Las aceras al sol y la tardanza centran las críticas al Ayuntamiento de Sevilla por los toldos de la Avenida

Los sevillanos lamentan la colocación de sombra sólo sobre la zona por la que discurre el Metrocentro y la tardanza en ejecutar la obra, con dos meses de verano ya a cuestas

La Avenida estrena toldos sin fecha para colocar el extremo más cercano a Plaza Nueva

La zona entoldada de la Avenida, casi desierta de peatones ayer con el Metrocentro asomando al fondo.
La zona entoldada de la Avenida, casi desierta de peatones ayer con el Metrocentro asomando al fondo. / Antonio Pizarro

Los toldos que el Ayuntamiento ha instalado al final de la avenida de la Constitución, entre el Coliseo y la Puerta de Jerez, siguen generando más rechazo que aprobación. Hay dos motivos principales en las quejas ciudadanas contra la ejecución de una medida en realidad necesaria, no sólo en el centro sino en muchas zonas de la ciudad. Uno, que las velas colocadas sobre dieciséis cubos de hormigón estén sobre el vano central de la calle, es decir, sobre las vías del Metrocentro, con lo que las aceras siguen estando al sol. Y el segundo, la tardanza en hacer la obra, con el verano ya tan avanzado que sólo falta un mes para que termine.

La protesta mayoritaria, la del tranvía, tiene su matiz. Es innegable que los toldos no llenan todo el ancho de la Avenida y que las aceras están desprotegidas cuando el sol les da de frente, que además es a la hora a la que suele hacer más calor (sobre las tres de la tarde). Pero también es verdad que muchos sevillanos van por la parte central, la que está sombreada, cuando no tienen el tranvía a la vista.

En las redes sociales del Ayuntamiento hay centenares de comentarios. Sólo en la publicación de la noticia oficial en el antiguo Twitter hay más de 700 y muchos se refieren con sarcasmo a ese hecho. “¡Qué bien, sombrita para el tranvía!”, dice la historiadora Paloma Castillo. “Qué fresquito se está cuando se cruza las vías del tranvía”, afirma Ana. “Una infraestructura que prácticamente deja al peatón igual que estaba, sin sombra”, denuncia Paco Benítez.

El otro argumento de los descontentos se antoja irrefutable y, lo peor, es una repetición de lo ocurrido el año pasado con los toldos del Paseo Marqués de Contadero, que se colocaron... a principios de septiembre. Encima no duraron ni un mes: el huracán Kirk se los llevó por delante.

La dilación en meterle sombra a la Avenida también centra muchas de las críticas. “Ah, mira qué prontito... Este año no os coge el toro con la calor”, bromea Ángela Lorenzo. “Solo os ha faltado ponerlo para invierno”, escribe Pablo. “Id poniendo ya las luces de Navidad porque a este ritmo os va a pillar el toro”, espeta José Enrique Ortega. “Se nota que habéis agilizado las actuaciones al máximo, un poco más y los ponéis para Reyes”, ironiza José Mari. “Justo a tiempo ahora que empieza el calor”, opina Rafael Castro.

En el debe de la obra hay otra consideración: todavía no se sabe cuándo se va a ejecutar la segunda fase del sombreado, desde Filella y el Banco de España hasta el cruce con Alemanes y García de Vinuesa. A la espera de que el Banco dé la autorización para que los cables que sostienen las velas se claven en su fachada oeste, diez pilares de hormigón esperan que se les pongan los toldos encima. Por si sirve de referencia, los del otro extremo de la Avenida tardaron dos semanas en ser montados.

La mayoría de reacciones son contrarias al Ayuntamiento, pero rebuscando y rebuscando se encuentra alguna positiva, como la de Mario:“Para los que criticáis que le han puesto toldos al tranvía... NO ES ASÍ, por esa zona transitan peatones con más frecuencia que el tranvía y sí, en Sevilla es probable que en septiembre sigan haciendo falta”, explica este ciudadano.

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