La exhumación de los cadáveres de Pico Reja costará 1,2 millones

Las fosas de Monumento y Antigua albergan los restos de unos 2.500 represaliados

Espadas señala a una mujer durante el acto celebrado ayer en el cementerio de San Fernando.
Espadas señala a una mujer durante el acto celebrado ayer en el cementerio de San Fernando. / M. G.
R. S.

03 de octubre 2018 - 19:06

La exhumación de los más de 1.100 cadáveres de víctimas de la Guerra Civil contenidos en la fosa de Pico Reja del cementerio de Sevilla tiene un coste de aproximadamente 1,2 millones de euros, y la firma del convenio relativo a la financiación de tales labores es ya “inminente”, según informó ayer el alcalde Juan Espadas en una visita al cementerio.

En concreto, el cementerio de San Fernando recibió una visita institucional encabezada por el primer edil; el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática, Manuel Jiménez Barrios; el director general de Memoria Histórica del Gobierno, Fernando Martínez; y el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

Junto a familiares de víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista, los representantes institucionales comprobaron los trabajos de identificación, delimitación e indagación inicial acometidos en las fosas comunes bautizadas como Monumento y Antigua, unas labores iniciadas el pasado septiembre, después de que la fosa de Pico Reja ya fuese objeto de una actuación similar.

Tanto la investigación acometida ya sobre la fosa de Pico Reja como las actuaciones actualmente en marcha sobre las fosas de Monumento y Antigua fueron encomendadas a la empresa TCA Geomática, bajo la dirección de la arqueóloga Inmaculada Carrasco.

En ese sentido, recordemos que según historiadores como José Díaz Arriaza, la fosa de Pico Reja podría acoger los restos de 1.103 personas represaliadas por las tropas sublevadas desde el comienzo del alzamiento militar hasta el 31 de agosto de 1936, figurando entre las víctimas miembros de la corporación municipal de la época, algunos alcaldes e incluso diputados. Podría ser, de hecho, la fosa donde descansarían los restos de Blas Infante, ejecutado precisamente en agosto de 1936.

La investigación inicial de aquella fosa, en ese sentido, reveló que la misma es “mucho mayor” de lo que en principio se pensaba, siendo descubiertos en las primeras catas restos óseos pertenecientes a seis personas, al menos dos de ellas con impactos de proyectil.

Ahora, los trabajos se centran en la delimitación, señalización e investigación inicial de la fosa de Monumento, que según el historiador José Díaz Arriaza acogería 7.440 cadáveres enterrados desde septiembre de 1936 a enero de 1940, incluyendo unas 3.000 personas represaliadas por ejecuciones o fallecidas por enfermedades o hambre en las cárceles de Sevilla, y de la fosa Antigua, que acogería 5.596 cuerpos depositados entre febrero de 1940 y junio de 1942, incluyendo los restos de unos 500 represaliados.

Mientras los técnicos y arqueólogos rematan ya sus trabajos en estas dos fosas, la mencionada visita institucional ha servido para visibilizar el “compromiso” de las administraciones para seguir avanzando en la investigación de las fosas comunes, la recuperación de los cadáveres y la “dignificación” de las víctimas de la guerra civil y la represión franquista.

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