"El asesinato de los Perla no hubiese ocurrido estando de servicio"

El ex policía nacional David Ramírez, que recientemente ha sido condenado a 18 meses de cárcel y a nueve años de inhabilitación por entrar en pisos de las Tres Mil Viviendas, ha solicitado el amparo al Tribunal Constitucional y el indulto total al Ministerio de Justicia, además de solicitar a la Audiencia de Sevilla que suspenda la ejecución de la sentencia mientras se resuelve la petición de la medida de gracia al Gobierno.

En esta triple actuación legal que el abogado defensor Rafael Ramírez García del Junco ha emprendido en el caso de este agente, cuya condena fue ratificada recientemente por el Tribunal Supremo, el letrado recuerda el "perjuicio económico realmente grave" que supone para el agente esta condena, al tiempo que destaca las posibilidades de que se le conceda el indulto, dado el "perfil y la trayectoria" del policía, quien en su más de 20 años acumula hasta 11 condecoraciones, cruces y reconocimientos por su labor profesional.

Así, en el escrito en que solicita el indulto la defensa recuerda que David Ramírez ha estado destinado en Kabul (Afganistán), ha sido miembro de los GOES y ha resuelto conflictos de notoria importancia como "secuestros y la desaparición de hachís de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva". El agente añade que su "compromiso" con el trabajo que ha realizado ha llegado a tal punto que incluso en el caso de la muerte de una menor en las Tres Mil Viviendas por los disparos efectuados por miembros del clan de los Perla "en las intervenciones telefónicas se habla con rotundidad de que ese suceso no hubiese ocurrido si hubiésemos estado de servicio mi compañero y yo".

Apodado por los delincuentes como el corrupto, este agente denuncia que con su enjuiciamiento y condena "no sólo los delincuentes de la ciudad de Sevilla han logrado quitar a grandes policías de la calle", sino que además "se ha dado validez a la declaración de narcotraficantes asesinos, secuestradores y personas fugadas de la Justicia antes que a agentes que tienen una trayectoria intachable en el ejercicio de sus funciones".

En el indulto, el policía añade que ha sido durante años "la pieza en el zapato de los delincuentes del conocido (y más por el señor ministro, al ser de la ciudad de Sevilla) barrio de las 3.000 viviendas". David Ramírez revela asimismo que desde que fue apartado de las calles, la delincuencia se ha "incrementado de un modo notable", afirmaciones que realiza el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Rafael Pertegal, quien en un escrito remitido en su día al juzgado de Instrucción mostraba su indignación por cómo los delincuentes se han "jactado día a día de haber podido quitar de en medio" a estos agentes.

En el escrito, el ex policía denuncia asimismo que la "animadversión inconcebible" por parte de los investigadores de la unidad de Asuntos Internos, "con denuncias cruzadas y falseamiento de documentos en el procedimiento", y lamenta que ha sido condenado por un encubrimiento que "no existe" y un allanamiento de morada donde "ni siquiera se tiene conocimiento del domicilio en el que se entra supuestamente de forma ilegal" para recuperar los objetos del robo.

En el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, la defensa alega la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones, a un proceso con todas las garantías y a la presunción de inocencia.

"Soy un padre de familia que tiene a su cargo a dos hijos, uno de los cuales está preparándose para seguir los pasos de su padre y ser policía; no tengo ni detenciones ni mucho menos condenas anteriores, siendo éste el único y desafortunado tropiezo que he tenido con la Justicia pero con consecuencias que han destrozado mi vida. No soy un delincuente", concluye la petición de indulto total presentada en el Ministerio de Justicia.