La Universidad de Sevilla tiene muy claras cuáles son sus prioridades en materia de infraestructuras para los próximos años, y en éstas no se incluye, precisamente, la Real Fábrica de Artillería, como se lleva especulando desde hace años.

Según fuentes solventes de la Hispalense, el orden con el que la institución quiere afrontar los próximos pasos en infraestructura está ya determinado: reubicación de la Escuela Politécnica al barrio de Los Bermejales; traslado de Farmacia al entorno del Hospital Virgen del Rocío; construcción de una nueva Escuela de Ingeniería Agronómica en el área metropolitana de Sevilla y la finalización del Centrius y del proyecto de restauración de la Fábrica de Tabacos.

Aunque es cierto que desde hace años algunos centros de la Hispalense han mantenido contactos muy informales con el Ayuntamiento de Sevilla para estudiar la posibilidad de instalarse en la Fábrica de Artillería, lo cierto es que desde el Rectorado -que es el único que puede tomar la decisión final- se descarta por completo estos movimientos. Las razones son varias, pero sobre todo están relacionadas con el elevadísimo coste que supondría la restauración de un enorme edificio del siglo XVIII de más de 20.000 metros cuadrados. Aunque las obras de urgencia que se van a acometer ahora ascienden a poco menos de 500.000 euros, lo cierto es que arreglar el edificio definitivamente podría ascender como mínimo (todavía no hay un estudio definitivo) a unos 70 millones de euros, según algunas estimaciones de urgencia. Además el mantenimiento de los edificios históricos suele ser caro y complicado, siempre sometido a las autorizaciones de la Comisión de Patrimonio. En resumen, justo lo que no necesita la Universidad de Sevilla en unos momentos en los que la crisis tiene sus arcas extenuadas.

Según ha confirmado este periódico, en las últimas semanas se ha producido algún contacto entre la Facultad de Derecho (que se queja de que no cabe en su nueva sede de Cross Pirotecnia), pero han sido muy informales y desde el centro se es muy consciente del elevado coste de la operación y de la poca disposición por acometerla por parte del Rectorado.

Por lo que sí apuesta la Universidad de Sevilla es por solucionar cuanto antes el traslado de la Escuela Politécnica de su actual ubicación de Los Remedios a los Bermejales, donde cuenta desde hace más de un lustro con un solar cedido por el Ayuntamiento a cambio de la construcción junto al edificio del centro cívico que llevan reivindicando los vecinos de esta zona de Sevilla desde hace años. Como suele pasar, el problema es exclusivamente de financiación. La Universidad necesita acceder a fondos extraordinarios, bien de la Junta de Andalucía bien de la Unión Europea, para reunir los 30 millones de euros necesarios que costarían las obras.

La lentitud en la solución del problema está provocando ya la movilización de alumnos y profesores (esta semana cortaron la Avenida de República Argentina) que insisten en que no caben en los 8.000 metros cuadrados del actual edificio.

Respecto a la reubicación de la Facultad de Farmacia, es de gran importancia para la Universidad de Sevilla, porque permitiría la reorganización del Campus de Reina Mercedes que, desde hace años, es una necesidad urgente. Además, trasladaría el centro a su ámbito profesional natural, el entorno del Hospital Virgen del Rocío.

La tercera prioridad de la Universidad de Sevilla en materia de infraestructura está especialmente verde. La Hispalense quiere sacar a la Escuela de Ingeniería Agronómica de sus actuales instalaciones en la antigua Universidad Laboral, donde también se encuentra la Pablo de Olavide. Aunque se han visto algunos terrenos en la zona de Entrenúcleos (Dos Hermanas) y Alcalá de Guadaíra todavía no hay ni decisión ni proyecto ni financiación.

Respecto al Centro de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Sevilla, el famoso Centrius de la Cartuja -en construcción desde 2009-, es un proyecto que se está eternizando y que, sencillamente, avanza a golpe de subvenciones. No hay fecha de inauguración ni la habrá en los próximos tiempos. Por último también destaca la culminación de la restauración de la Fábrica de Tabacos, sede del Rectorado, otro proyecto que dependen de los fondos públicos que se vayan consiguiendo.