Sevilla

La fe del periodista

  • El arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, preside en San Antonio Abad el funeral por el eterno descanso de Antonio Colón Vallecillo (1921-2014).

La iglesia en la que tanto rezó a solas y en silencio, como última morada. Las imágenes sagradas que conservan sus plegarias, como su eterna compañía. Unido ya para siempre a su hermandad, la misma a la que también perteneció su esposa, en la que están inscritos sus dos hijos y a la que también pertenecen sus dos nietos: el Silencio. El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, presidió ayer en San Antonio Abad el funeral por el eterno descanso del periodista Antonio Colón Vallecillo, que falleció el lunes a los 92 años. Su homilía no pasó por alto ni la profesión del fallecido ni asuntos de actualidad.

El prelado mostró sus deseos de "consuelo y fortaleza en la fe" a la familia Colón. Agradeció a Dios la larga vida de Antonio Colón, del que hizo varias referencias a su trayectoria profesional como periodista en Tánger y Sevilla y, también, como crítico de cine de prestigio. Se refirió con especial cariño a los dos hijos del fallecido: Carlos, profesor de la Facultad de Comunicación y miembro del Consejo Editorial de Diario de Sevilla, donde firma una columna desde su fundación; y Pablo, sacerdote que ejerce como vicario parroquial en la parroquia de San Lucas.

El arzobispo quiso que todos los presentes rezaran por el misionero Miguel Pajares, víctima del ébola, y por las naciones donde en la actualidad se viven guerras, enfrentamientos, persecuciones de minorías y, en definitiva, se "pisotean" los derechos más elementales de las personas, entre los que citó el de la libertad religiosa.

En la cripta-columbario de San Antonio Abad quedaron para siempre las cenizas de un periodista que -como recalcó el arzobispo- fue criado en la fe y supo transmitirla a sus hijos. La nuera de don Antonio, María de Gracia Lasso de la Vega Porres, recordaba al término de la ceremonia el lugar preferido de su suegro para rezar y las veces que ella oyó misa en San Antonio Abad los domingos por la tarde y después hacían parada en el Málaga. Entre los numerosos sacerdotes concelebrantes, Pablo Colón, el hijo cura de don Antonio, el preste que cierra la cofradía de sus padres cada Madrugada.

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