Sevilla

Las despedidas de soltero en Sevilla, un turismo invasor

Foto de archivo de una despedida de soltera en la Plaza del Salvador.

Foto de archivo de una despedida de soltera en la Plaza del Salvador. / D. S.

¿Cuántas Magaluf hay en Andalucía? Sevilla es una de sus réplicas, sin duda alguna. Esta hermandad se da, ante y sobre todo, por las despedidas de soltero/a que abarrotan sus calles los fines de semana. Son muchos, aunque no todos, los que se divierten a costa de ruidos, botellonas, la expansión de todo tipos de residuos a su paso (por no ser escatológicos) y por conductas incívicas. Lo condena conocida esta misma semana de un juzgado de Madrid a once jóvenes que celebraban una despedida de soltero a bordo de un AVE Madrid-Málaga a pagar a Renfe 7.676 euros por retrasar el tren y negarse a abandonar el mismo en la estación de Córdoba después de comportarse "de manera descontrolada" en la cafetería, es un claro ejemplo de lo que se reproduce en muchas ciudades como Sevilla, donde este turismo invasor deja una imagen contraria a la que desde la Administración y los operadores turísticos se busca.

Cuentan empleados de Renfe en Sevilla, que son muchos los AVE con destino o parada en Santa Justa que viven esta situación todos los fines de semana. "El viernes, las despedidas llenan el tren y son muchas las que forman escándalos. Ya no sólo por indumentarias poco éticas o extravagantes, sino por conductas inapropiadas, que molestan a la tripulación y a los viajeros". Al igual que en el caso de Málaga, en Sevilla, los grupos de despedidas llenan de cánticos, pruebas o retos al casamentero y dejan para la cafetería su peor parte. "Se les llama la atención y se intenta, por las buenas, que frenen el desate, pero, en muchos casos, es imposible". Al llegar a Córdoba, por ejemplo, la Policía les espera y se ven obligados a abandonar el tren. 

Esta situación provoca, al igual que en el caso malagueño, retrasos que obliga, en algunos casos, a la devolución de dinero al resto de pasajeros por parte de la compañía.

Aún no han llegado al destino y el lío ya está montado. Una vez consiguen poner los pies en Sevilla, son otros agentes los perjudicados. Entre ellos, los hoteleros: "No se puede limitar el acceso a una ciudad o un establecimiento, pero sí respetar las normas de régimen interno del establecimientos, las ordenanzas municipales y las normas cívicas", explica el presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, Manuel Cornax. Los excesos deben tener una respuesta por parte de las autoridades competentes y los operadores "debemos ser inflexibles a la hora de permitirlos", añade el representante de los hoteleros, que explica como "es imposible saber cuando se hace una reserva si el grupo viene de despedida de soltero o de turismo cultural, pero lo que sí está claro que no hay que ser permisivos con estas conductas incívicas".

Un paso atrás en el turismo de calidad

Sevilla es un destino atractivo para las despedidas de soltero por ser una ciudad con una completa oferta de ocio. "Obviamente, el turismo cultural o gastronómico en estos casos es lo de menos", comenta Cornax, que sí ve en las faltas de respeto de estos grupos un problema para el turismo que se busca en estos momentos en la ciudad: "Un turismo premium que busca servicios premium. Es fundamental que lo titulares de los establecimientos denuncien estos comportamientos y que se cumpla la ley conforme a la alteración del orden público; otra cosa es que luego se aplique".

Parece ser que la condena de Sevilla a soportar este tipo de turismo invasor -tanto en cuanto abarrota las calles y causa molestias y desorden público, además de por ser contrario al turismo de calidad que beneficiaría a la ciudad- está en la permisividad que se les ofrece a estos grupos. "Cuando más permisiva es una ciudad, menos ordenanzas existen para controlarlos, más atrae a este tipo de viajeros".

"Yo en mi terraza del hotel tengo el derecho de admisión a las despedidas de solteros. Pagan justos por pecadores, pero las indumentarias que suelen llevar y los ruidos y molestias que ocasionan a otros clientes me llevó a ello", cuenta el presidente de la patronal de los hosteleros, Antonio Luque.

"Somos una ciudad que recibimos con los brazos abiertos a todo el mundo, pero estamos en contra de esas despedidas de solteros que se presentan borrachos y con una vestimenta inapropiada en nuestros locales, que ya son muchos los que les prohiben la entrada. Desgraciadamente, en un 90% es público nacional y en un 70-80% de las ocasiones causan malestar".

En saber convivir parece estar la cuestión, "igual pasa con los partidos de fútbol, cuando las aficiones de otros países u otras ciudades llenan nuestros bares. No hay ningún tipo de problema mientras se tenga un comportamiento normal. Tenemos que cuidar a nuestra clientela y, desde luego, las despedidas de soltero no es el turismo que buscamos", concluye Luque.

Igual opinión le merece a José Manuel Lastra, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla (Aevise). Para Lastra, el tema de las despedidas de solteros es un asunto controvertido, "pero no podemos dejar de decir que nos parece negativo para la imagen de la ciudad y también para la convivencia entre visitantes y vecinos". Sin caer en la generalización, Lastra afirma que "es cierto que a veces vemos escenas que se alejan mucho de lo que queremos que sea el turismo en nuestra ciudad" y propone soluciones: "Poner una regulación al respecto, más allá de las propias para todos los ciudadanos, entendemos no es cuestión sencilla. La mejor manera para combatir este tipo de turismo, así como cualquier otro que se aleje del objetivo de conseguir un turismo de calidad, es seguir promocionando el destino en la búsqueda de segmentos de mercado como el turismo premium, el mice y el turismo de negocios, sin olvidar el vacacional de ámbito familiar. Las despedidas de soltero, siempre y cuando se hagan en un ámbito respetuoso, también pueden ser bienvenidas; pero los comportamientos asociales e incívicos no pueden ser aceptados en una ciudad y en ningún destino que se precie".

Las viviendas turísticas también tienen mucho que opinar al respecto. Muchas veces en el foco de las dificultades de convivencia vecinal, sin embargo, en la actualidad, es una de las modalidades de alojamientos turísticos más reguladas o en proceso de normativizar. 

Carlos Pérez-Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVAPro), se muestra en contra de la despedida de soltero y cualquier perfil de turista poco respetuoso y de mala calidad para cualquier destino de Andalucía: "Lo tenemos muy claro. Va en contra del trabajo que defendemos y estamos haciendo desde la asociación. De hecho, hemos lanzado varias iniciativas que han comenzado en Málaga pero que esperamos extender por toda Andalucía pronto. La primera ha sido el Código de Buenas Prácticas, firmado en colaboración con el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, y estamos en conversaciones con Pepe Feria, presidente del colegio de Sevilla, para hacer lo mismo en Sevilla. Y el segundo paso ha sido la instalación del sonómetro, el servicio de conserje nocturno y la certificación de weRespect en Málaga, que también esperamos implantar en Sevilla".

Precedentes de desórdenes de las despedidas de soltero y posibles soluciones 

Ni penes en la cabeza, ni ir en ropa interior por las calles de Málaga forman parte de la nueva estrategia sobre la que el Ayuntamiento de Málaga está trabajando en la nueva ordenanza que se pueda aplicar sobre las despedidas de soltero que presenten desórdenes públicos. 

Incorporar al artículo 36 de la ordenanza municipal un nuevo apartado relativo a las normas de conducta parece ser parte de la solución al desorden que ocasionan diariamente en la capital malagueña estas fiestas. Así, con esta normativa no se permite "transitar o permanecer en la vía o espacios públicos sin ropa o únicamente en ropa interior; con ropa o complementos que representen los genitales del ser humano, o con muñecos/as o elementos de carácter sexual por la vía pública". En caso de incumplimiento, serán sancionadas por la Policía Local.

Ya el Ayuntamiento de Málaga lleva años trabajando en esta ordenanza que pone límites a las vestimentas indecorosas y que cuenta con un dispositivo de la Policía Local que vigila las zonas saturadas de ruidos y las conductas que lo provocan causando problemas. Los infractores por contaminación acústica se enfrentan a sanciones que oscilan desde los 600 euros hasta los 300.000, para las consideradas como muy graves. En caso de una infracción de la ordenanza de convivencia ciudadana, las multas más moderadas parten de los 300 euros.

En Conil, esta situación también se da con frecuencia por lo que el Ayuntamiento puso en marcha una campaña de control de cumplimiento de la ordenanza municipal de medidas para el fomento y garantía de la convivencia ciudadana. Alcohol y consumo de estupefacientes suele estar ligados a estas fiestas. La ordenanza, en este caso, castiga aquellas conductas tipificadas como "infracción leve" con multas de hasta 300 euros, las graves con multas hasta 750 euros y las muy graves con multas hasta los 3.000 euros.

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