Tráfico planea ampliar el aparcamiento de Arjona

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, sumó ayer un aparcamiento más a los más de 70 estacionamientos subterráneos comprometidos desde 2003, de los que tan sólo dos han sido concluidos. El primer edil prometió la ampliación del parking de la calle Arjona, aunque no se aventuró a dar plazos ni datos. "Va a ser una ampliación significativa, pero aún no hay cifras", indicó el regidor, que señaló que ha encargado un estudio a la Gerencia de Urbanismo para realizar la valoración técnica del proyecto. La única cuestión que precisó es que el incremento de capacidad del estacionamiento se realizará en superficie.

"La ampliación irá acompañada de una adecuación del entorno urbano para que este aparcamiento sea más conocido por la ciudadanía", aseguró el regidor, que agregó que el objetivo del Consistorio es "disuadir a los vehículos privados de entrar en el centro y dejar sin argumento a los que dicen que aparcan mal porque no hay sitio". De las palabras del regidor se deduce que la ampliación podría realizarse junto al frontal de la estación de autobuses, cuya superficie está degradada tras años de abandono.

El aparcamiento de la calle Arjona fue fruto de la reforma integral del entorno de la estación de Plaza de Armas con motivo de la Expo 92. Con más de 1.000 plazas de capacidad, es uno de los mayores aparcamientos de la ciudad, aunque en sus primeros años de funcionamiento la mitad de sus plazas estuvieron cerradas al público. El subterráneo está gestionado por la empresa Promoción de Infraestructuras, que recientemente suscribió con el Consistorio una ampliación de la concesión administrativa. La medida estuvo acompañada de una subida de los precios de los abonos, generando el malestar entre los más de 700 titulares de aquéllos con los que cuenta el aparcamiento.

La lentitud municipal a la hora de acometer el plan de aparcamientos no invita precisamente al optimismo. El estacionamiento de José Laguillo fue la única infraestructura que el gobierno llegó a inaugurar durante el anterior mandato, aunque las obras de urbanización del entorno no finalizaron hasta pasadas las elecciones municipales. Ha tenido que transcurrir más de un año para que sea una realidad otro subterráneo de iniciativa municipal: el de la avenida de Coria, que empezará a admitir vehículos a partir del próximo mes de septiembre.

Un aparcamiento más, el de Crucero Baleares, se encuentra en obras, aunque la polémica suscitada por la aparición de grietas en inmuebles aledaños ha provocado un gran retraso sobre el calendario previsto. El resto está aún en tramitación salvo los de la plaza Rafael Salgado y el Valle, en los cuales se han iniciado los desvíos de servicios previos al comienzo de las obras.