El futuro de la US según los siete aspirantes a gobernarla
Universidad
Los candidatos se dividen entre quienes apuestan por avanzar en la gestión actual o cambiarla por completo
La mayoría incide en la necesidad de reducir la burocracia y mejorar las relaciones institucionales
Arranca la campaña electoral en la US
Los siete candidatos que aspiran a dirigir la Universidad de Sevilla (US) los próximos seis años contestan a un cuestionario de este periódico sobre la situación de la institución académica y los retos a los que se enfrenta.
Los aspirantes se dividen en dos grandes bloques: los que pretenden avanzar y mejorar la línea actual y los que abogan por un cambio radical en la gestión.
Las preguntas abordan temas como el posicionamiento internacional de la US, su estado financiero y la competencia de las universidaes privadas
El cuestionario común
- ¿La gestión de la Universidad de Sevilla (US) requiere de una gran transformación o de profundizar en la línea seguida hasta ahora?
- ¿Espera una gran participación las próximas elecciones con el regreso del sufragio universal o estima que la comunidad universitaria no está lo suficientemente conscienciada de esta cita electoral?
- ¿Considera que la US está bien posicionada a nivel internacional? ¿Goza del prestigio universal que merece?
- ¿Qué se puede hacer frente al empuje de las universidades privadas?
- ¿Le preocupa el déficit de ocho millones de euros del que el Consejo Social ha advertido en las últimas cuentas de la universidad?
Carmen Vargas: "No se trata de empezar de cero, sino de dar un paso adelante"
1. La Universidad de Sevilla necesita una transformación profunda, pero desde la solvencia y el respeto a todo lo que se ha construido. No se trata de empezar de cero, sino de dar un paso adelante hacia una gestión más moderna, participativa y centrada en las personas.
Tenemos que simplificar procedimientos, aprovechar la digitalización, incluida la IA, y agilizar la gestión económica, de la investigación, la contratación de personal y los trámites de infraestructuras. Para ello, proponemos un Plan de Choque para la simplificación administrativa, que contiene 132 medidas concretas que van a suponer un paso adelante en la reducción de la burocracia universitaria.
2. Confío en que será una participación alta, porque estas elecciones son históricas. Por primera vez en dos décadas, todos los miembros de la comunidad universitaria (estudiantes, profesorado y personal técnico, de gestión y de administración y servicios) podrán decidir con su voto el futuro de la Universidad de Sevilla.
Es una oportunidad única para abrir una nueva etapa y hacer oír la voz de quienes hacen universidad cada día. Mi deseo es que esta cita sirva para reconectar a la comunidad universitaria con su propia institución, para que cada persona sienta que su voz importa, que la universidad se construye entre todos y que el voto es la herramienta más poderosa para hacerlo. Creo que hay ilusión, y también responsabilidad. Si conseguimos que la gente sienta que su voto puede mejorar la universidad, participará.
3. La US tiene un prestigio internacional indiscutible y un potencial enorme. Somos una de las grandes universidades públicas de España, la sexta en producción científica de primer nivel, estamos muy bien posicionados en los rankings internacionales y somos líderes en movilidad y en alianzas internacionales, como la establecida con la Universidad de Harvard. La US lidera la alianza Ulysseus, una de las seleccionadas en la iniciativa de “Universidades Europeas”.
Han sido muchos los avances en los últimos años, pero quedan retos por abordar, como incrementar el número de titulaciones bilingües ofertadas a través del Distrito Único Andaluz, reforzar las prácticas internacionales, impulsar programas de acompañamiento para los estudiantes internacionales, y seguir impulsando Ulysseus como la punta de lanza de la internacionalización de la US. Aspiramos a ser la primera universidad española en financiación por parte del programa Erasmus +.
4. Para empezar, soy una firme defensora de la universidad pública, sin la cual, una hija de comerciantes de Sanlúcar la Mayor, como yo, no hubiera podido tener una carrera universitaria. La universidad pública es garante de oportunidades y ascensor social, y será siempre mi prioridad reivindicar una financiación justa, para que podamos ofrecer la docencia, la investigación y la innovación que la sociedad se merece. Para que formemos a los ciudadanos del futuro.
Dicho esto, no tengo nada en contra de la universidad privada. El debate entre la universidad pública y la privada es un debate sobre la calidad. Lo que pido a nuestros gobiernos es que usen la misma vara de medir, los mismos principios y criterios para las autorizaciones de universidades y títulos, independientemente de su carácter público o privado.
5. El Consejo de Gobierno de la US, y su Consejo Social, ha aprobado la liquidación de su presupuesto de 2024 con un informe de auditoría positivo. Esto no es óbice para que estemos preocupados por la financiación de la universidad. A la vez que reivindicar el 1% que la LOSU establece para las universidades públicas españolas, y el cumplimiento del modelo de financiación establecido por la Junta de Andalucía, debemos ser proactivos y mejorar nuestra capacidad de autofinanciación. Para ello, además de nuevos mecanismos de control y previsión presupuestaria, vamos a poner en marcha una nueva Oficina de Captación de Fondos Estratégicos Institucionales, y un Plan de Captación de Subvenciones y Recursos propios, con el objetivo de llegar al 35% de autofinanciación en 2031.
Una universidad moderna no solo debe gastar bien, sino también generar valor con cada euro que invierte.
José Luis Gutiérrez: "Hay que dar la vuelta a esta forma de gestionar"
1. Sabemos que la forma en que la Universidad de Sevilla se ha adaptado en los últimos diez años a los cambios recientes en la gestión pública y a los cambios en las necesidades del estudiantado y de la sociedad no ha funcionado. Tenemos una universidad jerárquica, centralizada y burocrática, aislada de la ciudad. Hay más personas fiscalizando que generando propuestas o apoyando a los grupos de investigación y al estudiantado. Hay que dar la vuelta a esta forma de gestionar, hay universidades donde mirarse que gestionan las cosas de forma más eficiente y menos burocrática.
2. La participación en las elecciones universitarias es desigual, el profesorado y el PTGAS suele participar mayoritariamente, sin embargo, el estudiantado no lo hace, hay una desafección política generalizada, lo que es una pena y debemos hacer lo posible por revertir. El rector actual, que tiene esa responsabilidad, ha estado reacio a difundir que existen elecciones en la US. Nuestra candidatura se ha visto obligada a pedirlo expresamente, y a difundir las elecciones por nuestros propios medios.
3. El análisis sobre las relaciones internacionales y el prestigio de la US debe ser fino para no llevarnos a engaño. El número de profesorado con impacto internacional se ha incrementado significativamente en los últimos 10 o 15 años, también los números globales de movilidad son positivos. En cuanto a los rankings, a pesar del triunfalismo, estamos en los mismos puestos que hace 15 años. Sin embargo, el análisis quirúrgico nos dice que a la Universidad de Sevilla le ha pillado a traspié el nuevo contexto de alianzas europeas, nos hemos visto desplazados de las alianzas con las grandes universidades europeas con respecto a la Universidad de Barcelona o la Universidad Complutense, y estamos perdiendo convenios de movilidad con universidades muy prestigiosas año tras año. Esta situación preocupa mucho a los centros, que son los que estimulan y mantienen estos acuerdos que se han perdido y repercute en la calidad de nuestros estudios. Sevilla tiene una ciudad, una calidad y una historia para estar entre las grandes universidades europeas y actualmente no lo estamos.
4. Los grandes elementos distintivos de la universidad pública son su profesorado, su investigación y su transferencia. Ante este contexto, más competitivo que el de hace unos años, debemos hacer un mayor énfasis en la docencia y en la atención al estudiantado, especialmente en una atención relacional e individualizada. El estudiantado debe percibir que prestamos un servicio público de enorme calidad y que dispone de un conjunto de opciones formativas que permitan satisfacer todas sus necesidades. Estamos convencidos de que, si optimizamos nuestras redes internacionales y también nuestros vínculos con organizaciones externas y, además, incrementamos nuestra capacidad de obtener fondos europeos, podremos ofrecer al estudiantado itinerarios formativos que hagan más atractivos los estudios en la Universidad de Sevilla que en cualquier universidad privada. Con estas premisas y una financiación básica, es muy difícil competir con la universidad pública.
5. Me preocupan dos aspectos con respecto a la situación financiera, el primero la falta de transparencia por parte del equipo saliente, no sabemos cuál es la situación real de la universidad, ya que además de esos ocho millones, hay un ingreso potencial derivado de la enajenación de dos edificios que no se han llegado a vender. El segundo problema es que el equipo actual ha perdido la capacidad de tender puentes con los principales actores con los que debe relacionarse, el gobierno de España, la junta de Andalucía y el ayuntamiento de la ciudad. Confiamos plenamente en el PTGAS que coordina la gestión presupuestaria y estamos deseando gobernar para hacer un análisis claro de la situación financiera y difundirla y comenzar a tender los puentes perdidos.
Ana López: "Debemos implantar con agilidad títulos innovadores"
1. Requiere de una profunda transformación con una gobernanza basada en la confianza, en la corresponsabilidad, en la planificación, en la descentralización y en la suficiencia de centros, departamentos y servicios. Necesita de una gestión eficaz, eficiente y transparente tanto en la toma de decisiones como en la rendición cuentas y siempre basada en datos.
2. Esperamos y deseamos una alta participación en términos generales. Hay que trabajar especialmente la participación del estudiantado que suele ser más baja atendiendo a lo que ocurre en el resto de las universidades públicas españolas. No tengo dudas de que tanto el PDI como el PTGAS participarán masivamente en este proceso. Me preocupa la segunda vuelta y los índices de participación en la misma, dada la cercanía entre ambos procesos y la falta de cultura que tenemos con el procedimiento de sufragio universal.
3. La US es una de las universidades más eficientes y eso se refleja en su posicionamiento internacional en los rankings, estamos entre el 2% superior de las mejores universidades del mundo, hecho que refleja la buena labor de nuestro personal docente e investigador. No obstante, con las medidas recogidas en el programa de apoyo a la investigación, la transferencia y la internacionalización estoy segura de que seguiremos avanzando posiciones y lo más importante: seguiremos apostando por una investigación y transferencia en todas las ramas del conocimiento y conectada con los problemas que tenemos como sociedad.
4. Apoyando a las universidades públicas con una financiación suficiente y estable que nos permita seguir ofertando plazas en relación con la alta demanda que tenemos en muchas titulaciones. Una financiación que nos permita desarrollar infraestructuras adecuadas a las necesidades de nuestros títulos y con una plantilla suficiente para afrontar la actividad docente y que permita la renovación generacional. Deberíamos poder implantar con agilidad nuevas titulaciones innovadoras que respondan a las necesidades sociales actuales y futuras. Asimismo, debemos hacer una reflexión sobre las metodologías docentes y reforzar la transferencia de la investigación a la docencia, ámbito en el que las universidades privadas no pueden competir con las públicas.
5. En la relación a la liquidación de las cuentas correspondientes a 2024, nuestra confianza se basa en el informe positivo del auditor y sobre todo en la responsabilidad de los miembros del Consejo Social que aprobaron por asentimiento dichas cuentas. En ese sentido, y aunque somos conscientes de la infrafinanciación de las universidades públicas andaluzas y muy especialmente de la US, hemos elaborado un programa de gobierno, ejecutable, tanto normativamente como presupuestariamente, teniendo en cuenta la senda marcada por el modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas y el esfuerzo, para acercarnos al 30% marcado por la LOSU, que realizaré para incrementar el porcentaje de financiación externa de nuestro presupuesto.
Felipe Rosa: “El reto no es sólo votar, sino recuperar el sentido de pertenencia”
1. La Universidad de Sevilla necesita una transformación, sí, pero desde el conocimiento riguroso de cómo es la institución y con propuestas realistas de cómo mejorar. No se trata de romper con lo logrado, sino de evolucionar hacia un modelo de gobernanza más eficiente, transparente y participativo, donde cada decisión sea trazable y basada en evidencias. En mi programa de gobierno se propone una gestión por procesos, una descentralización inteligente mediante contratos-programa y una cultura institucional de rendición de cuentas y mejora continua. En definitiva, avanzar hacia una universidad moderna, ágil y abierta, sin perder su esencia pública, humanista y de servicio a la sociedad.
2. El regreso al sufragio universal abre una oportunidad para reavivar la implicación de toda la comunidad universitaria. La participación dependerá de la capacidad de generar confianza y de mostrar que la voz de cada persona —Estudiantado, PDI, PI y PTGAS— cuenta realmente en la toma de decisiones. Espero generar y ganarme esa confianza con el proyecto de gobierno que presento, basado precisamente en esa cultura participativa, con mesas mixtas de negociación y participación, con escucha activa y evaluación pública de resultados. Por tanto, el reto no es sólo votar, sino recuperar el sentido de pertenencia y corresponsabilidad en el futuro de la universidad. Ése es mi gran reto y espero convencer.
3. Posee un notable prestigio nacional e internacional, fruto de su historia, su producción científica y su compromiso con la sociedad. Sin embargo, reconozco la necesidad de dar un salto cualitativo en internacionalización y en consolidar la marca global de la US. Para ello, planteo consolidar las alianzas estratégicas en Europa, África, Asia, crear una Oficina Global de la US, promover titulaciones dobles y conjuntas, y reforzar la presencia en redes académicas internacionales. La meta es que la US sea reconocida no sólo por su tradición, sino por su excelencia, innovación, vanguardia y su proyección internacional.
4. La respuesta pasa por reforzar el valor diferencial de la universidad pública: calidad, equidad, justicia y compromiso social. La US aspira a competir por su excelencia y propósito, ofreciendo una formación integral, inclusiva y de alto impacto social. Su estrategia se centra en docencia innovadora, investigación con transferencia real, empleabilidad, bienestar universitario y sostenibilidad. Además, la transparencia en la gestión, la eficiencia operativa y la participación de la comunidad reforzarán su legitimidad frente al modelo privado, demostrando que la universidad pública puede ser moderna, competitiva y humana, el verdadero ascensor social para la ciudadanía, para nuestros jóvenes, para nuestro futuro.
5. Más que una preocupación, es para mí un estímulo para defender con fuerza una financiación suficiente y aportar una gestión responsable y sostenibilidad financiera a mi institución. El programa que presento aborda este reto con una estrategia de eficiencia operativa y contabilidad analítica, garantizando una asignación de recursos basada en resultados e impacto. Si la comunidad universitaria me da su confianza, implantaré un Cuadro de Mando de Gobierno Abierto, auditorías públicas y presupuestos transparentes por centros y departamentos. Con planificación, control y descentralización inteligente, el objetivo es asegurar una universidad solvente, sostenible y orientada al servicio público, que convierta la responsabilidad económica en una palanca de transformación.
Pastora Moreno: "La US aún no ocupa el lugar que merece en el mapa global"
1. La Universidad de Sevilla necesita avanzar con decisión hacia un nuevo impulso. No se trata de romper con todo lo anterior, pero sí de reconocer que el modelo actual tiene limitaciones que ya no responden a las exigencias de una universidad del siglo XXI. Hay que modernizar estructuras, eliminar burocracia y apostar por una gestión más ágil y participativa. Mi candidatura propone una universidad más abierta, más equitativa y con mayor capacidad de respuesta ante los desafíos sociales, científicos y tecnológicos actuales.
2. El sufragio universal ponderado es una conquista democrática que debe celebrarse, pero también exige una gran responsabilidad colectiva. Mi deseo es que haya una participación alta. Por eso estamos haciendo un gran esfuerzo para explicar nuestras propuestas de forma cercana y clara, convencidas de que esta elección no es sólo sobre quién dirige, sino sobre qué universidad queremos construir juntas y juntos.
3. La US tiene un gran potencial y numerosos logros en internacionalización, pero aún no ocupa el lugar que merece en el mapa global. No basta con estar en rankings: necesitamos una estrategia más ambiciosa para atraer talento internacional, consolidar redes de colaboración científica y proyectar nuestra marca como universidad pública de referencia. Queremos ser una universidad reconocida no sólo por su historia, sino por su capacidad de innovación, su compromiso con la sostenibilidad y su impacto en el entorno.
4. Con una universidad pública potente, con calidad académica, compromiso social y financiación adecuada. Las universidades privadas han crecido aprovechando los vacíos que la pública no ha sabido o no ha podido cubrir. Nuestra respuesta no puede ser competir en términos de mercado, sino liderar en excelencia, equidad e innovación. Esto implica modernizar la docencia, ofrecer titulaciones atractivas y útiles para la sociedad, y garantizar que ningún estudiante quede atrás por motivos económicos. Defender lo público es hacerlo competitivo y útil.
5. Por supuesto que me preocupa. Un déficit de esa magnitud no puede tratarse con ligereza. Debemos actuar con rigor, transparencia y responsabilidad. No se trata solo de cuadrar números, sino de asegurar que la universidad pueda seguir cumpliendo con su misión sin recortes que afecten a su calidad o a su personal. Urge una revisión profunda del modelo de financiación y un diálogo firme con las administraciones para que reconozcan el papel esencial que juega la US en el desarrollo local, regional y nacional.
Alfonso Castro: "Urge salvaguardar las fracturadas relaciones con otras instituciones"
1. Necesita de una profunda reformulación, que elimine trámites innecesarios desde el punto de vista legal y reduzca sideralmente la enormidad de una burocracia parapetante que se ha ido retroalimentando en los últimos años. Este es un asunto de voluntad política, pero también de precisión jurídica: de querer, y también de saber y poder, qué hay qué mantener, qué hay que recortar y qué hay que eliminar. Nosotros, en un equipo de fuerte impronta jurídica, sabemos cómo hacerlo.
2. No ha habido desde luego una campaña institucional de información diseñada para fomentar la participación y de hecho los canales de publicitación de los actos de campaña, amputados prácticamente a los centros en aras de su centralización y dejados al albur de cada cual, no están resultando los más adecuados. Hay una ancestral desconfianza en la autonomía de los centros que hay que desterrar, de hecho, de la dinámica de nuestra institución, que durante mucho tiempo ha chapoteado en esas inercias en un medio dominado por el sistema claustral de elección, en el que todo parecía predeterminado. En estas semanas hay que intentar despertar de su recetada somnolencia al colectivo. Y en ello estamos.
3. Es evidente que no. La nuestra es una gran universidad porque dispone de investigadores y proyectos de primer nivel y de algunos centros que son referencia inexcusable a nivel internacional. Yo provengo de uno, Derecho, que es la mejor facultad de España, pero basta con mirar a los demás campus para acreditarlo y sentirse profundamente orgulloso. Es la cáscara, el envoltorio artificial, la carcasa rectoral lo que falla. A veces uno piensa que todo está diseñado para conllevar el problema estructural sin jamás encararlo, siempre que se conserve el poder.
4. "Empujan" porque se las empuja. Pero no hay comparación posible, sobre todo en el ámbito de los grados. La superioridad de la universidad pública a ese nivel es incuestionable. Lo que hay que hacer es gestionar nuestros recursos del mejor y más eficiente modo posible y exigir que sean suficientes.
5. Nos preocupa muchísimo, y se estima además que el déficit real puede ser considerablemente mayor. Aparte de consideraciones éticas y estéticas, urge por ello salvaguardar las fracturadas relaciones con otras instituciones y no caer en aventurerismos partidistas ni en satisfacer prioritariamente intereses exteriores a la propia universidad.
Ángeles Gallego: "Mi plan de saneamiento empieza por reducir los gastos del gobierno"
1. Indudablemente una profunda transformación. Yo la propongo en mi programa de gobierno una estructura alternativa, mucho más aligerada por la cima y con una verdadera descentralización hacia sus centros. Y yo puedo construirla. No es suficiente decir que se debe construir una universidad de abajo a arriba, si los candidatos ya se presentan con un equipo de gobierno con todos los cargos que permite el Estatuto (15 vicerrectores, nada más y nada menos), ya está hecha una cabeza sobredimensionada de la organización, y ya no puede fluir nada desde abajo. Además, esos cargos ya han sido comprometidos de antemano, con lo que tampoco van a tener la libertad de modificar nada.
2. Me he recorrido toda la US y he hablado con todos los sectores, y esto va por colectivos. El profesorado y el Personal Técnico de Administración y Servicios (PTGAS), está más concienciado y creo que va a haber una alta participación en esos colectivos. El alumnado es otro cantar. Muchos no saben siquiera que hay elecciones a rector (muchos no saben ni qué es un rector) y en los que su motivación flojea. Yo estoy haciendo un esfuerzo importante por llegar a ellos y favorecer su participación.
3. Pues creo que en la US últimamente se habla mucho de internacionalización, pero que su posicionamiento es muy inferior al que le corresponde con el talento que alberga. Rankings aparte, nosotros deberíamos ser referentes en liderar proyectos internacionales, a nuestros investigadores no les debería costar dinero (ni demasiado papeleo y tiempo) internacionalizar sus investigaciones, el alumnado no debería tener problemas en algunos destinos de movilidad y deberían conocer que hay la posibilidad de prácticas internacionales y recibir nuestra ayuda para hacerlas. Esas cosas ocurren ahora, y eso no es una gran internacionalización.
4. Pues funcionando mejor que ellas. Una universidad pública no tiene que obtener beneficios ni repartir dividendos, lo cual le da más margen de gestión. El potencial investigador de las privadas es insignificante al lado de las públicas. Tenemos un número de alumnos significativamente superior a ellas. Pero si los números no dan, los investigadores encuentran trabas burocráticas en sus proyectos, el personal de administración y servicios está disperso, desmotivado y, muchas veces, sin sus tareas claras, y los estudiantes no perciben una enseñanza moderna y de calidad, todo eso se diluye. Debemos transmitir agilidad y transparencia a la estructura, porque hay mucho talento en la US que tiene que aflorar en todos sus colectivos. Talento con el que ni de lejos sueñan las privadas. Pero eso es imposible manteniendo o replicando la estructura de gobierno actual. Eso, por mucho que se les llene la boca a los otros candidatos con la palabra “descentralizar”, es imposible que permita agilizar nada. Y, claro, las privadas se frotan las manos.
5. Me preocupa muchísimo. Y me preocupa igual, o más, que no haya información clara desde la universidad de cuál es la situación económica realmente. Para dar una situación por insalvable, primero habría que administrar y organizar la universidadde una manera eficiente. Yo he presentado un proyecto que plantea un plan de saneamiento que comienza por una reducción del gastos en el gobierno de la US. No vamos a pedir que los demás entiendan la situación financiera si no empezamos por dar ejemplo nosotros. Y tampoco vamos a pedir que nadie crea en lo que decimos sobre la situación financiera, las cuentas de una organización tienen una característica maravillosa: se pueden plasmar en su contabilidad (detallada) y se pueden enseñar. Eso también lo voy a hacer en mi gobierno.
Temas relacionados
No hay comentarios