El Rocío popular y de los sencillos, el romántico y costumbrista, el íntimo y personal, el de las masas, el de los rezos en soledad, el del recuerdo en sepia, el de los polvorientos caminos, el de un pueblo entregado, el de las salvas de escopetas, el del papa santo que quiso que todo el mundo fuera rociero, el de la eclosión de una devoción que nació de la marisma y se extendió por todo el mundo... Carlos Colón, consejero editorial de Diario de Sevilla, y Carlos Valera han realizado una radiografía exacta y precisa de todo lo que significa y envuelve la devoción a la Blanca Paloma. Rocío, reina y madre de Andalucía. Una devoción universal es el nombre de la película encargada por la Hermandad Matriz para contribuir todavía más a difundir el universo rociero.

Colón y Valera, el primero como director, guionista y autor de los texto, y el segundo como realizador, han sabido captar a la perfección, como ya habían hecho anteriormente en sus películas dedicadas a la Esperanza Macarena, por ejemplo, el sentir de una devoción honda y única en una obra completa y definitiva que cuenta con la vibrante locución de Antonio García Barbeito. Precisamente, la Hermandad Matriz proyectará un extracto de la película en su recién estrenado museo para el que ha recurrido al mismo equipo que desarrolló el de la Macarena, entre ellos los propios Colón y Valera en el apartado audiovisual.

La película se ha grabado a lo largo de casi tres años, tanto en Almonte como en la aldea y a lo largo de los caminos. Colón explica cómo ha sido el proceso: "El trabajo fotográfico de Carlos Valera, realizado en alta definición, es realmente deslumbrante, tanto en los exteriores como en la iluminación de interiores en el estudio de la Virgen. Con pequeñas cámaras instaladas en los lugares más insospechados ha logrado planos subjetivos del andar de las carretas o de la llegada de la Virgen a la parroquia de Almonte vista desde el propio altar que la aguarda".

La película, de 95 minutos, se compone de 10 capítulos y es ante todo un viaje hacia la Virgen del Rocío, estudiada con respeto pero también con detalle por la cámara, realzada por iluminaciones especiales y acompañada por músicas que van desde las Cantigas de Alfonso X, el rey que la entronizó en las Rocinas en 1262, hasta Juan Sebastián Bach, pasando por lo esencial: el tamboril y la gaita, y las sevillanas. "El rostro increíblemente hermoso, sabio, sereno, bondadoso y alegre de la Virgen es el centro absoluto de la película. A partir de él, como si navegáramos por los ríos de devoción que fluyen de él, se trata de la entraña de la devoción almonteña, de la historia de la Matriz y las filiales, del auge andaluz y nacional a partir de la creación de la Hermandad de Triana, del traslado y estancia de la Virgen en Almonte, de la procesión extraordinaria de agosto de 2013 por el segundo centenario del voto del Rocío Chico, de la romería a través de los caminos de Huelva, Cádiz y Sevilla, de la procesión de la Virgen…"

Son muchas las imágenes destacadas de la obra, muchas antiguas e históricas rescatadas del propio archivo de la hermandad o de la Fototeca Municipal de Sevilla. Colón se queda con las siguientes: "El estudio de la Virgen, la sagrada proximidad de su rostro impresionante; la secuencia de aldea vacía, como desangrada de vida, cuando la Virgen está en Almonte; el montaje que al ritmo de una sevillana a gaita y tamboril funde los rosarios públicos por las calles de Almonte en la víspera de la llegada de la Virgen con los trabajos de los vecinos haciendo las flores de papel y los arcos que convertirán las calles de Almonte en una catedral efímera para recibir a la Virgen; y el rostro marfileño, como los apóstoles de su manto, de la Virgen al romper el día durante la procesión extraordinaria de agosto de 2013, con la ráfaga antigua y sin palio". También destaca la locución de Barbeito: "Más bien interpretación, es extraordinaria. Pone una esencial nota de sinceridad, autenticidad y emoción. Escribí los textos pensando en su personalidad y en su voz.