La Policía Local refuerza los controles de alcoholemia con un nuevo protocolo
Los agentes municipales aplican desde la semana pasada un sistema similar al que utiliza la Guardia Civil de Tráfico, que les permitirá realizar más pruebas y en menos tiempo
La Policía Local de Sevilla está incrementando los controles de alcoholemia con un nuevo protocolo, similar al sistema con el que trabaja la Guardia Civil de Tráfico. Desde la semana pasada, los agentes de la Policía Local tienen órdenes de aplicar este nuevo método. La principal novedad que éste supone con respecto a la anterior forma de trabajar es que los policías no tienen ya que llevar a la Jefatura a los conductores que dan positivo para practicarles allí la segunda prueba, sino que se les practica ésta in situ, en un furgón, que siempre que se pueda será el que la Dirección General de Tráfico (DGT) cede al Ayuntamiento de Sevilla para la realización de estos peritajes.
Este cambio en el protocolo permitirá, por tanto, realizar más controles y en menos tiempo, ya que los agentes se ahorran el tener que trasladar a los conductores que dan positivo hasta las dependencias de la Jefatura. La orden ha partido del nuevo jefe de la Policía Local, el superintendente Pablo Mariano Ruiz-Berdejo Ferrari, que precisamente desarrolló la mayoría de su carrera en la Guardia Civil, en la que tiene rango de teniente coronel, como especialista en tráfico. Hacia esta materia ha enfocado ahora una de sus primeras decisiones operativas como máximo responsable de la Policía Local de Sevilla.
Las instrucciones fueron comunicadas a toda la plantilla en la orden del cuerpo -comunicación interna que reciben todos los miembros de la Policía Local- del pasado 24 de noviembre. En ella, el superintendente Ruiz-Berdejo detalla los pasos a seguir cada vez que se practique un control de alcoholemia. Como hasta ahora, en primer lugar los agentes someterán al conductor a la llamada prueba de muestreo, que se practica con el etilómetro digital que llevan los policías. Si esta primera prueba arrojase un resultado positivo, o el conductor presentase síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas, los policías -y aquí está el cambio en relación con la manera anterior de proceder- "solicitarán a través del Centro de Control de Transmisiones que se persone en el lugar el oficial o indicativo que ese día tenga asigando el servicio del vehículo de la DGT para la realización de dichas pruebas".
El oficial procederá entonces a realizar la prueba de alcoholemia con el etilómetro evidencial, informando de sus derechos al conductor que se somete al peritaje. Esta segunda prueba es la verdaderamente fiable, puesto que la que practican los agentes en un primer momento con sus alcoholímetros digitales son simplemente orientativas y el resultado se muestra en la pantalla de los aparatos sólo durante unos momentos. Es necesario, por tanto, practicar una segunda prueba con un alcoholímetro de mayor precisión y un margen de error mínimo, que es la que antes se hacía en una sala de la Jefatura y ahora en el furgón de la DGT. Este etilómetro es el llamado evidencial, que se acompaña de una pequeña impresora que sirve para proporcionar un resguardo al denunciado. En ese documento aparecen la tasa de alcoholemia, los datos del conductor y la hora y fecha del control, entre otros datos. Dicho papel se adjunta a la denuncia y tiene valor probatorio ante el juez.
Si las dos pruebas arrojasen un resultado positivo, "el oficial cumplimentará el acta de determinación del grado de impregnación alcohólica", añade el protocolo. Luego, solicitará a través del Centro de Control de Transmisiones que pida al juzgado de Guardia cita para juicio rápido. Después, el agente procederá a cumplimentar la citación judicial e informará y citará formalmente al conductor denunciado. Por último, entregará la copia del acta de determinación del grado de impregnación alcohólica y de la citación judicial a los policías que han intervenido en un primer momento y solicitado la intervención del oficial, que se trasladarán a la inspección de guardia.
Las instrucciones del superintendente finalizan explicando cómo debe procederse en el caso de que el vehículo de la DGT no esté disponible "por razones operativas u otras circunstancias sobrevenidas". En ese caso, se requerirá al jefe de la sala de transmisiones que envíe al lugar otro vehículo dotado con un etilómetro evidencial.
Los controles de drogas siguen una pauta similar a los de alcoholemia. El Código Penal no distingue, a la hora de condenar a un conductor, entre circular bajo los efectos del alcohol o de las drogas. La pena es la misma.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por St. Mary’s School Sevilla
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía