La cera sigue acumulada en las calles de Sevilla tres días después de la Semana Santa

Han pasado ya tres días desde que concluyó el Domingo de Resurrección -y con él las cofradías de la Semana Santa de Sevilla-, pero las calles del centro de la ciudad siguen llenas de cera. Un depósito que se convierte en peligroso cuando el termómetro comienza a subir. No en vano, para las próximas jornadas se esperan máximas de 30 grados, lo que provocaría que dichos restos se derritieran y provocaran caídas de importancia entre peatones y conductores de motos.

Muchos de los viandantes que pasean esta Semana de Pascua por el Casco Antiguo hispalense lo han advertido. Han transcurrido ya varias jornadas desde que la última cofradía (la de la Resurrección) pasara por las vías del centro de la ciudad y la cera sigue acumulada en el pavimento. Todo ello teniendo en cuenta que desde el gobierno de José Luis Sanz se prometió un dispositivo especial de Lipasam -conformado por 800 operarios-, cuya actuación sería "inmediata" tras los días santos.

Tal rapidez no se constata, por ahora, en el viario más céntrico de la ciudad, por donde más cofradías han pasado y el que, por tanto, se acumula más cera. Ni en Sierpes, O'Donnell o Bailén se ha procedido aún a su retirada.

En algunas de estas calles, además, se procede esta semana a colocar los toldos que aportan sombra, pero sin la cera eliminada.

Los peatones advierten del peligro de que este depósito permanezca con el vuelco que ha dado el tiempo. Tras dejar atrás una Semana Santa marcada por la presencia de chubascos y el frío, se avecinan días en los que se esperan máximas de 30 grados. Temperatura totalmente primaveral que derretirá la cera y la convertirá en un líquido peligroso, que puede provocar que viandantes y motoristas resbalen.

El grupo municipal de Vox se ha hecho eco este miércoles de dicha situación en las redes sociales. Ha recriminado al gobierno local que la promesa de la retirada inmediata de la cera no se haya llevado a cabo todavía. Este partido se ha convertido en socio del PP para sacar adelante varios proyectos, entre ellos, los Presupuestos de 2025.

Las explicaciones del gobierno local

Frente a las críticas de este partido, el gobierno local defiende la actuación emprendida desde que acabó la Semana Santa. Fuentes municipales aseguran que el número de máquinas quitaceras ha pasado de tres a siete en dos años. Puntualizan que, a diferencia de lo denunciado por Vox, los 300 vehículos que conforman el dispositivo especial puesto en marcha por Lipasam en los días de la fiesta religiosa, no solamente se destinan a la retirada de la cera, sino a la limpieza general de la ciudad.

Estos días se trabaja a tres turnos. Sólo para la retirada de dicho depósito se cuenta con un equipo de 24 personas, que priorizan las calles con mayor tránsito de vehículos, con el fin de prevenir accidentes. Por ahora, no se tiene constancia de ningún incidente relacionado con la cera.

También defienden que "ningún gobierno local ha tardado menos de tres días" en este cometido. De hecho, precisan desde el gobierno local, la media habitual de duración es de 20 días. "En otros mandatos se daba de plazo un mes", abundan.

Detallan que el tratamiento actual de limpieza de cera es "complejo", ya que consiste en la aplicación de agua fría a muy alta presión, por lo que en un centímetro cuadrado se aplican hasta 350 o 400 kilos de presión. Para ello se utiliza un camión impulsor con bomba y depósito incorporado, conectado a un carro con toberas giratorias que proyectan el agua a presión sobre el pavimento. Con este mecanismo se logra desincrustar la cera.