaldesa, con el PSOE en la Junta. En el Congreso iba un poco de llanero solitario.

-¿Quién le 'complica' la vida?

-Rojas-Marcos buscaba alguien para Urbanismo y me recomendó el asesor jurídico del Colegio de Arquitectos. Cuando acepté, me dijeron que estaba loco. Entonces no teníamos ni un solo concejal, en 1987 sacamos siete y en 1991 tomamos el gobierno municipal.

-¿Fue duro pasar de la teoría a la práctica?

-Te das cuenta de que sólo puedes resolver un 20% de los problemas y que hay un artículo único: los recursos son escasos.

-Pocas ciudades han tenido tantos arquitectos de concejales...

-Manuel del Valle me decía que llevar arquitectos en las listas era un desastre porque siempre se ponían de acuerdo.

-De profesor a la política. En el mayo francés, hace cincuenta años, la hicieron los alumnos.

-Acabé la carrera en el 75. La Universidad estaba muy politizada. Me quedo con la frase "si no te preocupas por la política, la política se preocupará por ti". Uno puede morir rico o pobre, alto o bajo, lo que no puede es morir tonto. Quedarte en el limbo del jijí jajá.

-¿La Expo fue un juguete envenenado?

-Fue una gran oportunidad para Sevilla, pero no se olvide que los proyectos del 92 ya estaban en los Planes del 46, 63 y 75. Es como si te hartan de comer y dices que tú quieres comer todos los días. En Sevilla no hay autoridad metropolitana. No ha habido dinero, pero pensar no cuesta dinero. Falta consenso y gobernanza, que los colores de los partidos no se confundan con las competencias territoriales.

-¿Gobernar con el PP en el Ayuntamiento y con el PSOE en la Junta fue el canto del cisne?

-En su momento prestó un servicio. A los partidos mayoritarios se les penaliza menos. El PA era un partido muy simpático, pero no nos votaban. Menos lástima y más votos. La ley D'Hondt hacía el resto. No puede ser que mi escaño en el Congreso costara 250.000 votos y cada escaño del PP 30.000.

-¿Cómo ve la política ahora?

-Antes había pasión, ilusión y convicción. Ahora está muy profesionalizada. Yo nunca dije que me dedicaba a la política. Decía que era profesor, arquitecto. La política fue una etapa.

-¿El Urbanismo bajo sospecha?

-Estuve seis años de delegado y jamás estuve encausado. Debía ser un chufla y por mí pasaban expedientes muy complicados y miles de millones. La corrupción posterior me parte el corazón.

-¿El PP era un buen socio?

-Muchas veces es más fácil pactar con la oposición que con el coaligado. En la coalición todo el mundo quiere salir en la foto.

-Fue portavoz del Grupo Mixto...

-Con quien más congenié fue con José Antonio Labordeta. El primer día me pidió que apoyara su proposición sobre Canfranc. Le dije que el Partido Andalucista me mandó a Madrid para eso, porque el sueño de Al Andalus llegaba hasta los Pirineos. Me llamaba el emir de las Andalucías. Me invitó a Zaragoza y él estuvo en Sevilla.

-Fueron años duros de ETA...

-Yo no quería escolta, me pusieron contravigilancia. Mi despacho estaba justo al lado del de Alberto.

-¿Hay guerra contra el turismo como la que proponía Brenan?

-El problema es la saturación de destinos. Colas para los museos, para los restaurantes si vas a Venecia, Praga, Roma, Barcelona o Sevilla. Podemos matar a la gallina de los huevos de oro. En los países del Segundo y Tercer Mundo está saliendo una clase media que quiere hacer turismo.

-¿Qué aprendió en la Junta?

-Me hacía cien mil kilómetros al año en coche. Cuatrocientos mil en cuatro años. Tenía una regla de oro: dormir en mi casa. Andalucía es muy grande para el coche y muy pequeña para el avión. En el PSOE, cada provincia tenía su cuota, pero yo tenía todas.

-¿Fue disputado su voto?

-En el Congreso sólo hay dos grupos: los portavoces y el resto. Aun siendo uno solo, le puedes hacer preguntas difíciles al presidente y a los ministros, sales en la tele y te tratan bien. Los portavoces hablan, los demás trabajan y votan.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios