Medio Ambiente

Críticas por el título de Trianero Adoptivo al párroco de San Jacinto por "alentar" la tala del ficus

El párroco de San Jacinto, fray Javier Rodríguez, nombrado Trianero Adoptivo 2023.

El párroco de San Jacinto, fray Javier Rodríguez, nombrado Trianero Adoptivo 2023. / Juan Carlos Vázquez

La Plataforma en Defensa del Ficus de San Jacinto, compuesta por personas comprometidas con el patrimonio arbóreo de Sevilla, ha manifiestado este viernes su "total disconformidad" con la concesión del título de Trianero Adoptivo al párroco de San Jacinto, fray Javier Rodríguez, otorgado por la comisión organizadora de la Velá de Santa Ana.

Esta entidad explica, que, "sin entrar en los méritos de tipo religioso-pastoral que posea o no para recibir la distinción", las razones que esgrimimos para dicha disconformidad pertenecen a otro ámbito de su acción. En este punto, recuerda que Javier Rodríguez promovió "obsesivamente y a cualquier precio" la tala del ficus de San Jacinto, que se comenzó a ejecutar el 17 de agosto del pasado año, aunque no llegó a consumarse gracias a "la reacción espontánea" de los ciudadanos que lo impidieron al promover una acción judicial de medidas cautelares para frenar el apeo.

"El intento de tala quedó en poda salvaje, de la que sobrevivió este ficus monumental tras sus 110 años de vida. Por ser el árbol más antiguo de Sevilla, el hecho ha provocado la condena de multitud de asociaciones de España y el extranjero, entre ellos Greenpeace. Además, en Triana ha creado un enfrentamiento social corrosivo entre sus partidarios y quienes piensan que es un delito ecológico y un atentado contra nuestro patrimonio histórico", expresa la plataforma.

Una plaza "vallada"

"Argumentaba el premiado que el ficus era una amenaza contra las personas. Era cierto: todos los árboles de gran porte de cualquier ciudad que no se cuidan lo son, y a él le correspondía hacerlo; él es el responsable de su abandono y de los muchos desprendimientos de ramas que pudieron herir o matar a varios viandantes La solución no pasaba por talarlo sino por cuidarlo debidamente. Cuando la placita que ocupa era pública, fue cuidado por el Área de Parques y Jardines, pero al quedar inexplicablemente vallada para que no fuera refugio de indigentes, su copa rebosante sin mantenimiento se convirtió en un peligro para las personas y los bienes", abunda el comunicado.

La plataforma recuerda que el párroco argumentaba la poda en que el árbol amenaza la estructura y los cimientos de “su” iglesia. "Si ello fuere así, antes de talarlo, lo que manda la ética y la razón es hacer un concurso público para encontrar la solución adecuada", refiere esta entidad. "Por más que lo intentaron convencer personas muy preparadas y con conocimiento de causa, consiguió un informe hecho a medida de un arquitecto pagado por él; rechazó soluciones científicas que se le ofrecieron por muy poco precio, y nos mintió de forma sistemática a todos los colectivos y ciudadanos que queríamos contribuir al mantenimiento y cuidado del ficus, asegurándonos, hasta pocos días antes de la fecha que él había previsto su tala, que estaba dispuesto a encontrar una solución. En definitiva, ha manipulado hasta el límite voluntades en el tejido social sevillano para salirse con la suya", asevera este colectivo civil.

El escrito insiste en que "en Triana hay muchas personas valiosas que, en silencio abnegadamente salvan su historia todos los días, y que merecen mucho más la distinción que este hombre obsesionado con matar al abuelo de todos los árboles de Sevilla: un hermoso perennifolio que siempre nos dio frescor, oxígeno y vida. Para más inri, sus raíces y veneros se nutrieron de los restos de los cientos de trianeros muertos por la peste, que fueron enterrados en el lugar que ocupa en tiempos de Velázquez".

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