Un apagón dejó sin luz el pasado sábado durante varias horas a la Jefatura de la Policía Local de Sevilla. El corte del fluido eléctrico afectó a la sala de control, donde se reciben todas las llamadas realizadas al teléfono 092, donde los ciudadanos contactan con la Policía para avisar de cualquier suceso o incidencia. Según informaron fuentes municipales, el apagón se produjo a las ocho de la tarde del sábado y estuvo activo durante al menos tres horas y media. A pesar de eso, aseguran las fuentes, saltaron los generadores de emergencia, que dan cobertura a la emisora y a la iluminación general, pero no al aire acondicionado y a otros elementos.

Las mismas fuentes negaron que hubiera una caída de la emisora, como así lo aseguraron desde el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla. Las averías de las transmisiones están siendo continuas en los últimos años y el Ayuntamiento está pendiente de que se pongan en marcha dos contratos, uno referente a la red sectora y el otro para el mantenimiento evolutivo del sistema de transmisiones de sala, con los que se pretende que se resuelvan estos problemas.

Cajonera rota en la Ranilla.

El Sppme denunció ayer en una nota de prensa el estado del mobiliario de la Jefatura, donde armarios, cajoneras y sillas presentan un aspecto muy deteriorado. El sindicato mayoritario hacía referencia a la presentación de los nuevos vehículos de la Policía Local hace unos días, donde el delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, “presumía de unos nuevos vehículos para una policía moderna, y ajustados a las necesidades de la ciudad de Sevilla”. “Quedaron muy bien las fotos de cara al público. Lo que nadie vio es el abandono que sufrimos, todo aquello que no vende y que no se ve a simple vista”, critica la central.

El sindicato apunta la existencia de “cajoneras rotas, sillones rotos, vestuarios sin refrigeración y olores nauseabundos sin renovación de aire”. Para los representantes de los po licías, “está claro que lo único que interesa es la foto y vender una mentira a los ciudadanos. Para conocer la verdad, sólo hay que darse una vuelta por las sedes, o escuchar, cuando se puede, la emisora”.