Expertos de Vithas destacan la importancia de los ejercicios de suelo pélvico en el embarazo

Los expertos en obstetricia y ginecología de Vithas Sevilla han destacado la importancia de realizar ejercicios de suelo pélvico durante el embarazo, además de seguir los controles médicos, mantener hábitos de vida saludables y recibir educación maternal. Según el doctor Luis Carlos García, especialista del equipo Insego en Vithas Sevilla, "realizar ejercicios de suelo pélvico durante el embarazo puede marcar la diferencia entre una recuperación satisfactoria y posibles secuelas funcionales producidas en el parto".

El momento idóneo para comenzar con estos ejercicios, de cara a la preparación del parto, se sitúa en el tercer trimestre del embarazo, cuando los tejidos empiezan a estar bajo mayor presión. Sin embargo, es recomendable continuar con los ejercicios tras el parto, especialmente durante la cuarentena. El doctor García señala que "la continuidad de los ejercicios de suelo pélvico permite reforzar los músculos implicados en el parto y facilita la recuperación de la función normal del suelo pélvico en los meses posteriores al alumbramiento".

El impacto del parto en el suelo pélvico

Durante el parto, el paso del feto por el canal pélvico implica un importante estiramiento de estructuras como la mucosa vaginal, los ligamentos de sujeción y los músculos que conforman el diafragma pélvico. Esta exigencia fisiológica puede producir lesiones en el periné y en los músculos elevadores del ano, especialmente cuando se dan factores de riesgo como partos prolongados, instrumentación o un peso fetal elevado. Incluso un parto por cesárea no protege completamente estas estructuras, ya que el embarazo en sí mismo ya implica un aumento de presión sobre el suelo pélvico que puede dañarlas.

En el día del alumbramiento, proteger el periné mediante técnicas adecuadas, como el control en la salida de la cabeza fetal, puede ayudar a minimizar los daños. Aun así, es habitual observar en el posparto inmediato una leve caída de los compartimentos del suelo pélvico o episodios transitorios de incontinencia urinaria, síntomas que, con los cuidados adecuados, suelen remitir. Estas dificultades pueden tener un menor impacto si durante los meses previos se han realizado ejercicios de suelo pélvico, ya sean los conocidos Kegel o los hipopresivos, cuya eficacia depende en gran medida de la constancia y del correcto aprendizaje inicial, de la mano de los especialistas en obstetricia y ginecología, así como de las matronas.

Factores que influyen en la recuperación posparto

La recuperación tras el parto dependerá de los factores intrínsecos de la mujer, de cómo haya transcurrido el embarazo y el parto, y del estado del suelo pélvico en el posparto inicial. Desde la Unidad de Suelo Pélvico de Vithas Sevilla, han subrayado que el posible daño al suelo pélvico durante el parto viene dado por la falta de colágeno, una sustancia que confiere elasticidad a los tejidos. El colágeno se hereda genéticamente (tipo 1 y 2), pero existen múltiples factores que pueden comprometer su eficacia, como la edad materna, la obesidad, el tabaquismo o el estreñimiento persistente.

Junto a los ejercicios de cuidado del suelo pélvico, se recomienda seguir una dieta equilibrada y mantener hábitos de vida saludables, claves en cada uno de los momentos del embarazo. No se puede olvidar que la salud de la madre es tan importante como la del bebé.

¿Qué son los ejercicios de Kegel?

Los ejercicios de Kegel, nombrados así en honor al ginecólogo Arnold Kegel, son un conjunto de ejercicios diseñados para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Estos músculos forman una especie de "hamaca" que sostiene los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero y el recto. Al fortalecer estos músculos mediante la realización regular de los ejercicios de Kegel, se puede mejorar la función del suelo pélvico, prevenir o tratar la incontinencia urinaria, y facilitar la recuperación tras el parto.

Para realizar los ejercicios de Kegel correctamente, es importante identificar los músculos adecuados. Una forma de hacerlo es intentar detener el flujo de orina a mitad de la micción; los músculos que se contraen para lograr esto son los del suelo pélvico. Una vez identificados, se pueden realizar los ejercicios en cualquier momento y lugar, contrayendo estos músculos durante unos segundos y luego relajándolos. Se recomienda repetir las series varias veces al día, aumentando gradualmente la duración y la intensidad de las contracciones.

Es fundamental aprender a realizar los ejercicios de Kegel de manera adecuada, por lo que se aconseja buscar la orientación de un especialista en obstetricia y ginecología o de una matrona. Con la práctica regular y constante, los ejercicios de Kegel pueden contribuir significativamente a la salud del suelo pélvico antes, durante y después del embarazo.