En piedra, madera y cerámica. El Nacimiento de Cristo es una fiesta principal de la Iglesia. Desde el siglo XV empiezan a ser frecuentes las representaciones de la Natividad en el mundo del arte, aunque desde al menos un siglo antes, la festividad gozaba de una enorme trascendencia social. Los belenes más antiguos de Sevilla hay que buscarlos en edificios también con una longevidad de siglos: la Catedral, con dos representaciones;  el Monasterio de Santa María de las Cuevas de la Isla de la Cartuja; y el monasterio de Santa Paula.

El Nacimiento en la puerta de la Catedral de Sevilla

La Puerta de la Natividad de la Catedral de Sevilla.

La primera representación escultórica de un Portal de Belén en Sevilla se realiza en una de las puertas de la Catedral, que se empieza a levantar en el año 1433. Unas décadas después, el escultor Lorenzo Mercadante de Bretaña realiza la portada de la Natividad, en la Avenida de la Constitución y conocida también como Puerta de San Miguel. En ella, se expone el misterio por delante de la escena de una ciudad.

El Nacimiento de la capilla mayor de la Catedral

Escena del Nacimiento en el retablo mayor de la Catedral.

En la capilla mayor del Templo Metropolitano se puede admirar otra de las representaciones más antiguas de la ciudad. En el retablo gótico, el más grande de la Cristiandad, se representa la escena del Nacimiento de Cristo. Esta pieza fue tallada por Jorge Fernández Alemán a principios del siglo XVI y destaca por sus rasgos realistas, en consecuencia con el realismo del arte gótico en Alemania, y con una ligera inclinación hacia los principios humanistas italianos. Estas características se observan en la fuerza constructiva de la escena más que en cuestiones estilísticas, donde sólo hay leves muestras del Renacimiento.

Monasterio de Santa Paula

El nacimiento de Niculoso Pisano para Santa Paula.

También de principios del XVI es la portada que el ceramista de origen italiano Niculoso Pisano realiza para dar acceso a la iglesia del monasterio de Santa Paula. Cuenta con relieves y esculturas realizadas por Pedro Millán. En el central, se representa el nacimiento de Cristo. El alcalde, Juan Espadas, utilizó este motivo para felicitar la Navidad en 2019.

Santa María de las Cuevas

El escultor italiano Pace Gazini de Bissone realiza a principios del XVI el sepulcro en mármol para Catalina de Ribera, que se encuentra en el monasterio de Santa María de las Cuevas de la Isla de la Cartuja. Se trata de uno de los escultores genoveses adscritos al movimiento del preciosismo florentino que surge en torno a los seguidores de Donatello.

Fadrique Enríquez de Ribera, Primer Marqués de Tarifa, a la vuelta de su peregrinación a Jerusalén, quiso evocar las glorias de su linaje representando en el monasterio, que toman bajo su protección, las efigies de los miembros de su familia, que tanto habían luchado por la reconquista de Andalucía. Fadrique le hace el encargo a Gazini pero éste muere en 1522 habiendo realizado solamente el de su madre. 

El Nacimiento de Gazini en el monasterio de la Cartuja.

La obra que hace Gazini se corresponde con los principios del manierismo italiano. Elige una escena con muchos personajes en la que destaca cómo aparece la Virgen entronizada ofreciendo por delante al Niño Jesús. Es una alegoría presacramental.

Más tarde, escultores como Vázquez el Viejo, Andrés de Ocampo y Martínez Montañés incluyen la Natividad de Cristo en los relieves de sus grandes retablos.