El equipo renovado al frente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) buscará el consenso con los sindicatos y con sus plantillas para continuar con la fusión de los servicios hospitalarios, unos cambios muy polémicos que provocaron durante el año pasado protestas masivas conocidas como las mareas blancas de la sanidad andaluza, en las que se unieron los trabajadores de todas las categorías en los hospitales.

El recién nombrado gerente del SAS, José Manuel Aranda, explica que su línea estratégica será "continuar con la fusión, mediante una metodología de trabajo basada en el consenso de todos los profesionales implicados". Esta apertura al diálogo marca, de este modo, una nueva etapa en el seno del SAS. Durante el último año todas las centrales con representación en los hospitales Macarena y el Virgen del Rocío (Satse, CCOO, SMA, UGT, CSIF, CGT, SATE y SAE) se unieron para denunciar la falta de explicaciones y el "oscurantismo" de sus dirigentes en el proceso de reorganización hospitalaria. Desde los inicios, los profesionales han mirado con recelo los cambios emprendidos por los responsables del SAS en la transformación de los hospitales y temen que estas medidas escondan aún más recortes.

La unificación de especialidades comenzó a gestarse hace años y en 2008 se materializó con la primer proyecto de fusión en Sevilla, el área de Neurocirugía, que culminó en 2010. Desde entonces el Virgen del Rocío asume todas las intervenciones cerebrales y el Macarena se encarga de la cirugía de columna. Oncología Infantil es otra de las primeras áreas en las que también se ha desarrollado la fusión. "Hace años comenzaron las fusiones por iniciativa de los profesionales, eran experiencias piloto. Ahora continuaremos para ver cuáles son las especialidades que tienen que converger", añade Aranda.

El gerente del SAS expone un ejemplo: "Un paciente con cáncer tiene que recibir asistencia en Oncología Médica y en Oncología Radioterápica -dos servicios distintos- casi en el 90% de los casos", de modo de que se trataría de unificar ambos servicios para "mejorar la coordinación y la continuidad asistencial". Aranda recuerda que existen muchas experiencias previas en otros países europeos y en EEUU. "Se trata de crear unidades donde trabajen varias especialidades. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las unidades del cáncer de mama en las que trabajan radiólogos, cirujanos, ginecólogos y oncólogos para un abordaje integral del paciente".

Aranda niega que tras esta reorganización en los hospitales existan más recortes y adelanta que no se producirán, este año, más reajustes en las condiciones laborales del SAS.

La reducción de la jornada laboral y el sueldo al 75% de los profesionales eventuales es también motivo de un profundo malestar entre enfermeros y médicos que, con años de experiencia, son sometidos a contratos que apenas se renuevan mes a mes. Ante esta precariedad en las condiciones laborales, el nuevo gerente del SAS explica que la Administración "optó por reducir las jornadas para evitar los despidos masivos". Una vez que se estabilicen los presupuestos en Sanidad en las condiciones previas a la crisis, el SAS prevé recuperar las jornadas al 100% de los eventuales.

Desde que comenzaron los recortes en la función pública, la plantilla del SAS se ha reducido sólo un 1,4%. "El incremento de la jornada laboral a las 37,5 horas impuesto por el Gobierno central obliga, de alguna forma, a reducir la plantilla; pero Andalucía, a diferencia de otras comunidades autónomas, se esfuerza por mantener los puestos de trabajo, con la reducción de los eventuales al 75%", añade.

Ante la merma en las plantillas durante los últimos años, Aranda recuerda que el SAS "intentará mejorar la situación", y en esta línea apuntó a la OPE que incluye 915 plazas en todas las categorías. Los exámenes de esta oferta de empleo previsiblemente se celebrarán en septiembre.