La casa vence al trabajo
Los vecinos de zonas con gran demanda como Los Remedios tendrán prioridad para lograr plaza sobre los trabajadores de la Cartuja, Triana o el propio barrio.
Vivir cerca de un colegio vale más que trabajar en sus proximidades. El proceso de escolarización que comienza hoy supone la puesta en funcionamiento del nuevo decreto aprobado la semana pasada que introduce cambios en la baremación, por lo que el domicilio familiar gana en puntuación sobre el laboral, lo que en la práctica supone dar prioridad a los vecinos sobre los trabajadores de un barrio a la hora de conseguir una vacante en un centro educativo. La normativa refuerza, además, el agrupamiento familiar, ya que ahora un niño de tres años podrá entrar en un colegio si cuenta con un hermano estudiando en un instituto adscrito al centro educativo que solicita.
Uno de los más complejos procesos a los que se enfrenta cada año la administración regional comienza hoy. La Junta oferta para este año en la provincia de Sevilla 335.330 plazas escolares, 3.150 más que en el presente curso. Las mayores dificultades para lograr una vacante se presentan en el segundo ciclo de Educación Infantil, etapa voluntaria para la que existen 25.050 puestos, con un incremento de 650. Aunque la oferta es siempre superior a la demanda, los problemas surgen cuando para determinados centros hay un mayor volumen de solicitudes que plazas, para lo que se aplica la baremación recogida en el nuevo decreto.
La principal novedad es que el domicilio familiar gana peso sobre el laboral, esto es, ser vecino de un colegio tendrá más puntos (14), que trabajar cerca (10), conceptos que hasta 2010 eran valorados igual (10 puntos). En la práctica este cambio supone un alivio para los residentes de ciertos barrios que comprobaban cómo sus hijos no podían entrar en el colegio solicitado, pese a vivir a pocos metros de él, ya que sus plazas eran ocupadas por los de los empleados que trabajan, en algunas ocasiones, a varios kilómetros alejados del centro educativo. La situación era bastante problemática en zonas como Los Remedios, donde sus vecinos tenían que competir en colegios como los Padres Blancos, Maristas o Santa Ana con los trabajadores del propio barrio, Triana y el parque tecnológico de la Cartuja, al formar parte de un único distrito educativo. La misma suerte corrían los vecinos del centro histórico de la ciudad a la hora de entrar en determinados colegios, ya que desde 2009, cuando se elaboró el nuevo mapa escolar, su zona de influencia se amplió hasta San Jerónimo, incluyendo todos los empleados de este barrio y la Macarena. Una competencia brutal. Con la nueva baremación también se espera acabar con el problema surgido hace dos años con los vecinos de Heliópolis y Bami que querían matricular a sus hijos en centros concertados de la zona, como el Claret, ya que tenían las mismas posibilidades que la plantilla sanitaria del Hospital Virgen del Rocío. No obstante, el año pasado se produjo un cierto receso en la demanda en estas zonas debido, en parte, a la crisis que ha provocado la pérdida de muchos empleos en Nervión o la Cartuja, lo que bajó el número de solicitudes por domicilio laboral.
Sin embargo, el principal factor para poder entrar sin problemas en un centro educativo sostenido con fondos públicos, sobre todo a los tres años cuando se asegura la permanencia, es contar con un hermano ya matriculado en él. Este aspecto, cuya valoración ya fue incrementada el año pasado, cuenta ahora con 16 puntos, lo máximo. Dicho concepto, además, se ha ampliado, por lo que los hijos de un matrimonio de relaciones anteriores se beneficiarán de esta puntuación, que también se aplicará en el caso de que un niño cuente con un hermano en un instituto adscrito al colegio para el que solicita plaza. De las 22.930 solicitudes que se presentaron el año pasado para el primer curso de segundo ciclo de Infantil, 8.299 consiguieron puntuación por agrupamiento familiar, todas -excepto una- lograron entrar. Otro de los factores que también ve incrementado su puntuación es el de tener a uno de los padres trabajando en el centro para el que se solicita una vacante, valorado con cuatro puntos.
El próximo curso a la oferta de Infantil se sumarán 26 aulas con la apertura de colegios en Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Burguillos, Mairena del Aljarafe, Santiponce y Gelves. En la capital sólo se abrirá el Instituto Jacarandá, en Sevilla Este, que empezará a funcionar en las caracolas usadas hasta ahora por un colegio. Palomares también tendrá un nuevo instituto.
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