Cómo elegir el mejor hosting

Una web debe de estar hospedada en un hosting, que realmente es un ordenador físico que se encuentra operativo en todo momento. De esta manera, estará accesible las 24 horas del día, durante los 365 días del año (a no ser, claro está, que haya alguna avería de importancia).

Aunque si bien es cierto que algunas empresas nos ofrecen el hosting gratuito, a la hora de la verdad tienen muchas limitaciones de importancia. Por ejemplo, no podremos entrar en la raíz del servidor para controlar permisos o controlar ciertos recursos.

Es por ello, por lo que lo más recomendable es elegir un hosting de pago.

¿Pero vale cualquier hosting? Lo cierto es que no: tendremos que elegir uno de calidad, que se adapte a nuestras necesidades y que dé lo mejor de sí.

¿En qué nos tenemos que basar para elegir un buen hosting?

Lo primero que tenemos que comprender es que no existe el mejor hosting, ya que uno que sea bueno para nosotros puede que no lo sea para nuestro amigo.

Velocidad: La velocidad es crucial en el hosting. Los buscadores actuales, Google sobretodo, tiene la capacidad de medir la velocidad de una web. En el caso de que ésta sea lenta, podemos llevarnos algún tipo de penalización importante, dando prioridad a las páginas competidoras para que aparezcan por delante de nosotros.

El hosting debe reducir el tiempo de carga lo máximo posible. Ahora bien, debemos de saber que la responsabilidad de este tema no es sólo del hosting. El usuario también puede ralentizar una web instalado un theme que consuma muchos recursos, plugins o módulos no recomendados…

Atención personalizada: Las empresas especializadas en hosting trabajan sin descanso para garantizarnos que nuestras webs siempre van a estar activas. Sin embargo, en cualquier momento puede haber alguna caída por un error, ajeno o no a ellos. Es por ello, por lo que necesitamos de una empresa que cuente con una sólida atención al cliente. La idea es que podamos mandarles un ticket y no esperar mucho para recibir una respuesta.

Por ejemplo, si nuestra página lleva ya un tiempo sin cargar, podríamos ponernos en contacto con los administradores para que la revisaran. Quizá tengan que activar/desactivar una opción para que pueda estar online.

Autoinstalación de CMS: Ahora cualquier usuario puede tener su propia web sin complicaciones. Para facilitar todavía más el proceso, existe lo que se conoce como gestores de contenidos, también llamados CMS. Los hostings actuales disponen de paneles de control muy completos desde los que podemos instalar CMS con tan sólo hacer un par de clicks; gracias a esto podremos tener, por ejemplo, Wordpress, Prestashop, Joomla, entre otras opciones sin despeinarnos.

Buena relación entre calidad y precio: Es cierto que en un primer momento puede que no tengamos mucho presupuesto, pero no debemos de sacrificar en calidad ni por un momento o lo terminaremos lamentando.

Estos son los criterios básicos a analizar y dependiendo de lo que busques, habrá otros que tendrás que evaluar por tu cuenta.