El área Sur de Sevilla, punta de lanza regional en la atención cardiovascular de la mujer

Un innovador programa asistencial centrado en la salud cardiovascular de la mujer ha colocado al Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla como punta de lanza en el abordaje diferenciado por razón de género en Andalucía. La iniciativa, que acaba de cumplir dos años, se compartió recientemente en el foro anual de la Sociedad Andaluza de Ginecología y Obstetricia (SAGO) bajo el título Obesidad y Salud de la Mujer.

Este innovador grupo de trabajo multidisciplinar es coordinado por la jefa de sección del servicio de Ginecología y Obstetricia, Rosa Oña, y liderado por ginecólogos, cardiólogos y médicos de familia del área sanitaria. Su objetivo principal es potenciar la necesidad de una intervención diferenciada de la patología cardiovascular en la mujer, basándose en estudios científicos que muestran una afectación distinta en comparación con los hombres. Los ámbitos clínicos inicialmente vinculados fueron Ginecología y Obstetricia, por sus implicaciones en las distintas etapas vitales de la mujer; Cardiología, para el abordaje de la enfermedad; y Atención Primaria, como puerta de entrada al sistema sanitario y en la labor de promoción y educación para la salud.

A lo largo de estos dos años, el grupo ha crecido con la integración de otras especialidades que enriquecen su labor, incluyendo matronas, Medicina Preventiva, Endocrinología y técnicos de Promoción de la Salud. La iniciativa tuvo su origen en 2020 con la cardióloga Sara Ballesteros, quien preside el grupo de trabajo emergente en la Sociedad Andaluza de Cardiología Mujer y Cardiopatías. Su conocimiento y liderazgo han sido clave en la puesta en marcha de este grupo multidisciplinar dirigido a abordar la diferenciabilidad de las cardiopatías por razón de género.

Según el Instituto Nacional de Estadística, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, con una diferenciación por sexo donde el 53,3% de las muertes corresponden a mujeres frente al 46,6% a hombres. Precisamente, este grupo de trabajo busca instaurar un abordaje distinto bajo una perspectiva de género, haciendo pivotar en esa diferencialidad el impacto sobre el diagnóstico, evolución y pronóstico de la enfermedad para mejorar la salud cardiovascular en la mujer.

Además de los factores de riesgo clásicos presentes en la población general como son la hipertensión arterial, diabetes, tabaco, colesterol y obesidad, las mujeres suman factores de riesgo específicos por su condición de género y emergentes en la sociedad actual. Los factores específicos se relacionan con las transiciones de salud cardiovascular en las diferentes etapas vitales de la mujer, como la preeclampsia, menopausia precoz, ovario poliquístico o el uso de anticonceptivos. Los factores emergentes están ligados a los nuevos escenarios de la mujer trabajadora, generando estrés laboral, ansiedad,depresión, malos hábitos alimentarios y sedentarismo.

“Las patologías cardíacas son las mismas en hombres y mujeres, pero existen distintos factores que se asocian con una mayor mortalidad de algunas patologías en la mujer”, apunta la doctora Ballesteros. Entre estos factores se incluyen los retrasos en la solicitud de atención médica y en el diagnóstico (a menudo atribuyendo los síntomas a patologías no cardíacas), la menor evidencia científica en población femenina por su subrepresentación en estudios, y el distinto peso de los factores de riesgo cardiovascular en el desarrollo de la enfermedad.

Para garantizar la prevención y detección precoz, el área sanitaria cuenta con un protocolo asistencial específico para el abordaje del riesgo cardiovascular en el postparto. Este protocolo se ha pilotado durante 2024 en dos centros de salud: Arahal y Nuestra Señora de las Nieves en Los Palacios y Villafranca. El grupo de trabajo diseñó un circuito asistencial con un enfoque integral, coordinación multidisciplinar y trabajo en equipo para optimizar los resultados de salud en esta patología de gran mortalidad en mujeres. El objetivo es identificar tempranamente a las mujeres con riesgo cardiovascular en diferentes escenarios como el embarazo, postparto o menopausia, además de potenciar la prevención y el seguimiento clínico.

El circuito comienza en la consulta de la matrona en la visita postparto, incluyendo a usuarias con factores de riesgo aumentado. Se realiza una analítica de sangre y, si los resultados están alterados, se deriva a la paciente al médico de atención primaria. Paralelamente, las mujeres con riesgo cardiovascular aumentado son invitadas a jornadas para aprender a cuidar del corazón y reciben orientación sobre otras estrategias de promoción de la salud locales.

“Avanzamos con una implicación profesional donde abarcamos a mujeres en edades más jóvenes y no postponiendo actuaciones hasta la menopausia o perimenopausia como actualmente se hace desde las consultas del ginecología de forma generalizada”, sostiene la ginecóloga Rosa Oña.