Hornillo pide al alcalde que implante la tasa turística en lugar de un "peaje" en la Plaza de España

La portavoz del grupo Con Podemos-Izquierda Unida, Susana Hornillo, ha rechazado este lunes la instalación de peajes en la Plaza de España como ha propuesto el alcalde, José Luis Sanz, y le ha invitado a tomar acciones más eficaces para preservar el espacio “sin hurtar su uso a los vecinos y vecinas de Sevilla”.

La concejala ha instado al alcalde a aplicar la tasa turística y subir los impuestos a los multipropietarios de pisos turísticos como vía de recaudación para mejorar los servicios públicos de los barrios y proteger el patrimonio “si es que ese es el motivo que lo lleva a querer implantar peajes en la Plaza de España”.

Asimismo, ha solicitado a Sanz que demuestre su compromiso con la conservación de la popular plaza trasladando el Icónica Fest a otra ubicación, al entender que un evento que congrega a 100.000 personas de público en menos de un mes y requiere de la instalación de complejas escenografías “no puede ser compatible con un uso respetuoso del patrimonio”.

En opinión de la dirigente de izquierda, la propuesta del PP no es ninguna ocurrencia, sino que responde a una lógica de ciudad que la que los vecinos de Sevilla son expulsados sistemáticamente para hacer sitio al turismo masivo.

“Nos echan de nuestras casas para poner pisos turísticos, nos restringen el tránsito por calles y plazas para instalar veladores y ahora pretenden que pasemos un control para acceder a una plaza pública”, ha apuntado Hornillo, que considera que el alcalde Sanz realiza la propuesta a sabiendas de que los residentes en la Sevilla no realizarán colas de horas de duración para entrar a la Plaza de España y “el espacio terminará siendo para uso y disfrute del turismo masivo exclusivamente”.

En este sentido, la portavoz de Podemos ha recordado que este modelo de turismo masivo y depredador del espacio público ha contado con la necesaria colaboración tanto de PSOE como de PP en las últimas décadas y ha pedido abrir un debate en torno a la necesidad de un giro estratégico que aleje a Sevilla del turismo de masas y de baja calidad por su impacto negativo en la convivencia y sostenibilidad de la ciudad.