Los polígonos industriales reclaman seguridad tras recorte en los horarios
Coronavirus Sevilla
Los empresarios temen que los atracos sigan en aumento en parques que echarán el cierre antes por la pérdida de negocio y de plantillas
Relativa normalidad en los parques y polígonos industriales de la capital. Sólo quienes conocen bien estas zonas de trabajo intuyen que detrás de las persianas de algunas empresas cerradas hay menos actividad de la habitual. El trasiego de vehículos por estas calles ha sido continuo durante la mañana y sólo el menor volumen de coches aparcados confirman que el personal se ha reducido. Bazares chinos y bares y cafeterías están cerrados a cal y canto. Y algunas empresas han optado por reducir plantillas o por el teletrabajo.
"Hoy hay movimiento, no nos corresponde a nosotros decir si quienes continúan con su actividad están cumpliendo o no la normnativa, pero lo cierto es que el panorama cambiará en poco tiempo", comenta Antonio López Balbuena, presidente de la Asociacion de Parques Industriales de Sevilla.
Él ha optado por el teletrabajo, pero su comunicación es continua y fluida con otros empresarios asociados, que dan buena cuenta de que aparentemente es un día normal y que todo apunta a que las jornadas se irán acortando y adelantando los horarios de cierre.
Ése es ahora el gran temor, la seguridad en polígonos vacíos gran parte del día. De hecho es la única reivindicación que la asociación ha planteado ante la patronal para trasladarla a la reunión con el Ayuntamiento de Sevilla donde este lunes se han estudiado fórmulas para ayudar a los empresarios. Según López Balbuena, los atracos, con violencia, son frecuentes desde el pasado otoño, por lo que exigen una mayor presencia y coordinación policial en estas zonas industriales para lograr un efecto disuasorio. "Lo ideal sería contar con una patrulla de la Policía Local para parques industriales", apunta Balbuena, recordando que ésa es una de las peticiones que contiene su particular libro gordo de Pepete que hace años está en la mesa del Ayuntamiento de Sevilla.
Pero muy conscientes de que no es el momento para reivindicar nada más, temen que el panorama que se avecine merme aún más de servicios estas zonas y a sus inquilinos. Estos empresarios no se han repuesto aún de la anterior crisis. Un buen termómetro, según Balbuena, son los bares de estas zonas. "En 2007 había colas y turnos para comer y hoy los que se quedan a esa hora se toman una o dos topas en la barra. La situación, tras el bache grande de la crisis, ha mejorado pero nadie está para tirar cohetes", apunta.
Los parques industriales de Sevilla contaban antes de la crisis con unas 2.000 empresas y casi 50.000 trabajadores, según estimaciones de la asociación. Cifras que ahora se rebajan a 1.800 empresas y menos de 40.000 empleados, apunta Balbuena. Algunas son grandes empresas, pero la mayoría negocios familiares que van a tener que recurrir igualmente a los ERTEs para salir adelante estos días.
Algunos, según la asociación, lo están intentando desde el sábado, peleando con una herramienta telemática que ha impedido la presentación de los expedientes y otros están esperando por consejo de sus asesores hasta ver qué ayudas articula el Gobierno que reduzcan en tiempo y forma estos procedimientos. "Al margen de esto lo que se avecina es una aalancha de devoluciones bancarias", augura Balbuena que explica el panorama que se avecina de manera sencilla: "Si nuestros clientes, que son empresas pequeñas, tienen falta de liquidez nos devolverán los giros bancarios y nos pondrán en una situación de números rojos que propiciará un bloqueo de nuestros negocios pues ni nosotros podremos venderles ni ellos tampoco y habrá muchas dificultades para pagar a los proveedores, circunstancia que, hasta que las entidades bancarias reaccionen, va a suponer un golpe muy duro para todos", resume el empresario.
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