"La gente esperaba a Xavi, Messi y Eto'o y del avión sólo nos bajamos dos pilotos"

Aeste hombre, un chicarrón del norte nacido en el sur, es difícil marcarle un gol. Alejandro Díaz Sánchez de Movellán (Sevilla, 1971) enmarcó las camisetas de los porteros Reina y Palop. Dos de los muchos futbolistas a los que llevó en el Boeing 757.

-¿Cómo es el cielo?

-Es la libertad y la tranquilidad. Los pilotos tenemos el despacho con las mejores vistas. Un piloto antes era como un ministro. Ahora cada día 20 millones de personas cogen un avión.

-¡Sí que cabe gente en el cielo!

-En el infierno tiene que haber más.

-¿Dónde se hizo piloto?

-En Dallas. Convalidé el título en Salamanca y me fui a Estocolmo.

-El Sevilla es el único equipo que tiene capitán y comandante...

-Me contrató la compañía Privilege, de un propietario gallego, José Manuel Álvarez, con base operativa en Palma de Mallorca, y trabajamos con exclusividad para muchos equipos de fútbol. El Madrid, el Barcelona, la selección, volví con ellos con el título de campeones de la Eurocopa. Y con el Sevilla, mi equipo de siempre.

-¿No se mezclan los colores?

-En Glasgow, en la final de la Copa de la UEFA, llevé y recogí al Espanyol. Iba con un pin del Sevilla.

-Le tendrán envidia...

-Llevé al equipo de Sexo en Nueva York de Marruecos a Estocolmo. Y vuelos humanitarios. Fuimos dos veces al terremoto de Pakistán con perros, bomberos y equipos del 061; al tsumani del Sudeste Asiático; con tropas alemanas a la frontera con Afganistán.

-¿Se hizo sevillista por la delantera stuka?

-Mi padre se la sabe de memoria. Yo soy de Scotta, Bertoni y Biri-Biri. De Álvarez y Magdaleno.

-Su avión es la prueba de que el Sevilla es un fijo en Europa...

-El primer vuelo con ellos fue a Cracovia, en el centenario del Wisla Cracovia. He hecho todos los vuelos europeos con el Sevilla menos a Moscú. Me llamaron para un servicio con Heineken. Uno de los aparatos se vio afectado por el terremoto de Chile en un servicio con el Caribe. Dejé al Barcelona y cruzamos el Atlántico con la pegatina del Barça. Llegamos al aeropuerto de Santo Domingo y se armó un revuelo. Esperaban a Xavi, Iniesta y Eto'o y sólo bajaron el piloto y un copiloto.

-¿El único que vuela es el balón?

-Eso quisieran algunos futbolistas. Bergkamp nunca volaba, por contrato con el Arsenal. Iker (Casillas) es muy miedoso. Renato, Negredo y el utillero siempre vienen en cabina.

-¿Próximo vuelo?

-A París el 1 de diciembre con el Sevilla. Al Charles de Gaulle.

-¿Cómo respira la tripulación?

-Una auxiliar de vuelo es bética.

-¿El jet lag es leyenda?

-Es cierto, muy cierto. Hay que ajustar los ciclos de sueño. Es más duro cuando vuelves de América que cuando vas. Voy a Argentina en Navidad. Las primeras horas del año nuevo las paso volando de Córdoba a Isla Margarita y por primera vez, que es lo más duro, no pasaré los Reyes con mis hijos.

-¿Le gusta volar en el tiempo?

-Mi abuelo Rodrigo, que era bético, vino de Cantabria y abrió el Laredo en 1939. La pena que tengo es no haber seguido con el negocio. No puedo pasar por delante. Recuerdo de niño volver de los Maristas, mi abuelo leyendo el recuadro de Antonio Burgos mientras merendábamos el batido con los Donuts. En Semana Santa, a mi padre se le caían dos lágrimas viendo pasar a la Amargura.