El Rey de España ha culminado su visita a Lebrija en la Balsa Melendo. Se trata de una infraestructura hidrológica inaugurada en 2003 y construida por la comunidad de regantes del Sector B-XII, integrada por 800 socios. En esta zona, en plena comarca del Bajo Guadalquivir, ha comprobado la gran sequía que sufre el campo andaluz.

En esta visita ha vuelto a estar acompañado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Lebrija, Pepe Barroso. Ha sido recibido por varios representantes de la comunidad de regantes, entre ellos su gerente, Antonio Pantuzo.

La Casa Real ha informado estos días de que dicha visita se debe al interés del propio monarca por conocer el sistema de regadíos en esta comarca, en el que se aplican tecnologías muy avanzadas que permiten un uso muy eficiente de un recurso tan limitado como el agua.

A este respecto, Pozuelo ha explicado que la comunidad de regantes se enfrenta a la situación más crítica desde hace 25 años, debido a la grave sequía que sufre la provincia de Sevilla, tras un año hidrológico marcado por la ausencia de lluvias. Actualmente la Balsa Melendo se encuentra al 10% de su capacidad total, que es de ocho hectómetros cúbicos. De ella se abastecen mil regantes.

La sequía socava el principal sector económico de Lebrija, que es la agricultura. Dicho municipio sevillano destaca por su alta producción en algodón, tomate y cereales. El cultivo de tomate se ha visto muy afectado por la falta de lluvia, lo que ha impedido que se contrate a un buen número de personas. La comunidad de regantes ha agradecido la visita del Rey en estos momentos tan complicados.

Según el regidor lebrijano, es la primera vez que un monarca visita esta localidad que, además de celebrar el V Centenario de la muerte de Elio Antonio de Nebrija (autor de la primera gramática española), conmemora un siglo de su nombramiento como ciudad por Alfonso XIII, bisabuelo de Felipe VI y cuyo retrato ha podido contemplar este miércoles en el Ayuntamiento.