UNA mesa y dos sillas en el mercado de San Gonzalo, que no le cobra a su distinguida clientela ni las bolsas ni la subida del IVA. El mercado donde Eloísa Hacha, intérprete de signos de Canal Sur, compra los chicharrones. Fuera, en un tiovivo infantil, se alternan en megafonía Para Elisa de Beethoven y Cumpleaños Feliz. Modesto Barragán (Ubrique, 1963) dio el jueves la 47 edición del pregón del Verdeo en Arahal. Dirige y presenta Andalucía Directo. Hermosa metáfora junto al Tardón, el barrio de la presidenta Susana Díaz.

Sevilla es para Modesto Barragán la ciudad de las mujeres. "Mi madre, Francisca Ríos, ha sido marroquinera toda su vida. El oficio del cuero. Su hermana, mi tía Mercedes, vivía en Sevilla, en la barriada de Villegas, casada con Alfonso Camargo, un sevillano que trabajaba en Muebles León. Yo venía en los Amarillos desde Ubrique a la barriada de Villegas, donde todo me parecía tan grande, tan lejano".

El periodista que dio por Canal Sur la noticia de la muerte de Rafael Alberti el 28 de octubre de 1999 sabe que la vida tiene un trasunto marinero. "Mi tía Mercedes fue a Cádiz a ver a mi tía Chana, que estaba sirviendo, y esos días recaló en Cádiz el Castilla donde mi tío Alfonso estaba destinado". Con esa historia de amor se gesta su primera relación con Sevilla.

El día de los Enamorados de 1989, el mismo año que se casó, entró a trabajar en Canal Sur. En las oposiciones, en la cola de Retransmisiones y Entrevistas, a Modesto Barragán le seguían en paseíllo alfabético Juan Belmonte y Modesto Casal. Aquellos inicios lo trajeron de nuevo a Sevilla. "Mis tíos se habían ido de la barriada de Villegas hasta Pinoflores, en la avenida La Salle".

Un mercado es una explosión de sabores y de saberes. A Modesto le sale un pariente lejano. No es ninguno de los trescientos descendientes de su bisabuelo que una vez logró reunir en Villaluenga del Rosario. Álvaro Barragán se levanta todos los días a las tres y media de la mañana en Torreblanca para abrir su puesto de pescadero en San Gonzalo. Invita a su primo a revisar la frescura y calidad de las merluzas.

El año pasado murió su tía Mercedes. Los cuatro años que lleva al frente de Andalucía Directo viene todos los días desde El Puerto de Santa María, el germen de aquella necrológica confirmada cuando vio el revuelo en la finca Ora Marítima, adiós al último poeta del 27. Algo más tarde que el pescadero, Barragán sale muy temprano y a las nueve y media toma café todos los días en Los Mimbres, la rotonda más próxima a Canal Sur. Lleva más de un cuarto de siglo presentando la final de los Carnavales de Cádiz. "Yo soy de la chirigota los hijos del peaje. Eso me permite pensar, ordenar ideas, hacer llamadas tranquilas".

Toda su vida es una permanente doble vida sin salirse de los benditos márgenes del mundo según Villalón. Si al principio, entrando en materia, hacía los informativos en Jerez de día y los carnavales de Cádiz por la noche, ahora le da la vuelta al poema de Alberti. Deja todos los días la ciudad, la metrópoli, el pirulí, para ver el mar, la mar. Y certificar que la distancia no es el olvido. "Sevilla y Cádiz siempre han estado muy unidas. Silverio Fraconetti se traía los coros de Cádiz a Sevilla. El enfado de Teófila con Zoido por lo de la zona Franca recuerda lo de 1717 cuando se llevaron a Cádiz la Casa de la Contratación. Son dos ciudades con un genio muy parecido. Hay un complejo provinciano que atribuye al sevillano la condición de ególatra y sevillanito. Los sevillanos son muy andaluces. La gente está demasiado pendiente de Sevilla, no se le perdona nada".

Para que no digan que el pescado -de Barragán- es caro, este mercado no cobra las bolsas ni el IVA. Andalucía Directo es también una lonja en la que la gente busca género fresco, del día, sin intermediarios. Liberado del laberinto de las aceitunas, metáfora de su pregón con licencia de Eduardo Mendoza, pregonó el carnaval de El Puerto en la plaza del castillo de San Marcos donde Alfonso X el Sabio escribió las Cantigas de Santa María. Juez y parte, al escenario del Falla salió con dos comparsas de Ubrique, Los nietos del tío Tom y Fantasía de cal y piedra, que figuran en el trivial del Diario de Cádiz, del que fue corresponsal en su pueblo. No le gustan las poltronas. Prefiere las sillas de enea que se fabricaban en Benamahoma.