Las Atarazanas de Sevilla, una rehabilitación de más de 30 años
El proyecto para dotar de contenidos al astillero alfonsí se dará a conocer este jueves por Cajasol y Cultura
Las Atarazanas de Sevilla se abren al barrio del Arenal
Tras el estreno ayer de las Atarazanas mediante un Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, este jueves será el momento de conocer el proyecto de contenidos para el viejo astillero medieval. La consejera de Cultura, Patricia del Pozo; y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, darán a conocer el proyecto e informarán de los plazos para que Sevilla se reencuentre definitivamente con un inmueble que ha estado esperando su oportunidad durante más de tres décadas y que está llamado a ser uno de sus faros culturales y patrimoniales.
La Junta de Andalucía es la propietaria de las Reales Atarazanas de Sevilla desde el año 1993. La Administración autonómica compró a Defensa las siete naves del viejo astillero para evitar que fueran convertidas en oficinas. La primera idea fue instalar allí el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), algo que finalmente fue descartado por el elevado coste del proyecto lentitud de la rehabilitación. Hasta el año 1999 se invirtieron 6 millones de euros en distintas obras.
La administración autonómica vio el cielo abierto cuando La Caixa se fijó en el astillero alfonsí para hacer el cuarto Caixafórum de España. Parecía que, por fin, esta vez sí, Sevilla y las Reales Atarazanas se encontrarían de nuevo. Corría el año 2009 y habían pasado ya 16 desde la recepción del inmueble. En este tiempo, el monumento sólo había tenidos usos esporádicos, como la exposición del Giraldillo tras su restauración, ser sede de la decadente Muestra Nacional de Artesanía Cofrade (Munarco), o de la Biacs. Minucias para un monumento de tanta categoría e importancia.
De tanto esperar, irrumpió la crisis económica y se llevó por delante el proyecto del Caixafórum. La entidad financiera había heredado, fruto de la absorción de Cajasol, el complejo de Torre Sevilla, trasladando allí el Caixafórum. La Junta y La Caixa llegaron a un acuerdo para hacer en las Reales Atarazanas un gran espacio para resaltar la vinculación de Sevilla con América.
Este proyecto presentó en diciembre de 2014 e iba a ser una realidad a finales de 2016. Pero Adepa denunció en los Juzgados el proyecto de rehabilitación y un juez le dio la razón a los conservacionistas. Comenzaba entonces una nueva etapa de negociación entre la Junta y Adepa para desbloquear la rehabilitación. En diciembre de 2017 se llegaba a un acuerdo. Cuando parecía ya todo solucionado, Adepa denunciaba que el proyecto básico que se les entregó en julio de 2019, para su estudio, no recogía los acuerdos y consideraciones alcanzados en diciembre de 2017 que fueron ratificados un año después.
En ese momento, ya se encontraba al mando de la consejería el actual equipo. Sólo unos días antes, la consejera, Patricia del Pozo, ratificó su compromiso con el proyecto, y la disposición del dinero.
Desde entonces, la Junta y la Caixa estuvieron trabajando codo con codo para sacar adelante un proyecto emblemático que no podía quedar nuevamente varado. En una reunión celebrada en agosto de 2020, la Junta se comprometía con Adepa a presentarles antes del 30 de septiembre el proyecto completo y su coste. Así se hizo. Tras su estudio, los conservacionistas dieron el visto bueno por considerar que la propuesta recogía el grueso de sus reivindicaciones.
Actualmente, sigue pendiente de resolución judicial otra denuncia de Adepa al considerar que finalmente no se cumplió el compromiso alcanzado.
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