Los ecologistas advierten que el nuevo plan incumple la sentencia del dragado

En sus alegaciones al borrador del plan hidrológico del Guadalquivir que debe entrar en vigor en 2016, las organizaciones WWF-España y Ecologistas en Acción denuncian que el documento no tiene en cuenta el estudio científico del Estuario que se elaboró en 2010 dirigido por Miguel Losada y Javier Ruiz, y que "va en contra" de la reciente sentencia del Tribunal Supremo de marzo de 2015 que anuló el proyecto del dragado en el Plan Hidrológico entonces vigente tras la denuncia de la primera organización ecologista. WWF-España recalca que sigue sin haber, frente a lo que exige la normativa europea de aguas, una justificación del dragado y de su repercusión en Doñana en el nuevo plan hidrológico que se está tramitando. La organización advierte que el tramo que se quiere dragar se encuentra en un espacio protegido (la Red Natura 2000) y, por tanto, falta en el borrador del plan un Informe de no afección a la Red Natura y recuerda que, ante la alteración de las masas de agua en este tramo que se producirá, no basta con la declaración de impacto ambiental de 2003. Por todo ello, WWF-España y Ecologistas en Acción piden que se elimine el proyecto de actuaciones de mejora de los accesos marítimos al Puerto de Sevilla, donde se incluye el polémico dragado de profundización. Ecologistas reclama, además, que los dragados de mantenimiento cuenten con la autorización ambiental exigida y se recupere el estuario del río.

WWF-España se queja de la "escasa información" que aporta el borrador del plan sobre los efectos que tendrá la restauración y protección de márgenes en el Estuario del río, una obra clave para que prospere el dragado de profundización. La entidad solicita "que se complete y se aclare información relativa a esta medida y que se incluya en el borrador del Plan para poder analizar la posible afección al ecosistema del estuario del Guadalquivir". En el borrador del plan, anejo 12 (Programa de medidas), se dice que esta actuación en las márgenes afecta a cinco masas de agua del Guadalquivir, que las obras están sin iniciar y que cuentan con una inversión prevista de 1,5 millones para el periodo 2016-2021.

La Directiva europea Marco de Agua en su artículo 4 permite masas de agua superficiales muy modificadas si se cumplen una serie de condiciones y se justifican adecuadamente sus repercusiones. Se entiende por aguas "muy modificadas" las alteraciones físicas producidas por la mano del hombre, entre las que figuran protecciones de márgenes y dragados como los que proyecta el Puerto de Sevilla para ampliar dos metros más el canal de navegación entre Sevilla y Sanlúcar. Las aguas del estuario están clasificadas como "aguas de transición muy modificadas" principalmente por la presencia del Puerto y del canal de navegación en el cauce del Guadalquivir hasta la desembocadura.

El borrador del plan considera el Puerto de Sevilla en el anejo 3 (Descripción de Usos, demandas y presiones) como "un punto consolidado del tráfico de mercancías", pero también reconoce que en los últimos años se observa una disminución paulatina en el tráfico de buques mercantes. En el anejo 8 se citan las masas de agua que podrían verse afectadas por las obras de mejora en el acceso marítimo, donde figura el dragado de mantenimiento. Y justifica estas obras en que "históricamente el Guadalquivir ha desempeñado en el tramo del estuario funciones de transporte de mercancías por vía marítima" y que "en la actualidad esta función se pretende mantener, adaptando su configuración y explotación a las demandas de la navegación marítima actual".

En el anejo 12 también aparecen "los dragados de mantenimiento y profundización realizados y programados" entre las medidas para adecentar y restaurar el dominio público marítimo terrestre y se justifican en que "facilitan la navegación".