El próximo martes 11.909 estudiantes se someterán a las pruebas de acceso a la universidad, la antigua Selectividad, ahora denominada Pevau. Bien es sabido -y hasta cuestionado- que este trámite es superado por casi la totalidad de los aspirantes. Ahora bien, el hecho de que se aprueben los exámenes no significa que se logre la calificación necesaria para lograr plaza en la carrera deseada, es decir, que se obtenga la nota de corte. 

Dicha calificación viene condicionada por las plazas ofertadas en cada titulación y por la puntuación obtenida por los aspirantes. De esta forma, los puestos se van ocupando en función del solicitante que tenga la nota más alta (un compendio entre el expediente de Bachillerato y las dos fases de la Selectividad). A partir de ahí, las plazas se otorgan de mayor a menor nota hasta agotar los puestos ofertados por un determinado grado. La nota de corte coincidirá con la calificación obtenida por el último alumno que haya logrado entrar. 

Los jóvenes que se han preparado durante este curso para la Pevau suelen tener claro, en su mayoría, la carrera que quieren estudiar. No obstante, hay indecisos hasta última hora. Para ello, los expertos aconsejan que el alumno opte por el ámbito del saber que más le guste y, dentro de dicha área, elegir la enseñanza universitaria que más posibilidades de inserción laboral presente. En esta cuestión no sólo hay que valorar el perfil de empleado que demanda el mercado de trabajo actualmente, sino también las perspectivas de futuro a medio plazo, cuando concluya la formación superior. 

El listado de referencia

En todo caso, y en vísperas de la Selectividad, conviene recordar las notas de corte más altas que se registraron el año pasado en las universidades públicas sevillanas, la Universidad de Sevilla (US) y la Pablo de Olavide (UPO). Para configurar este listado hay que recurrir a las titulaciones que requirieron más de 13 puntos para entrar. Dicho podio estaba conformado, en el caso de la Hispalense, por 13 grados, una cifra que se incrementa cada año y que evidencia que, pese a la supuesta facilidad con la que se aprueba la Pevau (lo que provoca que sea cuestionada por bastantes profesionales), entrar en la carrera deseada exige en muchas ocasiones lograr la excelencia académica. 

Este grupo lo corona un doble grado, el de Física y Matemáticas, para el que el año pasado –en la primera adjudicación de plazas, que se realiza a principios de julio– se requirió un 13,773. En solo cuatro ediciones la nota de corte había aumentado en 0,243, una cifra que, aunque pueda parecer insignificante, resulta determinante para colmar las expectativas de los jóvenes mejor formados. Le siguió Biomedicina Básica y Experimental, con un 13,705. En tercera posición, aparece una titulación de la UPO, el doble grado de Relaciones Internacionales (RII) y Derecho, con un 13,631.

En la Olavide, la cifra de referencia para conocer las carreras que exigieron mayor nota en 2021 también es 13, número que se alcanzó por primera vez la pasada edición. Este grupo de excelencia lo conformaron siete titulaciones. Al contrario de lo que sucedió en la US, en la segunda universidad pública de Sevilla sí obtuvieron protagonismo las carreras procedentes del ámbito de las Ciencias Sociales y las Humanidades.

El auge de los matemáticos

La cuarta carrera con la nota de corte más alta también es un doble grado de la Facultad de Matemáticas: Matemáticas y Estadísticas, con un 13,575. El cuarto puesto también fue para otra doble titulación relacionada con el conocimiento matemático: Tecnología Informática y Matemáticas (13,546). Ha de observarse aquí que el desarrollo digital –que ha recibido un impulso definitivo con la pandemia– ha provocado que los matemáticos cuenten ahora con un amplio abanico de posibilidades laborales, más allá de impartir la docencia, que era hasta no hace mucho casi el único campo de trabajo. Se trata de un perfil muy requerido por las empresas para el ámbito informático, de ahí que se haya dado la voz de alarma desde la comunidad educativa por la falta de expertos para ocupar los puestos de profesores que imparten dicha asignatura en los institutos, que en muchas ocasiones se cubren con docentes de especialidades afines. Las ofertas que llegan del sector privado –con mejor remuneración– constituyen una dura competencia.

En el quinto puesto de la US se situó Medicina, con un 13,53 en la primera adjudicación de plazas. Esta carrera aumenta cada curso su nota de corte, debido a la gran demanda que recibe. La pandemia ha disparado el interés por las titulaciones relacionadas con el campo de la salud. Así ocurre también con el doble grado Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, con un 13,44; Odontología, con un 13,21; y el doble grado de Farmacia y Óptica y Optometría, que obtuvo un 13,15.

La carrera de "letras" que logró incluirse, por parte de la Hispalense, en este grupo de la excelencia fue la doble titulación de Periodismo y Comunicación Audiovisual, para la que se requirió en la primera adjudicación de plazas un 13,44. Le sigue en el escalafón otra doble titulación, la de Educación Infantil y Educación Primaria, donde la nota de corte fue un 13,415. Detrás de esta calificación siguen tres carreras de la UPO: Traducción e Interpretación en francés y Relaciones Internacionales (13,406), Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas y de la Administración (13,401) y el grado simple de Relaciones Internacionales (13,341).

Ha de señalarse que la única rama de ingeniería que se coló el año pasado en el listado de las carreras de más difícil acceso fue Ingeniería Aeroespacial, de la US, con un 13,22.

Las de más fácil acceso

A la hora de afrontar la Selectividad también resulta de interés conocer las carreras que sólo requirieron un 5 para lograr plaza, lo cual no debe traducirse por completo en una menor inserción laboral. En la US dicho listado lo componen 18 titulaciones, diez menos en dos años, lo que evidencia que cada vez son más los grados que abandonan los últimos puestos y escalan posiciones en el ránking. Tampoco ocupar este escalafón supone que se trate de estudios fáciles, simplemente obedece a la oferta presentada, que es bastante amplia, ya que en ella adquieren protagonismo los centros adscritos a la Hispalense, como Eusa, Cardenal Spínola o la Universidad de Osuna.

En la UPO, las carreras con nota de corte más baja requirieron unas décimas por encima del 5. Fueron tres titulaciones de la misma familia: el doble grado en Comunicación y Comunicación Digital (5,741), el grado en Comunicación Digital (5,720) y el grado en Comunicación (5,426).