Ybarra, con una Y con dos aspas: Bilbao y Sevilla

Un Ybarra fue alcalde de Sevilla y otro alcalde de Bilbao. Las dos ciudades unidas por este apellido, representadas en las dos aspas de esa exótica letra del abecedario que se hizo sevillana en 1842, cuando se crea la empresa Hijos de Ybarra y mucho más todavía en 1846, cuando el bilbaíno José María Ybarra y Gutiérrez de Caviedes (1816-1878) fundó con el catalán Narciso Bonaplata la Feria de Abril de Sevilla. Javier de Ybarra y Bergé (1913-1977) fue alcalde de Bilbao entre 1963 y 1969. El 25 de junio de 1977 se jugó en el Vicente Calderón la primera Copa del Rey. La disputaban Betis y Athletic de Bilbao. La ganó el primero en los penalties. Habría Ybarras béticos e Ybarras bilbaínos. Tres días antes de aquella final, el 22 de junio de 1977, justo una semana después de las primeras elecciones democráticas convocadas por Adolfo Suárez, fue encontrado el cadáver de Ybarra y Bergé "cerca del caserío de Rekarte, un refugio de montañeros en el Alto de Barazar", se lee en el libro Vidas Rotas, del que son autores Rogelio Alonso, Florencio Domínguez y Marcos García Rey.

Es cronológicamente la primera víctima mortal de ETA en democracia. Cuatro terroristas disfrazados de enfermeros entraron en el domicilio familiar de este empresario el 20 de mayo de 1977, pocos días antes de iniciarse la campaña electoral. Esposaron a todos sus hijos, según relato de uno de ellos, Javier Ybarra Ybarra, en el libro Nosotros los Ybarra. Relata lo chocante que a los terroristas les resultó entrar en el dormitorio del más pequeño de los hijos, Cosme, de quince años, y encontrar una ikurriña y un póster del Che Guevara. Al industrial lo introdujeron en un Seat 124 camuflado de ambulancia. Llevaban más de diez años amenazándolo para que pagara el impuesto revolucionario, a lo que siempre se negó.

El Ybarra alcalde de Sevilla conoció la I República. El Ybarra alcalde de Bilbao vivió la segunda. En 1934 termina sus estudios de Derecho, que hizo entre Deusto y Salamanca. Su hijo Javier Ybarra Ybarra es el autor del prólogo del libro de la historiadora Clara Zamora Meca Las mujeres Ybarra. Nido y nudo, en el que escribe que "la guerra civil se llevó por delante la vida de 43 Ybarras".

La llegada del apellido a Sevilla viene precedida de avatares políticos. "Sevilla debe al general Espartero la presencia de los Ybarra en su ciudad", escribe Javier Ybarra en dicho prólogo. José Antonio Ybarra ordenó a sus hijos que salieran inmediatamente de Bilbao cuando Espartero, Duque de la Victoria en el callejero de Sevilla, asedió y bombardeó la capital bilbaína. Al tercero de sus hijos, José María, le recomendó que se desplazara a Sevilla.

El Ybarra asesinado era bisnieto de Juan, el mayor de los hijos, que decidió quedarse en Bilbao. José María Ybarra sí cumplió la orden paterna, viajó a Sevilla y en Cádiz conoció a Dolores González Álvarez, hija de un indiano. Se casaron en abril de 1843 en Sevilla. De viaje de novios llegaron en diligencia hasta Bilbao. Celebraron el triunfo de Narváez y supieron que Espartero estaba bombardeando Sevilla. En la primera Feria, la de 1847, nació el tercero de sus hijos.

"Dolores se llamó el primer buque con el que comenzó el cabotaje entre Sevilla y Bilbao", escribe Clara Zamora en su libro sobra las Ybarra. "José María Ybarra llamó así, en honor a su mujer, el velero que uniría la ciudad que eligió para vivir y la que le vio nacer". La de la ría de Nervión con la del barrio de Nervión. En este libro aparece una fotografía de María Teresa Ybarra Villabaso, esposa del político secuestrado y asesinado por ETA, con dos de sus hijos. Su muerte en 1975, dos años antes del secuestro y asesinato de su marido, la libró de padecer ese calvario. En el libro Vidas Rotas escriben sus autores que "cuando el jefe del comando indicó a su víctima que era hora de irse, Javier de Ybarra se dirigió a sus hijos: 'No os preocupéis por mí. Lo más que estos van a poder hacer es pegarme un tiro y, en ese caso, iré a reunirme con vuestra madre en el cielo".

Lo secuestran diez días antes de que empiece la campaña electoral y aparece su cadáver una semana después de las elecciones. 33 días de sufrimiento. El 2 de junio de 1977, veinte días antes de la consumación del crimen, fue detenido en Hendaya Miguel Ángel Apalategui, sospechoso de haber ordenado el secuestro. El 13 de junio la familia Ybarra recibió un ultimátum en el que fijaban como tope para recibir el rescate las 12 de la noche del 15 de junio, el día de las elecciones.

Los Ybarra siempre se levantaron. Ni él pagó el impuesto revolucionario ni su familia el rescate. En la rama sevillana, con 180 años de presencia en la ciudad, se sobrepusieron al incendio que destruyó por completo la fábrica de aceite y derivados de Hijos de Ybarra en Dos Hermanas en julio de 2016. Un apellido presente en todos los sectores destacados de la ciudad, con caseta en una Feria que ha cumplido 175 años de historia con esa Y como símbolo, dos brazos, el de Bilbao y el de Sevilla.