En el Día Europeo sin Coches, muchos sevillanos siguieron usando su automóvil por comodidad, por la amenaza de lluvia, por pereza o por necesidad, mientras otra parte de la ciudad celebraba actividades encaminadas a su uso restringido en favor del transporte público o la bicicleta para proteger el medio ambiente.

Pero son el alto precio de los combustibles, la molestia del tráfico o la dificultad para encontrar aparcamiento, más que el aspecto ecológico, lo que mueve a los sevillanos a dejar el coche en casa, aunque en zonas de la ciudad con trajín constante de personas, como Nervión, el uso del automóvil está al orden del día y ayer no iba a ser una excepción.

De la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales entraban y salían ayer de forma constante estudiantes, sobre todo, como Adriana, que esperaba a su hermana en el coche mientras ella consultaba unas notas. "Vivimos en la Avenida de la Paz y normalmente venimos a clase en autobús, por lo que hoy es una excepción, ya que se gasta mucho en gasolina", explicaba esta estudiante. Otro alumno de la Universidad, Juan Pedro, venía de más lejos y se quejaba de la mala combinación de autobuses desde La Algaba. "Tengo que venir en coche porque tardo menos, ya que buses hay cada hora y, aunque me saliera más barato, me conviene más el coche para moverme a mi aire", apuntaba este algabeño.

De la misma forma se expresaban los ciudadanos que se movían por el edificio Viapol, unos con más prisas que otras por trabajo o cuestiones personales, como José María, quien junto a un compañero venía del Aljarafe en coche porque es "más cómodo y rápido". "Somos delegados de personal de Justicia y vamos de un sitio a otro por la ciudad y la provincia. Del Aljarafe hay pocos medios de transporte para llegar y se tarda mucho, por lo que usamos el coche, aunque la zona azul sea un poco incordio", comentaba este representante sindical, que sin embargo sí reconocía utilizar el tren desde el apeadero de San Bernardo. "A veces sí vamos andando o en autobús, e incluso cogemos el Cercanías cuando hay que ir a Lora del Río, Dos Hermanas o Utrera, porque la combinación es buena y están bien comunicados", añadía José María.

También Brígida, administrativa y vecina de Mairena del Alcor, reconocía el uso constante del coche por trabajo, ya que los horarios del autobús no le venían bien. Por su parte, José Antonio comentaba su caso, en el que el coche se hacía "indispensable". "Soy comercial y lo necesito para moverme toda la mañana, aunque ahora me han quitado el carnet y me tiene que llevar mi hermano, hecho que me hace ver más la importancia del coche", señalaba este sevillano.

La cuestión laboral es el caso más común en el que los ciudadanos se excusaban para el uso del automóvil, aunque algunos reconocían que de vez en cuando lo dejaban en el garaje. "Tardo 20 minutos en coche de la Ronda de Capuchinos a Los Remedios, con garaje en los dos lados, aunque a veces sí utilizo la bicicleta porque me encanta y de paso ahorro en gasolina", comentaba María José, que sin embargo lo cogía "por si tengo que salir a algún pueblo, además de por comodidad y pereza". "Yo hoy podría haber dejado el coche en casa", reconocía esta abogada, que apuntaba a la zona azul como un engorro, aunque valoraba positivamente el sentido único de la Ronda. "Me gusta, me viene bien y se nota más despejada", añadía María José, quien, como otros ciudadanos, desconocía que ayer fuera el Día Europeo sin Coches.

Lo mismo le ocurría a Jesús, que vive en Triana y trabaja en Sevilla Este, y que usaba el autobús cuando podía. "Ojalá pudiera utilizar sólo la bici y el bus, pero me resulta complicado muchas veces porque voy de un lado para otro a hacer gestiones, incluso fuera de Sevilla, y me hace falta", explicaba este administrativo, quien, como la mayoría de los consultados, usaba el coche por necesidad.