Persecución de alto voltaje por el Guadalquivir con una narcolancha cargada de gasolina

A las tres de la tarde. A plena luz del día y con espectadores en las orillas del río Guadalquivir a su paso por Coria. El helicóptero de la Guardia Civil y una patrullera del cuerpo persiguieron el pasado sábado, 25 de febrero, una narcolancha cargada de combustible, en una operación espectacular que fue grabada en vídeo tanto por los agentes del helicóptero como por algunos de los ciudadanos que fueron testigos de ella.

Los agentes sorprendieron la embarcación cargada de combustible y trataron de interceptarla. A medida que intentaba escapar, el sospechoso que iba a bordo iba arrojando al río los bidones. La persecución es fruto del incremento de la vigilancia sobre el río Guadalquivir que ha puesto en marcha la Guardia Civil en las últimas semanas, después de que se detectara una mayor actividad de los narcotraficantes en la zona.

Se trata de un golpe al apoyo logístico de las redes de la droga, que están optando por repostar en alta mar ante la presión policial en la costa. Así, los narcos necesitan de embarcaciones de apoyo que les llevan el combustible desde España. Las narcolanchas van equipadas con motores costosos y delicados, que precisan de una gasolina de alto octanaje.

El río Guadalquivir es una de las principales puertas de entrada en Europa del hachís que se fabrica en el norte de África. En los últimos años se cuentan por decenas las operaciones contras las redes de distribución de esta droga en la provincia de Sevilla. Una de las últimas intervenciones destacadas fue la detención de uno de los señores del hachís, Javier M. V, conocido como el Lanas, que fue arrestado la pasada Nochevieja en Umbrete tras cuatro años en búsqueda y captura.