La demografía marca el curso que comienza este jueves en la provincia de Sevilla, donde los centros educativos tendrán casi 3.600 alumnos menos que hace un año. Se trata del dato más destacable de la vuelta al colegio, marcada por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La principal merma de escolares se produce en las etapas iniciales, debido a razones demográficas y económicas. Los matriculados en las enseñanzas medias, por contra, sí aumentan, ya que a los institutos llegan ahora las generaciones nacidas durante los años previos a la crisis. Estos escolares recibirán clase en unas infraestructuras donde la Junta sigue acometiendo obras de mejora. Según la Administración autonómica, sólo dos centros -uno en Alcalá de Guadaíra y otro en Pilas- presentan incidencias en este arranque del curso.

Los colegios recobran la vida a partir de este jueves. Serán 208.561 menores los que se incorporen a las enseñanzas de Infantil (segundo ciclo), Primaria y Educación Especial. El martes 15 lo harán 213.117 adolescentes en los institutos. Así lo detalló este miércoles el delegado territorial de Educación en Sevilla, Francisco Díaz, quien presentó las novedades del curso 2015/16 acompañado del delegado del Gobierno de la Junta en la provincia, Juan Carlos Raffo. Como sucede a nivel autonómico, los efectos de la crisis se dejan notar también en la escolarización. La sangría del paro y la huida de los inmigrantes a otros países causan un descenso en la natalidad y una merma en la demanda para ocupar plaza en los centros educativos. Dichas circunstancias provocan que el sistema de enseñanza sevillano haya perdido en un año 3.591 alumnos, una cifra bastante alta.

La reducción más importante se registra en Infantil y Primaria, donde ahora llegan los niños nacidos durante la crisis. El delegado de Educación concretó que la bajada de matriculados en dichas etapas roza los 2.000 alumnos, es decir, la principal proporción de los alumnos con los que deja de contar el sistema educativo sevillano. Sirva un ejemplo para constatar esta diferencia. En toda la Educación Infantil (de 0 a 6 años) el curso pasado se escolarizaron 93.241 niños. En septiembre de este año dicha cifra se reduce a 90.779. La merma también resulta perceptible en Primaria, etapa de escolarización ya obligatoria, lo que evidencia aún con mayor contundencia los factores antes indicados. En el curso 2014/15 el número de matriculados en este nivel que comprende de los 6 a los 12 años alcanzaba los 142.187, cantidad que en el curso que hoy se inaugura baja a los 141.611.

Panorama bien distinto es el que se presenta en los institutos. Los adolescentes que nacieron durante el boom inmobiliario llegan ahora a las enseñanzas medias, en las que se percibe, de forma general, cierto repunte. Así ocurre en la ESO, donde el curso pasado hubo 87.819 sevillanos matriculados, un volumen que se ve incrementado hasta los 89.049. En las etapas posobligatorias la escolarización continúa con la tendencia iniciada años atrás. Los Ciclos Formativos (antigua FP) ganan adeptos por encima del Bachillerato, etapa preuniversitaria que mantiene el mismo número de estudiantes.

La FP suma este curso 811 matriculados más, especialmente los cursos de grado superior, donde el incremento supera el millar de alumnos. Por primera vez este año los datos del inicio de curso incluyen los jóvenes que optan por la FP Básica, una de las novedades que introdujo el curso pasado la Lomce, y que suponen la salida del sistema obligatorio para quienes fracasan en Secundaria. Ahora hay inscritos en ella 3.016 sevillanos después de que la Junta haya aumentado la oferta de especialidades. El Gobierno andaluz sigue oponiéndose a una enseñanza que considera "un callejón sin salida".

La Educación Permanente de Adultos mantiene el número de estudiantes. Esta alternativa se ha consolidado con la crisis al suponer la vuelta al aula y una segunda oportunidad para los jóvenes que abandonaron los estudios en época de bonanza económica.