Caos monumental por la lluvia en Sevilla
La ciudad se desborda por completo en una jornada en la que se batió el récord de precipitaciones, con 115 litros en 15 horas
Las imágenes del centro anegado por las lluvias
La lluvia provocó este miércoles un caos monumental en Sevilla, donde se inundaron calles, garajes, viviendas, locales, negocios, autobuses urbanos y hasta hospitales, donde cayeron ramas de gran tamaño en distintos puntos de la ciudad y donde se quedaron coches atrapados en el agua en mitad de avenidas principales. Lo que se vivió durante las horas centrales del día fue un verdadero despropósito, con calles convertidas en lagunas tras varias horas lloviendo y una población asistiendo desconcertada a un espectáculo a través de sus teléfonos móviles y de las redes sociales, sin saber si tenían que recoger a sus hijos del colegio o pedir permiso en la empresa para marcharse a casa y seguir teletrabajando.
En sus dispositivos, los ciudadanos pudieron ver vídeos tan surrealistas como el de una manta de agua cubriendo el suelo de un autobús de Tussam, el de una cascada cayendo hacia la planta sótano de la tienda de Zara de la plaza del Duque, el de un enorme árbol caído y cruzado en mitad de la calzada en Luis Montoto a la altura de San Benito, el de un joven rescatando a un hombre de un coche que se quedó abandonado en mitad del agua en la calle Reyes Católicos, el de un vehículo casi convertido en submarino en el paso subterráneo junto al Hospital Virgen del Rocío, el del agua fluyendo por las escaleras que llevan al sótano del Hospital Virgen Macarena y el de varios contenedores flotando en mitad de una calle tan céntrica como Alfonso XII, entre muchos otros.
Esa sucesión de imágenes compuso la crónica fragmentada de una mañana en la que se echaron demasiado en falta a los servicios de emergencia, completamente desbordados ante la intensidad y duración de la lluvia. "¿Por qué no viene la Policía Local para ordenar el tráfico?", se preguntaba un hombre mientras veía cómo el atasco de la calle Reyes Católicos, provocado por el BMW abandonado, iba creciendo a la misma velocidad con la que subía el nivel del agua en el suelo. A unos metros, María Dolores y Joaquín, vecinos de la calle Gravina, sostienen que llevan cuarenta años viviendo ahí y nunca habían visto esa calle inundada.
Estaba previsto que lloviera mucho. Prueba de ello es que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) elevó el día antes el aviso al color naranja, manteniéndolo en rojo sólo para ciertas comarcas de la provincia de Huelva. La borrasca descargó con fuerza sobre la capital andaluza, primero con un enorme chaparrón entre las cinco y las seis de la madrugada y luego con una mañana que se fue metiendo cada vez más en agua hasta alcanzar los 115 litros por metro cuadrado. Esa cantidad cayó entre la medianoche y las tres de la tarde, según los datos publicados por Emasesa. En determinados momentos se registraron 25 litros en una hora. En esa hora llovió la quinta parte de la media anual que suele recoger la ciudad. Todos los tanques de tormentas se llenaron.
Según el Ayuntamiento, no hay constancia en registros oficiales de que la ciudad hubiera registrado tanta lluvia en un día. El máximo registrado en la serie de Sevilla capital es de 109,3 litros por metro cuadrado, el 2 de noviembre de 1997. El récord no puede maquillar una realidad, que es la absoluta falta de limpieza de imbornales que sufre esta ciudad, y que provoca año tras año que las primeras lluvias serias en unos meses generen un absoluto descontrol, pues los desagües no funcionan como deberían. Afortunadamente, ninguna persona resultó herida.
Bien harían las autoridades en analizar su gestión a lo largo de este día. Con una alerta naranja como ésta, hace casi un año la Junta decidió suspender las clases para reducir los desplazamientos. Muchas empresas e instituciones se unieron permitiendo el teletrabajo. Pesaba lo ocurrido en Valencia apenas unos días atrás, aunque luego apenas llovió. Este miércoles, la tromba de agua sorprendió a la población en sus puestos de trabajo y en sus quehaceres diarios, complicando sobre todo la vuelta a casa al mediodía. Hubo quien se vio atrapado por el agua y tuvo que soltar el coche en mitad de una calle porque no podía seguir. Las universidades suspendieron sus clases de la tarde. O las dieron on line, como hizo la Loyola.
La Policía Local se vio obligada a cortar varias calles, algunas de ellas arterias principales cuyo cierre contribuyó a engrandecer un atasco que es habitual cada vez que llueve, por poco que caiga, en Sevilla. La Ronda del Tamarguillo, Carlos Marx, Luis Montoto, Guadalbullón o la Glorieta Sergio Rodríguez-Prat fueron algunas de estas vías. La SE-20, conocida popularmente como Ronda Supernorte, también tuvo que ser cortada, al igual que ocurrió en algunos pasos subterráneos, como el del Hospital Virgen del Rocío. El rosario de incidencias superó las 600.
El hospital Virgen Macarena activó un plan de contingencia para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal, así como para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales. El Metro suspendió la circulación entre las estaciones de Amate y La Plata. Los trenes hacían el trayecto entre Ciudad Expo y Amate y entre La Plata y Olivar de Quintos, dificultando el regreso de los estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide, que sólo podían llegar hasta la Plata y continuar andando bajo el diluvio hasta la estación de Amate. Adif suspendió la circulación de los trenes por ambas vías entre el apeadero de San Bernardo y la estación de Santa Justa, por acumulación de agua.
Los trenes de cercanías de las líneas C-1, C-4 y C-5 quedaron detenidos en las estaciones. Varios pasajeros permanecieron atrapados durante casi tres horas en un tren de Cercanías C-1 que cubre el servicio con Utrera. El convoy, que había salido alrededor de la 13:00 horas, se detuvo junto a la estación de Cantaelgallo, en Dos Hermanas. También se interrumpió la circulación entre Sevilla y Huelva por falta de tensión en una catenaria en San Juan del Puerto.
Varias carreteras tuvieron que cortarse a lo largo de la mañana, por acumulación de agua en ellas. Se cerraron el paso subterráneo bajo el ferrocarril en Brenes, la A-474 en Bollullos de la Mitación, la A-380 en La Puebla de Cazalla o la vía de servicio de la A-92, entre otros. En el polígono El Manchón, el agua salía como un géiser de las alcantarillas.
En otros municipios, destacaron incidencias como la anegación de un centro de atención primaria en Pilas; la de una residencia de mayores en Carmona o el desprendimiento de un árbol de grandes dimensiones en el patio de un centro de educación infantil del Gelves. En Torrepalma, en Carmona, un hombre resultó herido por la caída de una pared en su casa. Fue la única persona que sufrió lesiones en un caótico día de lluvia.
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