"Estaban en casa de unos amigos que viven en Nepal y a los que habían ido a visitar. No llevaban mucho tiempo, se habían ido el martes pasado. La vivienda de los amigos está en un séptimo piso de un bloque de doce de plantas. Allí notaron un temblor muy gordo. El edificio se movía de manera violenta y las dos parejas se lanzaron escaleras abajo con lo puesto, sin coger nada. Nos han contado que fue una situación horrorosa, que caían cascotes por todas partes y que la escalera se iba abriendo conforme bajaban". Quien así habla es Elena Cubillas, amiga y compañera de una pareja de residentes en Sevilla que se vio sorprendida por el terremoto de Nepal.

Los involuntarios protagonistas de esta historia son Nuria Fernández Casas y Miguel Ángel Bracamonte, a quien todos conocen como Willy. Son una pareja de trabajadores de Canal Sur Televisión, donde ella es montadora y él cámara. Son de Madrid pero llevan 25 años viviendo en Sevilla. Están sanos y salvos y permanecen en Nueva Delhi a la espera de tomar un vuelo a España. A la hora de cierre de esta edición estaba previsto que lo hicieran durante la noche, si bien ya ha sufrido varios retrasos. 

Su amiga Elena, que trabaja también en Canal Sur, en el programa Solidarios, ha estado en permanente contacto con el matrimonio y con Ana, la hermana de Nuria, que desde España ha estado recabando información de los españoles en Nepal y contactando con las familias de éstos y con el Ministerio de Exteriores. "No siempre funcionaban los teléfonos y a veces utilizaban los teléfonos de otros, del que funcionara. Ana tiene varios números guardados de gente que no conoce. Por ejemplo, Nuria ha entrado estos días en los informativos con un móvil que no es el suyo".

Que sea en tercera persona no hace menos sobrecogedor el relato. "Estuvieron varias horas buscando una explanada, o algún sitio sin edificios altos cercanos, para poder guarecerse. Todo el mundo estaba en la calle, unos andando, otros en moto, cada uno como podía", explica Elena. Finalmente la pareja y sus dos amigos lograron llegar hasta un edificio de una constructora española, San José, muy cerca del aeropuerto de Katmandú. "Es la oficina de esta empresa, que es de una sola planta, y vieron que era un lugar seguro. Allí se reunieron entre 25 y 30 españoles. El Ejército nepalí les proporcionó queroseno para alimentar un generador y tenían luz y podían utilizar los ordenadores y, a veces, cuando había cobertura, los teléfonos. Luego se les ofreció la posibilidad de alojarse en un hotel muy bueno que hay cerca del aeropuerto, donde se estaban reagrupando todos los españoles. Algunos se fueron, pero ellos optaron por quedarse en la oficina de la constructora porque el hotel es un edificio alto y tenían miedo de alguna réplica. De hecho, estando en esta empresa les sorprendió una réplica de 6,5 en la escala Richter".

Finalmente fueron trasladados a Nueva Delhi, desde donde esperaban este martes junto a otro grupo de españoles el avión que los debe traer de vuelta a España en las próximas horas. "No están heridos, pero sí agotados. Han visto de todo, a la gente en masa por las carreteras, todo destruido. Han perdido todo lo que llevaban. Y cuentan historias de todo tipo".