San Julián contará con sombras para mitigar las altas temperaturas

El barrio de San Julián será una de las zonas de Sevilla en la que se pondrá en marcha en 2023 un proyecto piloto que tiene como objetivo mitigar las altas temperaturas que sufre la ciudad sobre todo en los meses estivales. Entre las iniciativas que se usarán para bajar unos grados al termómetro se encuentran arbolado y vegetación, agua, entoldados, sistemas apergolados, pavimentos y revestimientos urbanos, generadores de calor antropogénicos y medidas de integración.

Durante el próximo año, en San Julián y su entorno (las plazas del Pumarejo y del Pelicano, y Puerta de Córdoba), la avenida de Hytasa y el Parque Guadaíra se propondrán y chequearán distintas iniciativas como por ejemplo una revisión del arbolado y la vegetación con la optimización de la localización de plantaciones o de las especies a introducir, así como proyectos de cubiertas y muros vegetales en edificios públicos. Igualmente se llevarán a cabo iniciativas relativas a la presencia de agua en el espacio público, como la optimización del emplazamiento de nuevas fuentes urbanas o de sistemas de drenaje urbano sostenible.

El Ayuntamiento también adoptará medidas encaminadas a la colocación de entoldados y de sistemas de pérgolas, siguiendo el modelo que se aplicó en la Exposición Universal del 92 adaptándolo a las tecnologías actuales; a la revisión de los pavimentos y revestimientos urbanos, con recomendaciones y directrices de materiales a emplear o evitar en pavimentos y fachadas; o a la actualización de las medidas municipales de control respecto a las fuentes de calor como aires acondicionados domésticos e industriales. Todo ello tendrá en cuenta distintos factores como es el caso de la integración de los sistemas anteriores entre sí y con el entorno patrimonial.

Los patios de los colegios, los nodos de la red de transporte público como las paradas de taxis, y los itinerarios comerciales y turísticos son otras de las prioridades que se ha fijado la Gerencia de Urbanismo para extender las zonas de sombra más allá del entoldado de algunas calles del casco antiguo durante el verano o los puentes de San Telmo y Los Remedios a partir de 2023. Para ello, el Ayuntamiento trabaja de la mano con la Escuela de Arquitectura en la estrategia de intervención sobre los espacios públicos de la ciudad para adaptarlos a las temperaturas extremas y al cambio climático.

Los investigadores de la Universidad de Sevilla desarrollan un primer proyecto denominado Sombras: estrategias para el manejo del confort térmico en la ciudad de Sevilla. Esta colaboración se articula a través de la creación de la Cátedra de Urbanismo Ecológico de Sevilla que aglutina distintos grupos de investigación y trabajo multidisciplinar de arquitectura, ingeniería agronómica, ingeniería, sociología, antropología o nuevas tecnologías. El objetivo es buscar soluciones para mejorar el confort térmico de la ciudad.

Durante las jornadas en la que se presentaron las primeras conclusiones y propuestas, el alcalde Antonio Muñoz señaló que “hace un año apostamos por la realización de un trabajo serio y riguroso en torno a las altas temperaturas que se sufren en nuestra ciudad y establecer una serie de medidas concretas para mitigar el calor extremo que se agrava especialmente por el cambio climático. Lo hicimos con la creación de esta Cátedra, una iniciativa sin precedentes, y ahora gracias al análisis y al diagnóstico realizado pasamos ya a una segunda fase en la que vamos a poner en macha proyectos concretos en zonas concretas como es el caso de los proyectos que vamos a desarrollar en el entorno del Parque de Guadaíra como área exterior, en la avenida de Hytasa como muestra de ciudad consolidada, y en el eje plaza del Pumarejo-plaza del Pelícano-San Julián-Puerta de Córdoba como articulación de espacios del centro histórico”.

La sombra también llegará el año que viene al Paseo Marqués de Contadero. La solución adoptada por los técnicos de la Gerencia para acabar con la plaza dura que quedó tras la reurbanización realizada para construir el Centro Integral de Atención al Visitante ha sido aprobada por unanimidad por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico: la colocación de una pérgola de 740 metros cuadrados con velas de quita y pon.

En el informe se detalla que la pérgola de grandes dimensiones no afecta negativamente a los valores propios de un Bien de Interés Cultural (BIC) como es la Torre del Oro. Patrimonio impone la condición de que el color del tejido microperforado que en la documentación presentada aparece como a elegir, “esté en consonancia con los colores claros o crudos que tradicionalmente se instalan en la ciudad, a los efectos de que sea compatible con el entorno donde se ubica y produzca la menor afección posible”.