Sire, refugiada guineana en Sevilla: "Si no hubiese huido, tendría diez hijos y mi vida no sería mía"

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Sire, con Rocío Fernández, de Accem.
Sire, con Rocío Fernández, de Accem. / José Luis Montero

09 de marzo 2024 - 18:04

"Le dije a mi tía que iba a ir a ver a una amiga y aún no he vuelto a casa". Es el testimonio de Sire, una mujer de Guinea Conakry que iba a ser obligada a casarse, y para escapar de ello decidió huir a España. Como ella, más de 55 millones de mujeres se han visto obligadas a abandonar sus hogares, huyendo de diversas persecuciones.

Sire tenía 16 años cuando notó que pasaba algo raro. "Mi tía preparaba algo con sus amigas", explica a este periódico. Al inicio no le contaba que tenía que casarse, debido a que tenía miedo de que la joven escapara, por lo que esperó a que faltaran pocos días para la celebración del enlace que organizaba.

Cuando Sire lo supo, contactó con su tío y junto a él, que estaba en contra de esta unión, preparó un plan de fuga hacia una vida mejor en España. Para embarcarse en este viaje, su tío contactó con un conocido del pueblo, que trasladó a Sire hasta la capital de Guinea Conakry. La huida de Sire comenzó una noche en la que la joven le pidió a su tía permiso para ir a visitar a una amiga. "Nunca más volví a casa".

Sire posando junto al cartel de 'Atlas Refugio'
Sire posando junto al cartel de 'Atlas Refugio' / José Luis Montero

"Viajé durante dos meses. Primero a Madrid, luego a Bélgica y terminé aquí, en Sevilla", narra la joven guineana. En su llegada a España, Sire consiguió un visado, pero se trasladó a Bélgica debido a que su tío prefería que comenzara su nueva vida desde allí. Cuando pidió el asilo en el país belga se lo denegaron debido a la procedencia española de su visado, por lo que volvió para luego trasladarse a Sevilla.

"Al principio tenía mucho miedo, estaba en un país nuevo sin familia y sin entender nada", explica Sire narrando su llegada a Sevilla, hace ya ocho años. Aunque todo comenzó a mejorar cuando comenzó a ser atendida por la ONG Accem, en la que tal y como la joven guineana sostiene, encontró "a las mejores personas, que me ayudaron y apoyaron".

Entre esas personas que la ayudaron, Sire destaca a Rocío Fernández, o su jefa, como ella la llama cariñosamente. En la actualidad, Fernández es la adjunta a responsable territorial de Accem en Andalucía, y en aquel momento era una de las trabajadoras sociales que atendió a la joven guineana. Gracias a la labor de estas profesionales, Sire consiguió aprender el idioma e insertarse en la vida laboral.

Sire, durante un momento de la entrevista.
Sire, durante un momento de la entrevista. / José Luis Montero

En la actualidad trabaja como asistenta del hogar a media jornada, es la presidenta de la comunidad de mujeres guineanas de la ciudad y cuida de sus dos hijos, junto a su pareja, considerados referentes de la comunidad africana en Sevilla. Sire también colabora con Accem en varias labores, como por ejemplo en la ayuda a la traducción a las recién llegadas.

"Si siguiera en mi pueblo, ahora tendría diez hijos y marido, y mi vida no me pertenecería a mí", apunta la joven guineana, agradeciendo su vida actual, en la que ella toma sus propias decisiones.

También explica a este medio que su madre "sufrió mucho" debido a una unión forzosa en la que era la segunda mujer de su padre. Sire apunta que su madre falleció muy joven, concretamente con 48 años y cinco hijos. A su vez, su padre tuvo diez hijos con su primera mujer.

Sus 14 hermanos viven en África, pero la joven mantiene el contacto con alguno de ellos, con los que a veces habla por teléfono. Sire cuenta que "escucha a sus hermanos pero no les hace caso", ya que como ella le comenta a sus familiares "cada uno elige la vida que quiere vivir", aunque éstos a menudo le contestan que se ha "vuelto blanca", refiriéndose a que la mentalidad de la joven se ha occidentalizado.

Cuando habla de las mujeres que pasan por situaciones similares a la suya las anima a decir stop, a insistir y a que piensen que no es el fin del mundo, que pueden escapar a vivir sus propias vidas, tal y como ella hizo cuando huyó, hace ocho años.

La campaña de Accem

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Accem ha lanzado una campaña para difundir y concienciar sobre las cuestiones que ocasionan la huida masiva de mujeres de sus hogares. En esta campaña, llamada 'Atlas Refugios' la ONG presenta un mapa interactivo que permite profundizar acerca de las principales cuestiones que sufren las mujeres en diferentes países. También contiene testimonios grabados de mujeres atendidas por Accem en España que han sufrido diferentes circunstancias que motivaron la huida de sus hogares.

Rocío Fernández y Sire.
Rocío Fernández y Sire. / José Luis Montero

Rocío Fernández, adjunta a responsable territorial de Accem en Andalucía, apunta que lo que pretende reivindicar la campaña es que "el género en sí mismo debe de ser un motivo por el cual las mujeres puedan solicitar asilo", ya que ellas son las que poseen más problemas como violaciones, tratas o violencia.

Dentro de este 'Atlas Refugio' se han creado las denominadas 'semillas solidarias', en las que tal y como comenta su responsable territorial en Andalucía, "como símbolo de sororidad hacia las mujeres que vienen de otros países, se ha escogido el clavel, flor que hemos adaptado como nacional".

Durante el año pasado, Accem atendió a 691 mujeres en situación de vulnerabilidad en la ciudad de Sevilla, mientras que actualmente 70 mujeres poseen plazas de acogida a través de la ONG.

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