El uso de satélites es imprescindible para las comunicaciones: enviar o recibir llamadas, conectarse a internet o ver la televisión. La utilización de estos sistemas también es esencial para Defensa y para servicios militares. El compromiso adoptado por el Gobierno para aumentar el gasto en esta rama, hasta llegar al 2%, también prevé una inversión de hasta 4.000 millones de euros en sistemas satélites durante los próximos 20 años. Un sector que es clave y que se da la mano con el espacial al compartir tecnologías.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, aseguró ayer que estamos inmersos en un momento "clave para impulsar la inversión y desarrollo del sector", porque "no podemos dar por descontada nuestra seguridad". Así lo manifestó a través de unas declaraciones que ofreció –en formato virtual– en el congreso Space & Defense Sevilla Summit 2023 que finalizó ayer en el Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes). Durante su disertación, el portavoz de la cartera de Asuntos Exteriores puso en valor el impacto de la industria de la Defensa con un volumen de facturación superior a los 6.000 millones de euros y la creación de más de 400.000 puestos de trabajo.

Albares también hizo referencia al momento convulso que atraviesa la Unión Europea desde que comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania. Una situación que ha "ratificado la necesidad de contar con una industria de Defensa europea capaz de suministrar a las fuerzas armadas de los Estados miembros las capacidades necesarias en los plazos adecuados y con un nivel de efectivos y tecnología también adecuados". Por tanto, el Ministro recalcó que es imprescindible "reforzar nuestras capacidades" para "abordar los desafíos actuales".

Posteriormente, Miguel Belló, director en funciones de la Agencia Espacial Española (AEE), ofreció una conferencia para explicar las líneas maestras de la institución y los últimos avances en materia de acuerdos alcanzados con otros países y de proyectos. El coordinador del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Aeroespacial indicó que la institución se ha configurado en un tiempo récord –apenas siete meses– cuando la media para arrancar una institución de estas características es de tres años. Además, recalcó que uno de los puntos clave es que los esfuerzos, que antes se bifurcaban en 11 ministerios, se aglutinarán en un único ente que tendrá capacidad "civil y de defensa". Su modelo de trabajo diferirá de otros más clásicos, "como el de la NASA, que hacen de todo".

La AEE estará compuesta por 80 profesionales en su equipo inicial y elaborarán una estrategia de país para desarrollar diferentes iniciativas. En algunas ya están inmersas: en junio recibieron la adjudicación para fabricar un lanzador de pequeños satélites, acaban de firmar un acuerdo con Portugal para desarrollar una constelación de satélites de observación de la Tierra y en septiembre lanzaron el primer proyecto nacional de misión geoestacionaria de distribución de claves cuánticas (QKD, por sus siglas en inglés: quantum key distribution).

Pero también puso especial énfasis en que el arranque de esta institución ha permitido abrir "un gran abanico de oportunidades y puertas". "Nos ha permitido hablar con la NASA, con México, con Malasia o con Argentina". Aunque no quieren disminuir su "peso específico" de la Agencia Espacial Europea (ESA), el tener una propia ha propiciado que España asista, por primera vez, "al G20 de líderes del espacio", que se celebró en Bangalore (India) el pasado julio.

También puso en valor que Sevilla volverá a ser protagonista del espacio el próximo 6 de noviembre con la cumbre de Espacio UE-ESA. En ella se llevarán a cabo el Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea, la reunión informal de ministros de la Unión Europea y una cumbre conjunta de ministros de la Unión Europea y de la ESA. Adicionalmente, se invitará a los ministros de los países de Iberoamérica para establecer un puente de colaboración en materia espacial con Europa. De esta cumbre "esperamos un importante impulso político a programas tan importantes como el uso del espacio para la transición verde y digital y mitigar los efectos del cambio climático, la exploración y los vuelos tripulados en Europa".