"Me ha cambiado la vida"
Montse asegura que hay un antes y un después tras el trasplante de un riñón que ha recibido de su propio padre.
Montserrat Juárez es una de las jóvenes sevillanas beneficiadas por el programa de donaciones y trasplantes del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Tiene ahora 20 años y hace tres semanas que la intervinieron para un trasplante renal, que de momento ha sido todo un éxito. La joven asegura que, aunque aún es demasiado pronto y tiene que seguir acudiendo a revisiones periódicas, le ha cambiado la vida, "en todo. En la alimentación, la forma en la que tengo que cuidarme para comer y para todo, las consultas, los medicamentos...".
A los 18 años le detectaron un fallo renal que le impediría hacer la vida normal de una niña de su edad. Dos años más tarde fue sometida a un trasplante renal.
Tiempo después, el hospital le propuso a ella y a su familia el trasplante de donante en vivo, que le ahorraría tener que ingresar en una rigurosa lista de espera y, si finalmente se llevaba a cabo, conseguiría mejorar su calidad de vida.
Le explicaron que la donación en vivo consistía en la realización de unas pruebas de compatibilidad a los miembros de su familia: padre, madre y hermanos. Si alguno de ellos resultaba ser compatible podría donarle su órgano a la joven, algo que no es fácil puesto que depende de las características del enfermo. En el 30% de los casos, no es posible ceder un riñón a un ser querido, ya sea por incompatibilidad del grupo sanguíneo o por problemas inmunológicos.
El primero en realizarse los análisis fue su padre, Manuel Juárez. Las pruebas concluyeron que su riñón era compatible con el de Montse. Éste no dudó ni un momento en donar uno de sus órganos a su hija.
A partir del trasplante las visitas al médico irán disminuyendo si no hay ningún contratiempo. "Ahora tengo que ir una vez a la semana a consulta pero, si todo va bien, después será una vez al mes; cuando pase un año una vez cada seis meses y así", explicaba ayer la joven sevillana a este periódico.
Montserrat destaca la importancia de la donación, y ante la pregunta de qué le diría ella a los familiares que están en un duro momento por la muerte de alguien cercano para que donen sus órganos responde: "Realmente a una persona le cambia la vida, sales nueva. No puedo explicarlo, eres otra persona distinta sales a la calle y ya no estás enferma, sales buena".
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