Dos pacientes con graves problemas en el rostro están más cerca de contar con una nueva opción terapéutica, el trasplante de tejido facial. Sólo se han descrito y documentado cinco trasplantes de este tipo en el mundo y el Virgen del Rocío aspira a convertirse en el primer hospital en el ámbito estatal en realizar la compleja operación. Tras un profundo debate de casi cinco horas, el Comité de Ética e Investigación de Andalucía concluyó ayer que "no hay inconveniente ético" para que el hospital realice el primer trasplante facial "en los casos indicados". Según este consejo, integrado por 20 expertos, desde cirujanos, a juristas y especialistas en sexología y tecnología, la ciudad sanitaria dispone de los medios técnicos necesarios y cuenta con un equipo médico preparado para aplicar esta terapia, siempre, en casos muy puntuales en los que han fracasado otros tratamientos. Este trasplante sólo se puede realizar en centros hospitalarios del sistema público y todo el proceso, en cada caso, será sometido a un exhaustivo control, incluida la evolución del paciente tras la intervención.

El trasplante de tejido en el rostro sólo está concebido para solucionar "graves deformaciones faciales que imposibilitan al paciente realizar funciones como comer o respirar y cuando no existen más alternativas", explicó ayer la consejera de Salud, María Jesús Montero. Pacientes que sufren graves tumores, malformaciones congénitas o traumatismos que les impiden realizar una vida normal, y que están condenados a vivir recluidos, pueden beneficiarse de esta alternativa.

El director de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados, Tomás Gómez Cía, aclaró que los trasplantes en la cara no se plantean para corregir problemas estéticos, "sino graves problemas que alteran las funciones respiratorias, en la mayoría de los casos". El especialista reseñó que en la Historia reciente de la Medicina, el primer caso descrito en el mundo "se realizó en Francia hace cuatro años y la evolución es positiva".

El trasplante de tejidos en la cara mejora de manera notable la calidad de vida de los enfermos, si bien no es una operación vital, como por ejemplo, otros tipos de injertos, como el hepático o el de corazón. Cada caso requiere unos estudios muy exhaustivos. Tras la operación, y como en todos los trasplantes, los pacientes tienen que medicarse de por vida para impedir el rechazo del injerto. Cada candidato tiene que ser sometido a un profundo estudio en el hospital y también tiene que contar con un informe favorable de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). La Consejería de Salud ya ha mantenido conversaciones con la ONT y todo indica a que no hay inconvenientes, a priori, para avanzar en esta terapia, adelantó ayer la consejera de Salud. Las próximas reuniones de la comisión de la ONT serán en septiembre u octubre. Y, en caso de que los informes sean positivos, el primer trasplante se podría realizar a finales de año.

La aprobación del Comité Ético demuestra "la excelencia del equipo médico del Virgen del Rocío para realizar intervenciones pioneras", comentó Montero. El Virgen del Rocío cuenta con una amplia trayectoria en microcirugía recontructiva y en reimplantes. En los últimos nueve años, la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados ha atendido a 456 pacientes y ha realizado146 reimplantes. El desarrollo tecnológico y el entrenamiento de los cirujanos han sido decisivos para que el Comité de Ética dé el visto bueno al Virgen del Rocío. En este sentido, Gómez Cía destacó que realizar un trasplante de tejido facial es posible "gracias al trabajo que desarrolla un equipo de excelencia desde hace años en la ciudad hospitalaria". Dos días a la semana un equipo de cirujanos del Virgen del Rocío se dedica a realizar operaciones de microcirugía.

Con el visto bueno de la Comisión Ética e Investigación, el siguiente paso ahora "es contar con consentimiento informado de los dos pacientes candidatos", añadió la consejera de Salud, que dispondrán de todo el tiempo necesario para estudiar los riesgos y los beneficios que les aportará la terapia. En el caso de aceptar esta alternativa terapéutica, los dos candidatos serán sometidos también a un estudio psicológico que evaluará la idoneidad de la intervención.

El trasplante de tejidos en el rostro supone un importante impacto emocional para el paciente. "La cara tiene una importante carga simbólica porque nos identifica como individuos y por ello este tipo de intervenciones tiene que ser para casos muy contados, para pacientes que no tienen otra solución y que no pueden comer o no pueden respirar", explicó ayer Francisco Alarcos, doctor en Teología y miembro del comité de ética.

Esta cirugía, discutida por algunos especialistas, es viable, pero todos coinciden en que sólo debe aplicarse cuando no hay otra alternativa para mejorar la vida del enfermo.