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Sevilla

El Puerto admitirá el 90% de los barcos con la nueva esclusa y el dragado del río

  • Las obras para aumentar la profundidad del río empezarán en 2010, si la Autoridad Portuaria aplica las medidas compensatorias que exige el avance del CSIC · En marzo se pone en marcha la nueva esclusa

Si no fallan los cálculos de la Autoridad Portuaria, en marzo de 2010 el Puerto de Sevilla tendrá plenamente operativa la nueva esclusa con el doble de capacidad que la actual (40 metros de manga frente a 24) y ese mismo año deben comenzar las obras del dragado para ganarle dos metros de profundidad al canal del río, que pasaría de los 6,5 metros actuales a los 8,5.

Estos dos proyectos son clave para elevar la actividad económica de los muelles sevillanos a su máximo nivel, puesto que a partir de entonces la capital estaría preparada para recibir barcos y buques de todas dimensiones de manga y calado. Se calcula que estarían en condiciones de entrar al Puerto de Sevilla el 90% de los barcos de toda la flota mundial. Del 10% restante excluido cabe citar los grandes petroleros, los superportacontainers y flotantes como el Queen Mary. La estrechez de la esclusa actual ha obligado a Astilleros de Sevilla, por ejemplo, a rechazar algunos pedidos por las dimensiones del barco mercante.

Durante el acto de llenado de agua de la nueva esclusa, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, reiteró ayer a la prensa que la obra del dragado "se hará porque hay avances que dicen que se puede hacer", añadió al ser preguntado por los estudios del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que deben concluir a finales de este año sobre el impacto de esta obra en Doñana y el río. Minutos después, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fue más claro y precisó que el avance del estudio del CSIC sobre el dragado plantea medidas compensatorias que deben cumplirse para dar su visto bueno a la obra.

El optimismo de la Autoridad Portuaria respecto al dragado contrasta con la fuerte oposición de las organizaciones ecologistas a que se altere el fondo del Guadalquivir, pero la última palabra la tendrán los científicos.

La nueva esclusa, con una capacidad para 250.000 metros cúbicos, tardará en llenarse una semana. Dos gigantescas mangueras desde lo alto empezaron ayer a arrojar cada una al fondo de la estructura 540 metros cúbicos por hora. El nivel de agua irá subiendo 1,5 metros cada día. Según los expertos, los sistemas internos de llenado de la propia estructura (difusores) no se utilizarán hasta que el líquido alcance varios metros. Los muros laterales miden 20 metros de altura, pero el agua se quedará más abajo: a unos 14 metros.

Según el jefe de obra, Antonio Mora, la mayor dificultad de la obra de la esclusa fue excavar un terreno recio, con más depósitos fluviales de los detectados por los estudios geotécnicos. Respecto al montaje de los elementos que restan hasta su inauguración definitiva, Mora explicó que los dos muros de tierra a ambos lados de la esclusa desaparecerán con la ayuda de una draga: el muro Norte en tres días y el muro Sur -el más complicado- en dos meses.

El relleno de tierra de la lámina de agua que linda con El Copero se acometerá después de iniciar las pruebas con las compuertas y los puentes ya montados, a finales de este año. La fase siguiente será completar la vía para el ferrocarril y los dos accesos por carretera que cruzan la esclusa, uno de los cuales conectará directamente con la SE-40 y el otro con la carretera interior del Puerto. La conexión con la segunda ronda de circunvalación aliviará el tráfico de los 4.000 camiones procedentes del Puerto que colapsan a diario el puente del Centenario y la SE-30.

Los expertos de la obra destacaron ayer que la esclusa nueva es una obra de referencia internacional. Y, por sus dimensiones, la quinta en construcción más grande del mundo, aunque en Europa la superarán otras que están en proyecto. Profesionales del Canal de Panamá y de Corea del Sur la han visitado para ver las innovaciones que incorpora, basada en el modelo de Amsterdam (Holanda). En comparación con la antigua, la nueva esclusa de Sevilla tiene importantes mejoras. Por primera vez, las compuertas son correderas para acelerar su apertura y cierre, así como evitar las continuas averías que sufría la antigua con el bloqueo de sus puertas abatibles por cualquier objeto. Otra novedad es que cuenta con cuatro puertas porque dos son de reserva por si fallan las otras dos. La misma duplicidad se da en los equipos informáticos que regulan la estructura.También destaca que el llenado de agua se realiza con difusores especiales desde el fondo diseñados para no mover los barcos dentro de la esclusa, lo que sí sucedía con la antigua.

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