José Luis Muñoz ha acabado su formación obligatoria con una nota media bastante alta: 8,5. Este joven de Torreblanca quiere continuar sus estudios con una FP de grado medio en técnico de Informática, un campo del conocimiento que le apasiona. Sin embargo, pese a su buen currículo educativo, sus pretensiones se pueden ver frustradas el próximo curso por un error en la tramitación telemática de la escolarización. La Junta de Andalucía, por ahora, hace caso omiso a la petición de solución.
La burocracia se antepone al deseo de superación de una familia. Alicia González es la madre de este menor, que ha acabado cuarto de la ESO en el IES Torreblanca. Durante el mes de junio se encargó del proceso de escolarización de su hijo. Siguiendo las recomendaciones de la Administración educativa, realizó dicho trámite a través del portal que ha habilitado la Consejería de Educación y Deporte para tal fin.
"Yo no soy experta en internet, pero como los centros educativos aconsejan hacerlo de esta manera, pues así lo realicé", confiesa González, quien se equivocó a la hora de elegir el tipo de FP que solicitaba su hijo. "En lugar del grado medio en Informática, pedí una FP Básica", explica.
Tal petición siguió su curso, hasta que la familia de José Luis Muñoz se dio cuenta del error. Comenzó entonces un camino de peticiones para subsanar el fallo que, por el momento, se ha encontrado con la negativa del aparato administrativo. "Resulta incomprensible, puesto que el propio centro donde mi hijo quiere estudiar, el IES Ciudad Jardín, se debería haber percatado de que la FP Básica la piden quienes no han podido acabar la ESO, cuando mi hijo tiene una nota de 8,5 en Secundaria", asevera. En dicho instituto, cuando fue a explicar el error, le contestaron literalmente con un ejemplo: "Es como si usted en la verdulería quiere comprar tomates y al final acaba pidiendo pimientos".
Las alternativas de Educación
No ha faltado por recurrir tampoco a la Delegación territorial de Educación, donde la única solución que le han dado es que espere a la adjudicación de plazas en septiembre o que, en caso de que el joven insista en estudiar el grado medio de Informática, presente la solicitud el próximo año, lo que supone perder un curso entero.
"Otra opción es matricularse en la FP de Auxiliar Administrativo que oferta el instituto donde él ha estudiado, el Torreblanca, pero la dirección tampoco nos garantiza que para septiembre queden plazas en esta titulación, por lo que un joven con tan buen expediente académico se vería obligado a perder un curso por un simple error en la tramitación. Es algo injusto", lamenta esta madre, que no entiende cómo el departamento que dirige Javier Imbroda, que tanta apuesta hace por la FP y por que menores de zonas desfavorecidas tengan las mismas oportunidades de desarrollo a través de la educación, anteponga la burocracia al futuro académico y laboral de los jóvenes andaluces.
Esta situación, además, no sólo le ha ocurrido a esta familia, sino que afecta a otros vecinos de Torreblanca por la falta de destreza en procedimientos telemáticos.
