El Puerto de Sevilla espera contar con un acceso directo a la SE-40 de aquí a tres años, concretamente en diciembre de 2016. El tramo de la segunda ronda de circunvalación que le beneficia se sitúa entre el nuevo cauce del Guadaíra y el cuartel del Copero, de donde arrancará una carretera que conduce a los muelles y que debe construir y costear directamente la Autoridad Portuaria.

Ese enlace del Puerto con la autovía mide unos dos kilómetros de longitud y conecta a su vez con otra vía interior de unos 2,5 kilómetros que está ya dibujada en el terreno y sólo pendiente de asfaltar. Esta vía interior desemboca directamente en los dos puentes de carretera de la nueva esclusa.

Ambas obras están previstas desde hace más de una década en los planes y presupuestos de la Autoridad Portuaria, que calcula que necesita invertir unos 10 millones de euros para construir ese enlace con la SE-40 y acabar de asfaltar la vía interior. Respecto al plazo de obra, estima que lo podría hacer en un año.

El Puerto necesita con urgencia la segunda ronda por las ventajas económicas y de ahorro de costes que reportaría a las mercancías que llegan y salen por carretera, ante el colapso que sufren los camiones que usan la SE-30 como única vía de salida y entrada actual al recinto portuario.

La reducción en varias horas del tiempo que tardan los camiones en desplazar la mercancía desde los polígonos industriales de Alcalá y Dos Hermanas, y desde el aeropuerto al Puerto es otra de las ventajas. Al ser una vía radial exterior, un camión que ahora puede dar 4 portes, podría elevarlos de 6 a 8 circulando por la SE-40. En suma, el transporte sería más competitivo para las empresas usuarias del Puerto de Sevilla (Airbus, Siderúrgica Sevillana, Heineken, Portland...), así como para atraer nuevas industrias. Las piezas de fuselaje de Airbus, por ejemplo, se transportarían en menor tiempo y a menor coste entre el Puerto y la factoría situada junto al aeropuerto. E incluso permitiría reforzar la planta de la compañía en Tablada.

La tercera ventaja, señala la dirección del Puerto, es que acercará de verdad los muelles a los municipios del área metropolitana diseminados por el arco sureste de la SE-40: el tramo de la A-4 a la A-376 que ya está en servicio más el tercero que se ha vuelto a licitar.

El apoyo a proyectos estratégicos en marcha, como la Zona Franca promovida por el Ayuntamiento de Sevilla en los terrenos portuarios de Torrecuéllar, sería la cuarta ventaja de contar con un acceso directo a la segunda ronda de circunvalación. Este recinto fiscal debe estar operativo antes de mediados de 2015, a juzgar por los dos años que ha dado el Ministerio de Hacienda al alcalde para ponerla en marcha, a contar desde el 31 de agosto de 2013.

Dado que el 95% de la mercancía portuaria procede de Madrid, del Valle del Guadalquivir, de Málaga o de Cádiz, la dirección del Puerto asegura que la entrada y salida directa a la SE-40 eliminará de la circulación de la SE-30 un total de 3.000 camiones diarios. O lo que es lo mismo 700.000 desplazamientos anuales de camiones se retirarían.

En opinión del director del Puerto, Fausto Arroyo, "la SE-40 mejora los costes de las empresas del Puerto, permite trabajar con empresas del área metropolitana y también da servicio a proyectos estratégicos. Es la solución adecuada para sentar las bases de la expansión metropolitana del Puerto".

El nuevo tramo de la SE-40 licitado este mes por el Ministerio de Fomento desde el enlace con la carretera A-376 (Alcalá) hasta la A-4 (Dos Hermanas) termina en el cruce con la carretera de Isla Menor. Es decir, se queda apenas a dos kilómetros del punto de la segunda ronda que necesita el Puerto. Ese punto que requiere el Puerto forma parte del siguiente tramo Dos Hermanas-Coria adjudicado y paralizado por la elevada inversión que requieren los túneles.

Dado que la zona de la SE-40 que dará servicio al Puerto está integrada en ese tramo de los carísimos túneles de Dos Hermanas a Coria, una obra ya adjudicada pero que por ahora no puede asumir el Gobierno central, la solución es adelantar la parte ajena a los túneles. Para ello, el Ministerio de Fomento deberá aprobar un modificado del proyecto adjudicado, con el fin de hacer la obra que beneficia al Puerto y dejar los túneles hasta que el Gobierno central cuente con los 800 millones de euros que requieren los subterráneos.