El desempleo empuja a más de 3.000 jóvenes a cursar un máster

Educación Aumenta la demanda de la formación universitaria especializada

Las matriculaciones casi se duplican en un año · La ocupación de las plazas ronda el 80% · El 36% de los alumnos de posgrado estudian el máster de Secundaria para preparar las próximas oposiciones

El desempleo empuja a más de 3.000 jóvenes a cursar un máster
Diego J. Geniz

09 de diciembre 2009 - 05:03

Estudiar un máster ha pasado de ser un privilegio de pocos a una formación generalizada. La crisis, las ayudas a los desempleados y la eliminación del Certificado de Adaptación Pedagógica (CAP) provocan que las matriculaciones en estas enseñanzas superiores casi se dupliquen en un año hasta lograr que más de 3.000 alumnos estudien hoy alguno de los 74 másteres que ofertan la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide.

La especialización profesional se ha convertido, por tanto, en una herramienta imprescindible para hacerse un hueco en el mercado laboral en tiempos de economía desfavorable. Las cifras lo constatan. Si el año pasado fueron 1.590 jóvenes los que decidieron continuar su formación tras licenciarse, en este curso han sido 3.083 los que se han matriculado en un máster universitario, casi un 94% más, prácticamente el doble.

En este incremento intervienen varios factores. Uno de los principales es el aumento que también se ha producido en la oferta. En la Hispalense se ha pasado en dos años de ofrecer 17 másteres oficiales a los 44 del curso actual. En la UPO el incremento se constata en un solo ejercicio: si en octubre de 2008 las enseñanzas de posgrado eran 18, en la actualidad son 30. La razón de este aumento es bien sencilla: la última normativa del Gobierno establece un conjunto de másteres oficiales que son obligatorios para cursar un doctorado. Este cambio generaliza las enseñanzas de posgrado, a las que antes accedía un reducido número de universitarios al licenciarse. Con anterioridad al primer decreto de 2005, los jóvenes que habían terminado su carrera y querían continuar sus estudios cursaban el doctorado o un máster de titulación propia de cada universidad. A partir de 2007, con el nuevo decreto que regula las enseñanzas superiores para adaptarlas al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia), el máster se convierte en un nivel intermedio a continuación del grado (nuevo concepto de titulación que sustituye a las diplomaturas y licenciaturas) y anterior e imprescindible si alguien quiere doctorarse, de ahí que los másteres oficiales hayan aumentado, aunque se mantengan los de titulaciones propias que ofertan tanto la Olavide como la US.

Sin embargo, el aumento en las matriculaciones es superior al incremento de la oferta, de lo que se deduce que intervienen otros factores. La vicerrectora de Posgrado de la UPO, Lina Gálvez, y el director del secretariado de Máster Universitario de la US, Enrique López, apuntan a la crisis como principal causa de la demanda. De esta forma, el paro y las ayudas que el Gobierno proporciona a los desempleados han convertido los cursos de posgrado en un buen refugio para la crisis, y sobre todo, en una herramienta para hacerse un hueco en el mercado laboral que cada vez exige más especialización. Los jóvenes han encontrado ahora una oportunidad para completar su formación y han optado por estudiar un máster, lo que ha provocado que el porcentaje de ocupación de los cursos ronde el 80% y que en muchos casos se haya ampliado las vacantes, como en el máster de la Olavide para la Enseñanza de español como lengua extranjera, en el que se ha salvado la situación con cursos on line al ofertarse 35 plazas y matricularse 42 alumnos, o en la Hispalense, donde la titulación de Arquitectura y Patrimonio ha recibido 250 peticiones para 51 plazas.

El máster que se lleva la palma en cuanto a plazas y matriculados es el del profesorado de Secundaria, que de cara a las próximas oposiciones ha rebasado las previsiones. En la US hay más de 800 alumnos matriculados en 15 grupos, mientras que en la UPO los que lo cursan son 240. Esto supone que el 36% de los jóvenes que estudian un máster en las universidades sevillanas pertenecen a esta titulación, un porcentaje lógico si se tiene en cuenta que el Ministerio de Educación decidió el año pasado eliminar el CAP como requisito previo para ser profesor de instituto e instauró dicho máster como condición indispensable para ser docente en los centros de enseñanzas medias. La demanda ha sido tal que la Hispalense no fijó un número concreto de plazas ante la petición del Gobierno de flexibilizar la oferta.

A estos factores se une también el coste del máster universitario, mucho más económico que el de titulación propia. El precio de un curso de posgrado oficial ronda los 1.680 euros, que en la mayoría de las ocasiones suele reducirse al aplicarse bonificaciones del Gobierno y la Junta, mientras que los que ofertan las propias instituciones académicas duplican en bastantes ocasiones esta cantidad.

Otro estímulo para cursar un máster han sido las ayudas estatales para desempleados de entre 25 y 40 años a las que se han acogido 112 matriculados en la Pablo de Olavide y 298 en la Hispalense. Las dos universidades, sin embargo, consideran que el número de parados entre los estudiantes de estos cursos oficiales es superior, al existir una gran cantidad de jóvenes recién licenciados que no han tenido la oportunidad de trabajar y que con la crisis han decidido estudiar un máster sin ayuda oficial alguna.

A estas ayudas se suman las becas que el Ministerio de Educación ofrece a quienes quieran matricularse en un máster y que, según la Junta, beneficiarán a 91 estudiantes de la Pablo de Olavide y 154 en la Universidad de Sevilla. Los solicitantes de esta subvención han elegido entre 433 másteres que se ofertaban en toda Andalucía.

Los datos revelan el creciente interés por la especialización de cara a un trabajo en un mercado europeo cada vez más competitivo. En los próximos años, el máster pasará a ser imprescindible.

8 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último