Cita histórica en la Hermandad de Pasión. La cofradía del Jueves Santo afronta esta noche un cabildo general extraordinario para adecuar sus reglas a las Normas Diocesanas. La convocatoria no tendría mayor trascendencia de no ser porque los principales puntos de la reforma planteada por la junta de gobierno, presidida por Javier Criado, afectan a cuestiones estéticas de la cofradía. Sobre la mesa están la reposición del cirineo al paso del Señor, la incorporación de la música tras el palio de la Virgen de la Merced, y la propuesta que mayor debate y controversia ha generado: "Una posible salida procesional en estación de penitencia y manifestación de fe a la Catedral, aún en caso de lluvia, con una cruz alzada y sin los pasos procesionales".

Este último punto es el que más interés suscita en el hermano mayor, sabedor de lo novedoso de la propuesta para un mundo tan inmovilista como el de las cofradías y consciente de que apenas cuenta con posibilidades de salir adelante en la votación: "El tema es más testimonial que otra cosa. Lo que se quiere es proponer una nueva forma de actuar en las hermandades. Yo me sentiría el hombre más feliz del mundo con que sólo votaran afirmativamente un 10% de las personas que acudan al cabildo".

Criado asegura que cuando se planteó la cuestión no se entendió muy bien y que incluso han habido muchas personas que lo han tildado de loco: "No se trata de salir si está lloviendo, pero en caso de pronóstico incierto se podría hacer la salida con una cruz alzada, con lo que se preservaría el importantísimo patrimonio de la hermandad, pero no se dejaría de hacer la estación de penitencia y la manifestación de fe que ello conlleva".

No es Javier Criado el único defensor de plantear este tipo de debates en las cofradías. Cuando se lo plantearon al cardenal Amigo se mostró encantado con la idea: "Le dije que había pocas posibilidades de aprobación y me contestó que no me preocupara, que lo que hoy es un no rotundo, mañana será un medio sí, medio no; y pasado mañana, un sí sin discusión".

Los hermanos también tendrán que decidir sobre la restitución del cirineo -retirado en los años 70- en el paso del Señor, y la incorporación de la música tras el palio de la Virgen de la Merced: "A lo mejor no había necesidad de plantear estos temas, pero queremos que sean los hermanos los que decidan".

Criado añade que desde el gobierno de la hermandad no quieren imponer nada, incluso explica que hay opiniones de todo tipo en la junta: "Yo no tengo ningún problema en decir lo que pienso. A mí me gusta mucho el Señor tal y como está. Y la Virgen sin música, aunque hay personas que dicen que con un acompañamiento de carácter fúnebre se fomentaría la devoción, y hay que recordar que se quitó a principios del siglo XX porque no se podía pagar una banda. Los hermanos decidirán en libertad y, sea lo que sea, la junta de gobierno estará de acuerdo".

En el caso de que los hermanos aprueben la vuelta del cirineo al paso, tendrán que decidir entre el último que ha acompañado al Señor, obra de Sebastián Santos; la cabeza atribuida a Juan de Mesa que conserva la corporación, a la que habría que hacerle un cuerpo; o uno de nueva factura.