Volver a descubrir el Mediterráneo

Medicina y salud

El doctor Barry Sears defiende una dieta basada en controlar los niveles de inflamación. Ha participado en un congreso científico sobre Medicina Antienvejecimiento y Longevidad.

El doctor Barry Sears, en un momento de la entrevista, en su octava visita a España.
El doctor Barry Sears, en un momento de la entrevista, en su octava visita a España.
Francisco Correal

06 de octubre 2014 - 05:03

Una dieta antiinflamatoria previene el envejecimiento de la piel y además genera beneficios como reducir la sensación de hambre, aumentar el rendimiento físico y no sentirse un extraño dentro de su ropa. Es la tesis de Barry Sears (Long Beach, Estados Unidos, 1947), que el fin de semana participó en Sevilla en un Congreso Internacional de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad.

"Si quieres controlar tu futuro, empieza en la cocina. Si quieres ignorar tu futuro y que terceros lo controlen, come lo que te dé la gana". Así de categórico se mostró el doctor Sears en declaraciones a este periódico. Creador de la dieta de la Zona, dice de ésta que es "una evolución de la dieta mediterránea", con la única diferencia de que en ésta entran hidratos de carbono blanco -pan, arroz, pasta, patatas- y en la de la Zona se invierte el orden con preferencia a los llamados hidratos de carbono "de colores, ricos en polifenoles".

Las afinidades de su plan con la dieta mediterránea son tales que su próximo libro se titulará La Zona mediterránea y asegura que es en los países de este ámbito geográfico, "con el añadido del aceite de oliva", donde está teniendo más aceptación la dieta de la Zona. "¿Hay algo que suene raro?", pregunta después de enumerar las berenjenas, tomates, el brócoli, pimientos, cebollas rojas como elementos de su plan alimentario. "También las fresas, manzanas, pero no incluiría los plátanos por ejemplo".

Fue la concesión del Nobel de Medicina de 1982 a un científico que descubrió una hormona que controlaba la inflamación lo que llevó al doctor Barry Sears a profundizar en estos terrenos. En su juventud jugó al voleibol, detalle que no es baladí. "Las pruebas iniciales las hicimos con atletas olímpicos en los Juegos de Barcelona 92. Los atletas con los que trabajé ganaron siete medallas de oro. Los atletas, sobre todo los de élite, están viviendo en el mundo de la inflamación por la intensidad de los entrenamientos que tienen. La dieta antiinflamatoria les permite recuperar con mucha más efectividad los niveles de glucosa en sangre, les permite cometer menos errores a la hora de competir".

Desde un punto de vista práctico, la dieta de la Zona consiste en dividir un plato en tres partes iguales. Una tercera parte contendrá proteínas bajas en glucosa, "puede ser pescado o pollo, toffe para los veganos, leche o huevos para los lacteovegetarianos". ¿En qué cantidad? "Se determina por el tamaño de la palma de la mano". Las dos terceras partes restantes llevarían hidratos de carbono con polifenoles. La eficacia de la dieta se comprueba "si durante las próximas cinco horas no se tiene sensación de hambre".

En su intervención científica ante más de 350 profesionales de medicina estética y dietética, Barry Sears se centró en el impacto de la dieta antiinflamatoria en frenar el envejecimiento de la piel. "Cuando pensamos en el cuidado de la piel, nos quedamos en la parte externa y olvidamos que la piel que vemos es piel muerta. La piel viva se encuentra por debajo y ahí es donde se notan los efectos de una nutrición adecuada".

Estudioso de las causas moleculares de la aparición de las arrugas, comparte el lema que popularizó Adolfo Domínguez. "Estoy de acuerdo con que la arruga es bella. Con la edad viene la sabiduría y también las arrugas. Lo importante no es vivir más, sino vivir mejor. Una larga vida jugando al golf debe ser sumamente aburrido". En los filósofos antiguos aprendió que la vida es una ruta de normalidad "con algunos picos de felicidad".

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