Sevilla

El gobierno local descarta implantar por completo la zona azul en la Cartuja

  • Espadas renuncia al aparcamiento regulado en superficie en la isla. En Bami, negociará con la dirección del Virgen del Rocío que sus empleados usen el parking de Rafael Salgado.

El alcalde Juan Espadas anunció ayer categóricamente que no va a implantar aparcamientos en zona azul en la isla de la Cartuja, donde acuden a diario más de 20.000 personas. El proyecto del socialista para los peatones, ciclistas, autobuses urbanos y coches del Parque científico y tecnológico y de su entorno pasa por ordenar la movilidad y los estacionamientos sin penalizar aún más a los usuarios.

"No tenemos intención de hablar de zona azul en la Cartuja. No está en nuestros planes y lo que estamos planteando es cómo volver atrás una situación que el PP nos ha dejado bien complicada", recalcó el regidor socialista a preguntas de la prensa tras la visita al Parque Amate.

El gobierno anterior de Zoido llegó a incluir 200 plazas de aparcamientos en zona azul en la Cartuja en el concurso público de ampliación de estos aparcamientos regulados en toda la ciudad, pero finalmente dio marcha atrás a su iniciativa ante la fuerte presión de los trabajadores y estudiantes que acuden a diario a la isla. La recogida de 3.000 firmas de ambos colectivos contrarias a la zona azul bastaron para que Zoido retirara la Cartuja de sus planes de cobrar por aparcar en superficie. No obstante, los populares argumentaron entonces que dejaban fuera la Cartuja porque la Junta no abría los solares de su propiedad en la isla con miles de plazas en superficie.

Respecto a la regulación de los aparcamientos en Bami, el alcalde socialista precisó que va a plantear a la dirección del Hospital Virgen del Rocío que los trabajadores de la ciudad sanitaria usen las 500 plazas del parking subterráneo de la plaza Rafael Salgado una vez se acabe de construir la parte que falta de esta infraestructura, adjudicada en el mandato de Monteseirín. La idea, según fuentes municipales, es que la dirección hospitalaria se implique para que sus empleados puedan aparcar con ayudas y garantizar así un número fijo de usuarios a la empresa que se haga con la gestión. Queda por invertir más de un millón de euros para que esta instalación clave pueda abrirse al público.

"Si resolvemos los problemas de los trabajadores vamos a generar una bolsa de aparcamientos mucho más potente en la zona para los residentes y para otros usos", explicó Espadas sin concretar más detalles. Su idea, que aún no ha trasladado a la gerencia del Hospital, es buscar una fórmula en la que se haga una pequeña inversión que podría pasar por un privado interesado en gestionar y explotar ese aparcamiento.

El Ayuntamiento asegura que tiene estudiada ya la puesta en marcha del parking, que se puede hacer por plantas "tras un estudio previo de quienes podrían ser los destinatarios mas interesados". El primer edil socialista hizo hincapié sobre el caso de Bami en que lo fundamental es gestionar bien.

De este aparcamiento subterráneo de la plaza Rafael Salgado queda un 15% por acabar con una inversión aproximada de un millón de euros, según un informe municipal de Tráfico elaborado en 2013. "Básicamente resta por terminar los revestimientos, fontanería, electricidad, pintura, seguridad, carpintería metálica, ascensores, albañilería y otros trabajos auxiliares", aclaraba el citado informe.

Espadas reitera que en la solución del contrato de la zona azul "hace falta gestión". Y añade: "El planteamiento más sencillo que Zoido hizo de poner parking al precio mas caro posible y en el horario más extensible posible no es la solución mejor. Le pido paciencia a la gente de la zona. En unos meses vamos a ver, tanto jurídicamente en el contrato como desde el punto de vista de la realidad, cómo buscamos otro escenario mucho mejor para todos".

El alcalde recordó que su gobierno sigue trabajando para averiguar si es anulable la ampliación de la zona azul, ya que se aprobó por decreto del delegado de Movilidad del PP, en lugar de por ordenanza fiscal. La medida fue recurrida en los tribunales por la organización de consumidores y usuarios Facua Sevilla.

"El PP ha convertido la zona azul en un contrato a diez años, con una serie de debilidades en la tramitación sobre las que estamos trabajando para ver si estamos ante unas decisiones del gobierno municipal que a nuestro juicio podrían ser nulas, por cómo se ejecuto y gestionó", aclaró el regidor municipal.

Mientras se averigua este detalle, el gobierno local intenta que los colectivos afectados por la ampliación de la zona azul, trabajadores y estudiantes sobre todo, empiecen a mejorar su situación.

De momento, el Ayuntamiento ha encontrado "un margen pequeño de maniobra" en el contrato para reducir un 10% de las plazas ampliadas sin coste alguno para las arcas públicas, como propuso el grupode Ciudadanos. La zona de Viapol será la primera en beneficiarse de esta reducción de plazas que supone la eliminación de 500. Y también se trabajará con vecinos y comerciantes para decidir qué hacer con las plazas en zona azul de Bami, La Buhaira o Luis Montoto.

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