Las bicicletas ¿son para el verano?

El mal tiempo reduce la asistencia a la fiesta ciclista del Alamillo, pero no la fe de sus 'militantes'

Manuel Conradi

21 de abril 2008 - 05:03

El Día Metropolitano de la Bicicleta llegó ayer a su décima edición con una bien ganada reputación como jornada lúdica, pero también reivindicativa. Y ayer volvió a cumplir con ella, aunque gozó de una asistencia mucho menor que en otras ocasiones. La amenaza de lluvia, en efecto, retrajo a los ciclistas, que si el año pasado llenaban el Parque del Alamillo, con más de 7.000 bicicletas, ayer eran unos 2.000.

Sólo se suspendió, según la organización, una de las marchas, la de Alcalá de Guadaíra, y por problemas de obras en la vía. "Un grupo ha querido seguir y se han puesto de barro hasta las cejas", explicaban en el control de llegada. "Los que han venido hoy", comentaba Adolfo Fernández Palomares, director del Parque del Alamillo, "son los militantes".

De La Algaba, por ejemplo, llegaron 300 ciclistas, aunque en el camino se lo pensaron: "Preguntamos si nos volvíamos o seguíamos y todos quisieron seguir, menos cinco chavales", contaba José Manuel Ballesteros, uno de los coordinadores de la convocatoria auspiciada por asociaciones ecologistas y vecinales. "Sí hay que reivindicar, hay que estar aquí", añadía José Manuel, quien afirmaba que en su pueblo la bicicleta es de uso común: "Las mujeres van a hacer la compra con ella. Como es muy llano, y el tráfico se ha puesto infernal...".

Entre regalos de cintas reflectantes, expositores de empresas y clubes autorizados para registrar las bicicletas con el tornillo idenfiticador (19 euros), animadores y actividades lúdicas, también había sitio para la música y la literatura. Junto al hórreo, el grupo Jazz de Marras solicitaba un "chubasquero tamaño escenario" que luego no les hizo falta, para ser sustituidos por el poeta Rafael de Cózar, en un adelanto del Día del Libro.

Poesía y ciclismo estuvieron ayer íntimamente ligados: El grupo Poetas en Bicicleta recibió un reconocimiento por la publicación del libro-homenaje del mismo nombre. Francisco Vélez, el editor del libro, que recopiló poemas de más de 60 autores, afirmaba que la bicicleta "es muy poética. Si le preguntaran a un poeta, las ruedas serían hexagonales, no redondas". Francisco no puede montar en bicicleta por su salud, pero sí sus compañeros Fran Nuño y Pedro Luis Ibáñez Lérida. Este último destacaba la "intimidad que se crea entre ciclista y paisaje, que conmueve".

Pero, a efectos prácticos, ¿es, visto lo de ayer, la bicicleta una alternativa válida como medio de transporte?. Victoriano, que llegó de Sevilla Este, piensa que sí. "Yo voy a mi trabajo en coche, pero si en la Nacional IV hubiera carril bici, no me lo pensaría". A sus 7 1 años, Blanca coge la bici "para todo. Antes sí utilizaba el coche, aunque cuando estaba como ATS en Fuentes de Andalucía hacía los servicios en bici".

José Jiménez Campos vino con otros siete Jiménez en el grupo de La Rinconada, y tampoco tiene dudas: "Mi padre trabajaba en Triana y e iba todos los días en bicicleta, lloviera o no". Y el coordinador de su grupo, Francisco González, unía al buen clima general la posibilidad "de montar la bici plegable en los autobuses".

La redacción de un plan de uso combinado de la bicicleta con el transporte público, junto a la extensión de los carriles bici por el área metropolitana y la conexión con la capital eran precisamente algunas de las reivindicaciones de la Plataforma por el Carril Bici y la Movilidad Sostenible. Uno de sus responsables, Ricardo Marqués cree en que el clima no es óbice para su proyecto: "La bicicleta tiene la lluvia como punto flaco, pero si en Amsterdam, que es mucho más húmeda, lo han conseguido, ¿por qué no va a ser posible en Sevilla?".

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